La forma obedece a la función: esta es una de las máximas de Ridley, una constante en el desarrollo de sus bicicletas. En Ridley tienen muy claro que es en la aerodinámica donde se dará forma al futuro de las bicicletas y, sin duda, es esta última la que ejerce una gran influencia sobre la velocidad. Por ello, los ingenieros centraron todos sus esfuerzos en el diseño aerodinámico, trabajando a fondo en el túnel del viento. La información que se extrajo permitió identificar los principales problemas que aminoraban la velocidad de las bicicletas y encontraron una solución para cada uno de ellos. Nace así una idea innovadora y excepcional a la vez: el concepto FAST.
FAST (Future Aero Speed Technology) se asienta sobre tres pilares básicos que, analizados de forma individual, ejercen su influencia en partes diferentes del conjunto, pero combinados dan como resultado la bicicleta más rápida del planeta. ¿Cómo es esto posible? Así lo explican ellos:
F-Splitfork: Se trata de unas aletas que desvían el aire y lo alejan de los radios compensando las turbulencias generadas por las ruedas. La conclusión podría resumirse en que la resistencia es menor tan pronto como aumenta la velocidad en comparación con una horquilla de rango convencional, reduciendo la interacción de la corriente de aire en los frenos y dando como resultado una reducción de las turbulencias y de la fricción.
F-Brake: A primera vista, una de las cosas más llamativas de la nueva Noah son los frenos, que están completamente integrados con el cuadro y la horquilla de la bicicleta. Esta solución innovadora ofrece menos fricción y un diseño de líneas más limpio y homogéneo. En este punto, las pruebas realizadas en pista ofrecen un resultado revelador. Con la nueva Noah Fast se ahorra más de 20 vatios de energía (en comparación con una bicicleta de carretera normal) para llegar a alcanzar una velocidad de 40 km/h consiguiendo reducir la frecuencia cardíaca en más de un 4 %. Esto prueba que el concepto FAST hace a los ciclistas profesionales más rápidos a la vez que les permite ahorrar energías y economizar esfuerzos sin perder prestaciones en el movimiento. Por otro lado, no hace sino corroborar los buenos resultados obtenidos por los ingenieros de Ridley en el túnel del viento.
Pero además de las ventajas aerodinámicas, hemos de añadir otras, como son la reducción del peso del conjunto biciclo ya que el sistema es de carbono y está totalmente integrado; la mejora de las prestaciones en la frenada puesto que apenas hay movimiento, lo que nos permite imprimir una potencia de frenado constante sin perder eficacia por la velocidad; asimismo, cabría añadir que tiene menos mantenimiento que los frenos de pinza convencionales y es más fácil de ajustar (se pueden abrir los frenos desde el manillar).
F-Surface: Para evitar que la corriente de aire se separe del cuadro e incremente la fricción se utiliza una "pintura especial" para que el viento no se aleje del cuadro. De este modo se potencia la velocidad que puede llegar a alcanzar la bicicleta. El resultado es que la pintura de Ridley disminuye la resistencia un 4 % de media con respecto a una bicicleta lacada con pintura normal.
Así pues, esta es la máquina revolucionaria que ha surgido de la fábrica de Ridley en Paal-Beringer (Bélgica) y que los corredores del Vacansoleil van a utilizar en las etapas llanas del Tour de Francia. Una bicicleta espectacular que aúna vanguardia, belleza y eficacia y que a buen seguro dará mucho de qué hablar en la Grande Boucle. ¡No le pierdas la pista... si eres capaz de alcanzarla!