Muchas ganas teníamos de poder poner nuestras manos en la nueva creación de Orbea desde que la conocimos de primera mano en la presentación que tuvo lugar en coincidencia con la marcha Pax Avant. La razón es que nuestra experiencia con la anterior generación, la de 2011 resultó un tanto contradictoria sin llegar a cogerle el pulso a una bici a la que sentíamos que le faltaba algo e incluso podemos afirmas que preferíamos a su predecesora. De hecho la edición del año pasado con retoques geométricos ya nos avanzaba que la remodelación estaba cerca.
Completa remodelación de la que Orca asegura una nueva generación de éxitos.
El cambio ha sido total. Rompiendo con cualquier vínculo con el diseño pasado, se toma un nuevo rumbo en el que se aprovechan algunas soluciones de diseño tomadas de la Alma de BTT. El objetivo era tener una bici de competición que pudiera mirar sin complejos a las otras bicis top del panorama ciclista lo que implicaba un importante trabajo de aligerar el cuadro, hacerlo más rígido y dotarlo de un punto de comodidad que solventara el principal inconveniente de la versión anterior. Ya nada más subirte a la bici ves que nada tiene que ver con lo que conocíamos. Notas la bici ágil y viva. Al fin y al cabo es lo que corresponde a una máquina deportiva. Sin embargo, no es un caballo desbocado con el que tener que pelear en las curvas cuando comenzaba a acumularse el trabajo y las irregularidades de la carretera trataban de sacarnos de la trazada ideal. Ahora, sin perder el nervio, todo se ha dulcificado. Nos podemos relajar sobre la bici o concentrarnos en la ruta, en los vatios o en la conversación con los compañeros sin tener que mantener los cinco sentidos en la bici. Esto al final se traduce en la tan buscada eficiencia gracias a la que podemos ir más rápido durante más tiempo. El regusto resultante es de lo más agradable aparte de ser apto para todos los públicos. Nuestra unidad de prueba montaba el cuadro OMP, segundo de la gama que da un poco más de relevancia al parámetro absorción en detrimento de un punto de peso y rigidez. Sin embargo, como leeréis en las siguientes páginas tanto en uno como en otro aspecto nos ha parecido que cumple más que sobradadamente por lo que dudamos que poca gente pueda echar en falta las características del modelo superior salvo aquellos habituados a portar un dorsal.
Menos es más
Para sus nuevas Orca Orbea ha mejorado el sistema de elaboración de sus cuadros. El EPS, cómo se denomina, consiste en sustituir las tradicionales vejigas que presionan el carbono en el interior del molde por piezas de poliestireno que se expanden con el horneado compactando mejor las fibras y logrando un interior sin arrugas que puedan comprometer la fiabilidad al convertirse en puntos de tensión. Con ello se matan dos pájaros de un tiro al conseguir un cuadro más sólido con menos material, o sea, más ligero. En la Orca disponemos de dos niveles de carbono: OMR constituido únicamente por fibras del mayor módulo que usa la marca y OMP, que es el modelo probado, en el que se añade carbono de menor módulo para aportar un punto extra de absorción a cambio de unos pocos gramos más. Para nada hemos echado en falta rigidez con este cuadro y si se agradece el rodar más permisivo dado el estado cada vez más precario de las carreteras.
Liviana
Como en cualquier bici de competición que se precie, el peso es un factor a tener en cuenta. Algo que en anteriores versiones no había sido una prioridad habiendo quedado la vieja Orca un poco fuera de juego en comparación con sus rivales. 20% respecto a la versión anterior es la reducción que aporta el nuevo cuadro lo que se ha logrado en primer lugar con el nuevo sistema de construcción EPS, pero también reduciendo de forma apreciable las secciones de los tubos y eliminando prácticamente todas las piezas de aluminio. Lo vemos en las entradas del cableado dual DCR carentes de topes por lo que es necesario enfundar completamente el cable. Gracias al uso de fundas de calidad el funcionamiento no se ve perjudicado, en nuestra unidad de test, sólo en el freno trasero al contar con cambio Di2. También se aligera al optar por una tija de menor diámetro –que a su vez ayuda aportando comodidad– o el minimalista cierre de ésta. Los 7 kg raspados de nuestro modelo, sin un súper montaje y con el cuadro OMP son clara muestra de que el objetivo se ha conseguido.
Eficiente
Hacer una bici ligera no es difícil. Sin embargo, si esta no viene acompañada de un comportamiento acorde de poco servirá cuando nos quedemos de rueda bajando, no sintamos la confianza necesaria para buscar huecos ínfimos en el seno de un pelotón o desperdiciemos parte de la fuerza en un sprint. Por ello las marcas invierten ingentes horas de desarrollo en lograr, no sólo la máxima rigidez, sino también el necesario punto de confort que el pedaleo no se vuelva una tortura. Los ingenieros de Orbea no han tenido que ir muy lejos para encontrar la solución. Esta nueva Orca recuerda instantáneamente a su modelo Alma de BTT. Siguiendo las tendencias de diseño, se dedica todo el bloque inferior, desde la pipa a las punteras traseras a dar rigidez. En ello tiene mucho que ver el abandono del BB30 de la anterior generación por la caja de pedalier más ancha del BB86 Press Fit. Por su parte la zona superior se estiliza al máximo para, en colaboración con la tija de sillín de 27,2 mm de diámetro, añadir un punto de flexión vertical que mitigue las rugosidades de la carretera.
Discreto y solvente
El montaje de nuestra unidad de prueba, denominado M10i, nos ha parecido un completo acierto. Sin florituras pero perfecto para quien quiera dar caña de verdad a la bici. Cuadro de mandos FSA robusto para añadir solidez y precisión en la conducción, tija de carbono de idéntica procedencia que cumple a la hora de absorber y un sillín de primer nivel como los que surtidos por los italianos de Prologo. Sin embargo lo que realmente marca las diferencias, aparte del Dura-Ace Di2 claro está, es la presencia de unas ruedas muy serias como las Mavic Ksyrium Elite S. Estas francesas se mantienen entre nuestras favoritas por admitir casi cualquier uso. Desde el día a día a duros recorridos de montaña donde no desentonan con su buen peso en torno al 1,5 kg y la excelente rigidez que ayuda a la hora de dibujar las curvas con total precisión, mejorando el comportamiento de cualquier bici que las monta.
Nueva generación de la Orbea Orca que en su séptima encarnación recoge toda la experiencia acumulada desde el 2003 para poner en tu mano las sensaciones más deportivas.
Geometría
Es sorprendente como puede variar el comportamiento de una bici cambiando sus cotas unos pocos milímetros. En concreto los 8 más entre ejes, obtenidos al ampliar en esa misma magnitud el puesto de conducción de la anterior geometría. Es como hacer magia y lo que antes suponía tener que poner todo de nuestra parte a la hora de dibujar las trazadas ahora se convierte en algo intuitivo y natural. De paso aumentamos la sensación de deportividad ya que al ganar esa distancia en el tubo horizontal y contar con una dirección bajita el ciclista va colocado en una posición más agresiva. Ojo por tanto si vuestra flexibilidad no es excesiva. Destacar el mejor escalado de las tallas que en la anterior generación al tener ahora en cuenta la marca el Reach y Stack de los cuadros a la hora de fijar las cotas contando además con dos modelos de horquilla, de 43 mm de avance para dar agilidad a las tallas grandes y de 53 mm para apaciguar las pequeñas.
Talla 55
Tubo superior (1) |
563 mm |
Ángulo de sillín (2) |
73,2º |
Ángulo de dirección (3) |
72,5º |
Tubo de sillín (4) |
510 mm |
Vainas (5) |
408 mm |
Entre ejes (6) |
996 mm |
El juicio
¡Ahora sí! Es la sensación con la que nos hemos bajado de la bici tras darle guerra por nuestras carreteras, las mismas por las que han pasado algunas antecesoras de esta Orca. La evolución es un camino duro en el que se van desarrollando características que permiten adaptarse mejor o peor al medio. No siempre se atina con las características. La Orca 2011 era una bici estéticamente llamativa, de diseño atrevido sin embargo, sobre la marcha era un modelo complicado. Un exceso de deportividad conducía a un tacto duro y una conducción sólo para manos muy habilidosas. El año pasado se mitigó relajando la geometría y ahora, con una remodelación total, la marca ha acertado de pleno mejorando en las tres patas que sostienen una buena bici: rigidez, peso y comodidad. Larga vida al Orca.
Puntuación |
8,9 |
Estabilidad |
9 |
Frenado |
9,5 |
Comodidad |
8,7 |
Cicloturismo |
8 |
Competición |
9,5 |
Orbea Orca
Cuadro
Cuadro |
Orca carbon OMP |
Horquilla |
Orca OMP full carbon |
Tallas |
47, 49, 51, 53, 55, 57, 60 |
Colores |
Blanco/rojo, azul/rosa, rosa/blanco, blanco/azul, negro |
Transmisión
Bielas |
Shimano Dura-Ace 50/30 |
Desviador |
Shimano Dura-Ace Di2 |
Cambio |
Shimano Dura-Ace Di2 |
Mandos |
Shimano Dura-Ace Di2 |
Cadena |
Shimano CN-9000 |
Ruedas
Ruedas |
Mavic Ksyrium Elite S |
Casete |
Shimano Dura-Ace 11-28 |
Cubiertas |
Mavic Yksion Pro |
Frenos |
Shimano Dura-Ace |
Componentes
Manillar |
FSA Energy Compact |
Potencia |
FSA Energy |
Tija |
FSA SL-K |
Sillín |
Prologo Scratch 2 |
Cifras
Peso Total |
7,040 kg (sin pedales) |
Precio |
6.499 € |
Distribuidor |
Orbea S. Coop., 943 17 19 50 |
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