Suele ser habitual, cuando se comienza a practicar un deporte, adquirir un material de gama media o baja para probar y sustituirlo con el tiempo por uno de mejor calidad, lo que supone acabar teniéndolo por duplicado. En el ciclismo, la bicicleta ofrece la posibilidad de ir mejorándola mediante el cambio de sus componentes, pero en muchas bicis de gama media o baja, debido a sus cuadros, apenas merece la pena esta operación llegando a salir más económico comprar un modelo superior. Salvo en algunos casos, como el de esta Head I-Speed I.
A pesar de que se alejan de los cánones actuales, sus formas son 100% funcionales y aportan un magnífico rendimiento.
Su cuadro, completamente de carbono, es el responsable de sus prestaciones y su contenido peso para una bici de estas características y montaje. Y si bien sus formas pueden resultar algo anticuadas, fundamentalmente por el grosor de sus tubos, estas cumplen a la perfección y consiguen un comportamiento muy bueno. El tubo horizontal y el diagonal, ambos de generosas dimensiones, se unen en una corpulenta pipa de dirección que le da una gran firmeza al tren delantero, ayudado también por su horquilla completamente de carbono, cuello incluido, que presenta un perfil ligeramente aerodinámico y unas patas robustas con un nervio longitudinal. El tubo diagonal, con forma de gota de agua, acaba en una redondeada caja de pedalier con cazoletas a rosca, que facilitan el mantenimiento y no restan rigidez. Tanto vainas como tirantes también poseen un generoso diámetro y ambas se unen en unas sólidas punteras de carbono. A todo esto hay que sumar una buena construcción y detalles de calidad como el cableado interno y la posibilidad de alojar la batería de un grupo electrónico, toda una declaración de intenciones cuando viene de serie con un Tiagra.
Su musculosa dirección dota de una firmeza notable a la conducción.
Buenas sensaciones
A pesar de su robustez, sorprende al rodar, mostrándose suave cuando la carretera presenta, algo cada vez más habitual, una superficie deteriorada. Ni sus pesadas ruedas de 32 radios, ni sus periféricos de aluminio, con su tija de 31,8”, ayudan en este aspecto, lo que demuestra la calidad del cuadro. La conducción es directa y firme y su rigidez a nivel de dirección y pedalier permiten exprimir su carácter de rodadora, pues su posición, adelantada y baja, incita a ello aunque la corta potencia impida apurar todas sus posibilidades.
El Tiagra dará muchas satisfacciones a sus usuarios, pero este cuadro acepta un grupo superior sin problema.
A la hora de subir, la posición y el peso penalizan pero se defiende bien y bajando resulta más noble que ágil, ideal para curvas rápidas y amplias, aunque si se ha de modificar la trayectoria o enlazar varios giros la firmeza de su cuadro lo acepta sin problemas. Por último, el grupo Tiagra, con una estética actual y una ergonomía y un funcionamiento intachables, cumple a la perfección y redondea un conjunto completo que se adecuará muy bien a aquellos que se quieran iniciar en el mundo de la carretera, pero con la idea de poder ir mejorando la bicicleta en función de sus necesidades.
Lo mejor
» Calidad y rendimiento del cuadro.
» Peso reducido para un montaje sencillo.
Lo peor
» Precio algo elevado para montar un Tiagra.
» Ruedas.
Ficha Técnica
Cuadro /Horquilla: Road carbon / Carbon TPR con cuello de carbono.
Grupo: Shimano Tiagra 4700
Ruedas: Rapid con bujes Shimano HBRS400
Componentes: Controltech, sillín Prólogo
Peso total: 9,020 kg
Precio: 1.599 €