Para realizar las mediciones de los puertos nuevos del Tour de Francia, hemos contado con una bicicleta hecha a medida de estas montañas: una Trek Domane 6.2 equipada con el nuevo grupo Shimano Di2 Ultegra. Una compañera infatigable de aventuras.
La Domane Serie 6.2 es sobresaliente por una geometría especialmente diseñada para rodar en largas distancias y sobre los asfaltos más irregulares. No en balde se ha probado en pruebas tan exigentes como la Roubaix o Flandes.
El cuadro se ha construido con el método exclusivo de Trek OCLV y la tecnología Power Transfer Construction gracias a la que se disfruta de la máxima rigidez, en combinación con el concepto IsoSpeed: una innovadora rótula insertada en la unión del tubo del sillín con las vainas duplica la absorción vertical y reduce las vibraciones de la carretera, para poder rodar con más potencia y durante más tiempo.