Teníamos ganas de pedalear sobre esta versión con frenos de disco de la Aeroad tras el buen gusto que nos dejó no sólo la de frenos de llanta, sino también la primera versión. Entre unas y otras cosas, es una bici que no habíamos probado hasta que el lanzamiento del nuevo SRAM Red eTap AXS, del que os hablábamos en nuestro anterior número, nos ha dado la excusa perfecta para hacerlo ya que Canyon es una de las marcas que se han sumado a incluir montajes OEM de mitad de temporada con este novedoso grupo. Su presencia, sin embargo, no puede ni debe eclipsar lo que, sin duda alguna, es una fantástica bicicleta. Tratándose de un modelo aerodinámico, lo primero que nos llama la atención son sus formas estilizadas, que llevan a sus tubos a la mínima expresión a pesar de contar con los omnipresentes perfiles truncados. Esto se refleja obligatoriamente en la báscula, donde se logra una cifra que la coloca entre las mejores de la categoría, con el añadido que el nuevo AXS no es especialmente ligero en comparación con sus competidores y que equipa ruedas de 62 mm de perfil -hicimos la prueba de poner unas de 50 y conseguimos limar la barrera de los 7 kg-. Canyon Aeroad CF SLX Disc 9.0 SL En marcha, esto se traduce en reacciones fugaces que son acrecentadas por su geometría deportiva y una rigidez lateral a prueba de bombas que nos aporta, además de una perfecta transmisión de la fuerza que hacemos, una confianza plena a la hora de elegir y mantener la trazada en todo tipo de curvas. Resulta curioso, pero pese a su geometría y posición radicales es una bici con la que hemos conseguido una tremenda confianza en los descensos. Por supuesto que esta prueba nos ha dado la ocasión de exprimir el SRAM Red eTap AXS y corroborar las sensaciones que tuvimos en la presentación: mayor suavidad en el cambio de piñones y más rapidez de respuesta entre la pulsación y la acción de los desviadores. Nos sorprende que Canyon haya optado por unos platos 50/37, mismo desarrollo que emplean los corredores del Katusha, cuando en sus otros montajes con Shimano la elección es 52/36. La combinación 50x10 es inmovible para la mayoría. Nosotros hicimos la prueba en un tramo picando hacia abajo y permite ponerse pedaleando a casi 70 km/h. Entre desarrollos, con los 12 piñones está claro que la apuesta de SRAM dará mucho que hablar en los próximos meses. Estilizado Lejos de los generosos perfiles aerodinámicos que suelen ser norma en estas bicis, la Aeroad convive con la sutileza en sus formas. Sólo el tubo diagonal Trident cuenta con una sección un poco más generosa para servir como sustento al resto de la estructura al engullir la caja de pedalier en su base para dividirse y acabar transformado en ambas vainas. El resto de la bici, sin perder la configuración de tubos de perfil aerodinámico truncado, tiende al minimalismo, algo que queda patente en la unión entre tubo horizontal y del sillín, donde la sección es la mínima indispensable para albergar la tija de sillín y la cuña de cierre -por cierto, efectiva y con un tornillo muy accesible, algo en lo que fallan muchos otros modelos-. Mención especial merece la prolongación de la parte baja del tubo de sillín, a modo de carenado, que pone su grano de arena en reducir la resistencia. En ruta resulta una bici muy rígida lateralmente, por lo que nos ha sorprendido que a la vez es muy cómoda en firmes irregulares. Conexión total Con su AXS, la apuesta de SRAM por la electrónica se convierte en total. En lo que respecta a la parte física destaca la aparente robustez de sus componentes, lo que tiene como peaje que no sea un grupo especialmente ligero. A cambio, el funcionamiento es exquisito, ganando en suavidad y rapidez de respuesta. También importante es su filosofía en el escalado de los desarrollos gracias a la inclusión de sus núcleos XDR, que permiten albergar un piñón de 10 dientes obteniendo saltos entre combinaciones contenidos y, a la vez, gracias al piñón extra, abarcar mayor rango entre extremos. Por último, nos gustaría destacar sus frenos, a los que la firma norteamericana ha dotado de mayor mordiente y un tacto más directo con un menor recorrido de la palanca, resultando la frenada más contundente. Las manetas siguen siendo grandes en comparación con las de los rivales, un aspecto en el que hubiéramos agradecido un rediseño, pero su ergonomía es buena y el tacto de los pulsadores nítido. Aerodinámica total La línea ARC de la gama de ruedas de DT Swiss identifica a los modelos cuya única pretensión es lograr las mejores prestaciones frente al viento. Además, estas 1100 son el máximo exponente de su catálogo al incluir los reputados bujes 240 con rodamientos cerámicos. Pese a sus 62 mm de perfil, han pasado con nota alta la prueba en algunas jornadas realmente ventosas donde, si bien resulta perceptible la fuerza que Eolo ejerce sobre ellas, como no podía ser de otra forma con tanta altura de llanta, esta se distribuye adecuadamente por toda la superficie de la rueda logrando un comportamiento predecible que no perjudica el dominio de la bicicleta, más allá de tener que apoyarnos literalmente sobre el viento cuando este sopla de forma lateral. Rígidas en los apoyos en curva, con un peso razonable para su tamaño y con la posibilidad de emplear cubiertas tubeless, cuentan con todos los ingredientes para ser la pareja de baile perfectas que hacen de esta Canyon Aeroad una máquina veloz. Bajo control Canyon sigue confiando en un cuadro de mandos integrado para sus bicis tope de gama. En este caso, el conjunto manillar potencia H36 de la firma alemana, la última versión de su conjunto más aerodinámico gracias a detalles como el pequeño escalón en su tramo horizontal para que la cinta quede plenamente integrada. Destaca su cuidada ergonomía, con un ligero barrido hacia atrás de la parte alta que proporciona un agarre muy natural cuando nos sujetamos en ella. Por otro lado, el alcance es muy contenido, lo que ayuda a compensar la amplia longitud del cuadro y nos permite sujetar el manillar en todas sus posiciones sin mayor problema. Por descontado que se trata de un conjunto sobradamente rígido, capaz de sostener nuestras arrancadas sin mayor problema. Nos gusta cómo se resuelve el guiado de los cables, no por el interior sino por una acanaladura que va cubierta con una tapa, una solución mucho más práctica que el típico guiado interno. Geometría Muy agresiva. Eso que solemos decir de "no es una bici para todo el mundo" se cumple en esta Aeroad, que es un modelo largo y muy bajito en el puesto de mandos, obligando al ciclista a una posición de carreras. No debemos olvidar que es una bici de competición diseñada para los profesionales. Con la configuración que veis en las fotos, con todos esos separadores la diferencia entre sillín y manillar es de nada menos que 9 cm. Esto contrasta con una conducción muy fácil gracias a las largas vainas, que incrementan lo suficiente la distancia entre ejes y centran el peso del ciclista, compensando de esta manera una dirección viva y ágil que nos permite sortear una curva tras otra con total fluidez. Referencia No sabemos si se debe a la sobriedad alemana, pero estábamos echando la vista atrás y resulta que fue en 2015 cuando probamos, recién presentada, la actual Aeroad de la que se deriva, en sus líneas maestras, el modelo con frenos de disco que hoy pasa por nuestras páginas. Esto no quiere decir que Canyon se haya dormido en los laureles, ya que durante este periodo de tiempo hemos disfrutado de desarrollos como su fantástica Inflite de ciclocross o la atrevida Grail destinada a la modalidad del gravel. Otro dato curioso es que estamos únicamente ante la segunda generación de Aeroad -versión 2.5 podríamos llamar a esta con discos- y, al igual que nos ocurrió en su día con la primera, nos parece que es un modelo que todavía podría estar muchos años en el mercado, un ciclo de vida bastante más prolongado del que nos suelen tener acostumbradas las marcas y que supone una buena muestra del mimo con que la firma de Koblenz cuida sus productos. El juicio Es complicado no dejarse llevar por la presencia del SRAM Red eTap AXS, cuyo funcionamiento y soluciones propuestas, como los nuevos desarrollos, están en nuestra opinión a la altura de las expectativas. Sin embargo, ni siquiera esta novedad es capaz de abstraernos de la fantástica bici que es esta Aeroad. Prueba de ello son los cuatro años que lleva en el mercado sin que sus prestaciones hayan quedado para nada desfasadas. Esta longevidad nos obliga a reflexionar acerca de la evolución de las bicicletas de carretera, cuyo margen de mejora parece ser cada vez más escaso. Reducir el peso de esta última generación de bicis aerodinámicas con frenos de disco sin perder propiedades en cuanto a rigidez o comodidad parece ser el camino a seguir. El problema para las marcas es que estas evoluciones son sutiles y poco llamativas para un gran público ávido de grandes revoluciones y, por supuesto, para nosotros que estamos deseando contarlas en Ciclismo a Fondo. BALANCE FINAL ¿Estás listo para emular a los ciclistas del Katusha Alpecin? A esta Aeroad sólo le falta el dorsal y unas buenas piernas con las que poder extraerle todo su jugo.