1. BMC ROADMACHINE La bici preferida de Cadel Evans, que nos acompañó en la presentación internacional en Suiza a comienzos de junio, se renueva tras tres años en el mercado. En la nueva Roadmachine, que preferimos definir como una bici para cicloturistas deportivos -aquellos que hacen rutas largas, pero que también entrenan para mejorar-, en vez de como una gran fondo, BMC sigue rompiendo con algunos preceptos del segmento, como la dirección más alta, para darle tanta importancia a la comodidad como al rendimiento. Su argumento es que el usuario normal no monta siempre en carreteras en muy mal estado ni en tramos de pavés en sus rutas habituales, por lo que se han centrado en que la nueva Roadmachine sea lo más eficiente posible en todo tipo de carreteras y, también, que pueda emplearse pistas fáciles. Por eso, el objetivo en el desarrollo ha sido mantener el peso lo más liviano posible -890 g en talla 54- y optimizar la relación entre comodidad y rigidez. De hecho, el diseño es muy similar a la bici anterior, ya que en la geometría sólo se ha modificado el escalado de las tallas y las tres superiores son un poco más cortas y ligeramente más altas que antes. Los característicos tirantes bajos de la marca suiza se mantienen, aunque ahora se unen en el tubo vertical más abajo y son más finos y completamente rectos para potenciar la comodidad, mientras que en la parte delantera destaca el sistema ICS (Integrated Cockpit System) para esconder todos los cables en la potencia, ofreciendo una estética más limpia y una mejor aerodinámica. Las potencias están disponibles desde 55 a 100 mm con ángulo de 0º y entre 90 y 130 mm con ángulo de -12 º y la tija, que incluye un soporte en la nuez para integrar un guardabarros y en la que se mantiene también la forma de D, podrá escogerse con retraso de 15 mm o recta. La Roadmachine tiene espacio suficiente para montar cubiertas de hasta 33 mm en ambas ruedas y en el tubo horizontal se han incluido roscas para colocar una bolsa, quizás la única concesión al cicloturismo. 2. CANNONDALE SUPERSIX EVO Los cambios resultan difíciles, sobre todo cuando se trata de relevar a un modelo tan icónico y una de las últimas representantes de las bicis de aspecto clásico como es la SuperSix EVO. Sin embargo, el mercado impone su renovar o morir y ha obligado a la firma norteamericana a realizar esta evolución. Se continúa apostando por una bici de concepto escalador ya que, como aerodinámica pura, ya disponen de su SystemSix que probamos en el número anterior. Sin embargo, no se desdeña el aprendizaje obtenido con esta para incorporar soluciones que reduzcan al máximo la resistencia al viento. Es por ello que a los tubos, cuyo perfil se trunca tanto en el borde de salida como en el de ataque, se le unen los ya omnipresentes tirantes bajos que en esta bici además de cumplir una función aerodinámica sirven para reforzar la construcción SAVE y lograr mayor absorción al permitir mayor flexión vertical del tríangulo trasero y del conjunto tija/ tubo de sillín. Cannondale ha logrado una bici que mantiene el peso muy contenido lo que, sumado a su mayor rigidez torsional, transmite sensaciones muy directas a la hora de ponernos de pie y acelerar. Hay que decir que la geometría de este modelo se ha retocado respecto al anterior para hacerla un poco más permisiva en lo que a colocación del ciclista se refiere, o sea, un poco más alta y un poco más corta. Sin embargo, mantiene intactas las cotas que afectan a la conducción tan eficiente de la que gozaba su predecesora. El equipamiento es exquisito, con sus eficientes ruedas KNØX o el cuadro de mandos semiintegrado Hollowgram SAVE que guía los cables en su totalidad por el interior. Como curiosidad, mencionar que Cannondale se adentra en la era digital equipando sus ruedas con un pequeño sensor ubicado en la rueda delantera que almacena de forma autónoma velocidad, posición… comunicándose con la app móvil desarrollada al efecto en la que, además de registrar y compartir nuestros entrenamientos, podemos llevar un control del mantenimiento de todos los componentes de nuestra máquina. Además se incluyen en los modelos Hi-Mod bielas Power2Max, aunque para activarlas deberemos desembolsar 490 € extras. 3. SCOTT ADDICT Scott ha presentado, coincidiendo con el Tour de Francia, la renovación de su Addict, una referencia en su gama desde 2007. La Addict RC es una bici diseñada sólo para frenos de discos, compatible con cubiertas de hasta 28 mm en llantas de 21 mm y más aerodinámica gracias a la integración de sus componentes. La nueva geometría es más corta y más baja, con un pedalier más cercano al suelo, una horquilla ligeramente más alta y el tubo de la misma aún más corto de lo habitual. Para la integración de los cables en la parte frontal, los ingenieros de Scott han diseñado una tecnología propia patentada que han llamado Eccentric Bicycle Fork Shaft. El tubo de la horquilla mantiene la forma tradicional redonda, pero el giro es excéntrico, desplazado 3 mm para que exista espacio suficiente en la parte delantera para las fundas. No sólo han conseguido esconder todos los latiguillos y los cables de los grupos electrónicos, sino que está solución permite también utilizar grupos mecánicos. El nuevo conjunto de manillar y potencia Syncros Creston iC SL es un 26% más rígido que el anterior y un 27% más cómodo gracias a su construcción con un diseño diagonal desde la unión en la potencia, mientras que, según la marca, gracias a la introducción de una nueva tija en forma de D y los tirantes más bajos han conseguido una bici que es ligeramente más cómoda que la aerodinámica Foil. La Addict RC es 100 g más liviana que su predecesora gracias al nuevo manillar, que ahorra 95 g; la tija, 58 g menos; y el cierre, que recorta 2 g. El cuadro, que declara 850 g, se construye en tres partes y cuatro uniones -antes eran seis partes y ocho uniones- y es completamente hueco. Según Scott, la Addict RC es un 14,5% más rígida en el pedalier, mientras que la dirección es más robusta por la inclusión de rodamientos de 1 ½" en la parte superior. Todas las bicis de la gama utilizan cuadros con carbono HMX y no habrá un segundo escalón con fibras HMF, pero sí habrá modelos con carbono HMX-SL, que darán un conjunto 60 g más ligero. 4. SPECIALIZED TURBO CREO SL Specialized ha sido una de las últimas marcas -al menos entre las grandes-, en llegar al segmento de bicicletas eléctricas decarreteras. Las bases de su nueva Turbo Creo SL, limitada a 25 km/h, son un cuadro de carbono 11r; motor de 240 vatios cuya jaula se construye en magnesio para ahorrar el mayor peso posible; batería interna de 320 W/h y externa de 160 W/h… y, como novedad, la misma plataforma tanto para carretera como para gravel, ya que la bici está disponible en la versión Turbo Creo SL Evo con cubiertas Pathfinder de 700x38 mm, manillar con las puntas ligeramente abiertas y tija telescópica de 50 mm. El objetivo de Specialized en su debut en las eléctricas de carretera era conseguir una bici ligera -12,2 kg en la versión S-Works- y el pedaleo más natural posible, manteniéndose fiel al lema "It's you; only faster" de su gama Turbo; es decir, que siga siendo el usuario y su esfuerzo los protagonistas, aunque con una asistencia que puede modularse. Así, desde la unidad Turbo Connect del tubo horizontal se pueden elegir uno de los cuatro modos del sistema Off, Eco, Sport o Turbo-, cuya entrega de potencia puede configurarse a través de la aplicación Mission Control. La geometría, la misma para hombre que para mujer con su concepto "Beyond the gender", combina unas vainas relativamente cortas, pedalier bajo, longitud entre ejes generosa y avance de horquilla mayor de lo habitual. Para potenciar la comodidad, incluye el sistema Future Shock 2.0 que la marca ha introducido en la Roubaix y que permite el ajuste de sus 20 mm de recorrido desde un dial colocado en la tapa de la potencia. La batería interna tiene una capacidad 320 W/h y pesa 1,8 kilos, lo que, según la marca, puede llegar a un rango de autonomía hasta 130 km en modo Eco. No se puede retirar por el usuario porque el sistema y los rodamientos del motor están completamente sellados para protegerlos del agua. La batería externa de 160 W/h, incluida en las versiones tope de gama y como opción en el resto de la colección, suma aproximadamente un kilo de peso y añade unos 65 km de autonomía extra. 5. WILIER ZERO SLR La máquina escaladora de la marca de Rossano Veneto ha renovado de cara al Tour de Francia su modelo más escalador y lo hace siguiendo la tendencia de aplicar cualidades aerodinámicas pero sin perder la cabeza y renunciar a un peso liviano. De hecho, su bastidor cuenta con tubos de secciones muy contenidas en los que sólo un ligero perfilado y los cables ocultos de extremo a extremo delatan su preocupación por una menor penetración al viento. De hecho, el peso es inferior a la Zero.7 que inauguraba hace unos años este modelo aunque ligeramente superior al de la Zero.6. Se complementan sus característica escaladoras con un nuevo conjunto manillar/potencia integrado más estilizado y rígido que el Alabarda que equipan los modelos Cento. Una bici que destaca por unas sensaciones muy directas y con la que es una delicia escalar. También podemos corroborar que rodar rápido, algo que pudimos comprobar en la presentación tras sufrir un incidente mecánico y tener que cazar al grupo. Por cierto, Wilier es una de las primeras marcas que se decide a apostar por el sistema de cierre pasante rápido de Mavic que mediante una pequeña ranura en la puntera derecha, tanto en cuadro como en horquilla, permite extraer la rueda sin necesidad de sacar completamente el eje y, gracias a la doble rosca, apenas necesita cinco vueltas para su fijación. Unos cierres que lucen las nuevas ruedas que la firma italiana ha introducido en su colección, creadas de la mano de unos expertos en la materia como son la histórica Ambrosio. Tres modelos: NDR38 KC, AIR50 KC y NDR38 KT que veremos en todas sus bicis. Nosotros pudimos probar su modelo más elaborado, las NDR38. Su propuesta más ultraligera, sólo para tubular, detienen la báscula en 1.390 g sin por ello renunciar a una rigidez excepcional, parámetro que, sin duda, refuerza las habilidades escaladoras de estas Zero SLR. Un paso más Si seguís habitualmente nuestras pruebas, tanto aquí en Bicisport como en Ciclismo a Fondo seguro que sabéis cual es el principal reproche que le hacemos a las bicis de corte aerodinámico y de disco. Sí, está claro. Llevamos toda la vida tratando de arañar cada gramo a nuestras máquinas y ahora resulta que el peso no es tan importante y nos toca lidiar con máquinas de 8 kg en orden de marcha. Es algo que está muy bien en la mayoría de las ocasiones pero, cuando nos metemos a encadenar puertos en alta montaña la báscula vuelve a dictar su cruel ley. Es por ello que no extraña que los nuevos modelos de esta temporada sean principalmente bicis que hemos venido a calificar como aerolight, es decir, las evoluciones de los modelos escaladores que ahora reciben dotes frente al viento. Aquí hay que reconocer una vez más a Specilaized su capacidad de marcar tendencia con una Tarmac, cuyas soluciones e influencia podemos intuir en las nuevas Wilier, Cannondale o Scott. Como nos decía el ingeniero aerodinámico de Cannondale "los ingenieros no somos tontos y no es extraño que todos acabemos alcanzando soluciones similares si estas funcionan". A su vez, una de las principales características de estas bicis, los tirantes bajos, son inspiración de otra de las protagonistas de este artículo: BMC, que incorporó cables ocultos y tirantes bajos ya hace 4 años en su anterior Roadmachine poniendo introduciendo mejoras en una bici para todos los públicos en una demostración de que todo el mundo puede aprovecharse de estas soluciones. Y hablando de ciclismo para todo el mundo y de nuevas tendencias, no hemos querido dejar pasar la ocasión de mostraros la nueva e-bike de Specialized. Un tipo de bicis que acercan el pedaleo a mucha más gente. Ahora sólo tenemos la duda de si serán capaz de repetir el tremendo éxito de sus modelos asistidos de BTT que son, indudablemente, la referencia del sector.