Puede que resulte pretencioso el título del artículo tratándose de una bici gran fondo, pero fue lo primero que se nos vino a la cabeza tras montarnos en ella por primera vez, para lo que apenas requerimos media hora de montaje desde que la sacamos de la caja. En estas primeras pedaladas lo que percibimos fue una combinación muy acertada de nervio y reactividad junto con una posición corta y una gran estabilidad. Tras la prueba podemos concluir que se debe a la calidad de construcción de su cuadro y a su cuidada geometría, que sitúa al ciclista en una posición elevada y recogida. De hecho, acostumbrados a ir más tumbados lo primero que hicimos fue cambiar la minúscula potencia por una 3 cm más larga y un poco más baja; aún así, y siendo la talla adecuada, no conseguimos igualar la posición que solemos llevar. Sin embargo, no hemos echado en falta más espacio, resultándonos una posición ideal para hacer largas kilometradas. Para lograrlo, y consultando los datos de la geometría, comprobamos que además de su dirección alta -stack- y tubo superior corto -reach-, el ángulo del sillín es muy vertical, lo que sitúa al ciclista muy erguido. Respecto a sus reacciones muy directas, lo consigue gracias a un cuadro rígido y una distancia entre ejes corta para este segmento de bicis. Canyon Endurace AL 7.0 Gran equilibrio Como hemos comentado, otro gran responsable de este comportamiento reactivo es su cuadro, cuyas formas y tubos buscan y logran una gran rigidez lateral tanto en la parte frontal como en la inferior. En el caso de la zona del pedalier, de rosca, este es abrazado por la zona delantera por un tubo diagonal de grandes dimensiones que adquiere un perfil cuadrangular al unirse a él, mientras que recibe por la parte superior un tubo del sillín aplanado longitudinalmente y excéntrico; formas que responden a la tecnología Maximus Seat Tube, que busca rigidez y confort. Todo ello se traduce en aceleraciones muy buenas y en cambios de dirección rápidos y precisos que dotan a la Endurace AL 7.0 de un carácter poco visto en estos modelos. El punto de cordura lo encontramos en sus largas vainas y su relajada dirección, respecto a la geometría; y en sus tirantes con tecnología VCLS y su comentado tubo vertical, respecto al cuadro. De esta manera obtenemos, por una parte, una conducción relajada y tranquila al mismo tiempo que una estabilidad que aporta mucha seguridad cuando se rueda rápido; y, por otra parte, el confort suficiente para rodar con comodidad por carreteras en mal estado. Completando el conjunto tenemos el grupo superventas Shimano 105 que responde de manera suave y firme en todo momento, no necesitando más en cuanto a frenada o precisión; y que se presenta con unos desarrollos más que adecuados para su uso. Respecto a las ruedas, sin ser muy rígidas se adaptan a la perfección y su anchura y buen rodar colaboran en el confort de marcha. Por último, detalles como su cableado interno, su magnífica horquilla de carbono o su cómodo sillín, hacen de esta Canyon una bicicleta muy a tener en cuenta por quien busque el difícil equilibrio entre comodidad y deportividad. El gran valor de esta Endurace AL 7.0 es la cuidada construcción de su cuadro de aluminio, que permite conseguir que con un montaje de gama media el peso, incluso en una talla 60, no supere los 8,5 kg. Ficha Técnica Cuadro / Horquilla: Endurance Al, aluminio / One One Eight SL, carbono Grupo: Shimano 105, platos 50/34, casete 11-32 Ruedas: Mavic Aksium Componentes: Manillar y potencia Canyon, sillín Selle Italia X3, tija Iridum S35 Peso total: 8,470 kg Precio: 1.099 € Web: www.canyon.com Lo mejor Carácter equilibrado. Peso contenido. Componentes. Lo peor Potencia muy corta. La rueda delantera roza con la zapatilla en giros muy cerrados.