Desde que nos la presentaron hace ya unos meses, en la previa del Tour, es una bicicleta a la que queríamos meter mano. Las razones saltan a la vista. Sobre la base de una bici aerodinámica, como las que cada vez abundan más en el mercado, Trek, que no acostumbra a conformarse con seguir la corriente, y tras un primer acercamiento en su anterior Madone, ha puesto a todos sus ingenieros manos a la obra para lograr la bici de carretera más aerodinámica. Al menos eso anuncian sus tests en el túnel de viento. La forma de lograrlo es que no haya nada en la bici que se salga de la línea. Ni cables, ni frenos. Todo queda perfectamente integrado.
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Agresividad, rapidez, agilidad, comodidad, ligereza o aplomo. Características que se dan cita en una máquina idéntica a la utilizada por el equipo Trek Factory Racing y que los de Waterloo ponen a tu alcance.
Sin embargo, no sólo con aerodinámica se logra una máquina rápida. Hace falta que toda la potencia aplicada se traslade a la rueda trasera. En esto también Trek da el do de pecho gracias a su carbono Serie 7. Un material calificado como estratégico por el gobierno norteamericano y que no puede ser exportado salvo como producto terminado. Gracias a sus cualidades, que ya conocíamos de la anterior versión, disfrutamos desde la primera toma de contacto de una deliciosa sensación al apretar los pedales. La aceleración es instantánea, como si estuviéramos en un videojuego y pulsáramos el botón de turbo. Una ventaja que también es un arma de doble filo si no estamos a la altura, ya que la bici es exigente por su tremenda rigidez a todos los niveles. En especial en el bloque de dirección, donde su pipa compacta, las musculosas patas de la horquilla y el fenomenal trabajo llevado a cabo en el manillar, que si bien no son lo óptimo cuando la carretera está en mal estado, convierten a la Madone en un auténtico tiralíneas al encarar todo tipo de curvas. Ya sean cerradas, en las que su angulada dirección permite atacar el vértice de la curva de forma agresiva; o rápidas, donde las Aeolus, unas de nuestras ruedas favoritas, soportan el fuerte apoyo con firmeza. Todo un misil esta nueva creación de Trek, en la que únicamente criticaríamos el peaje que hay que pagar por tanta integración, aspecto que complica bastante las cosas al aficionado a la mecánica. Se trata de una pequeña cuota que tiene su pase cuando disfrutamos de las soberbias prestaciones que nos brinda en la carretera.
Sobre un colchón
Resulta extraño que el primer punto a destacar de una purasangre de competición sea aquel que aporta comodidad. Trek ha integrado en su Madone la rótula IsoSpeed, que separa con un casquillo el tubo del sillín del horizontal y los tirantes, permitiendo la flexión de este con los baches. Sin embargo, en una bici de perfiles aero es complicado alcanzar la flexión necesaria. Para lograr que el sistema sea efectivo, Trek ha colocado un tubo de sección redonda en el interior del perfilado, que en esta zona cumple sólo funciones aerodinámicas. Es este tubo el que forma parte de la estructura. El resultado se deja notar en marcha. Hemos hecho el test en alguna zona adoquinada y cumple a la perfección, no al nivel de una Domane, pero lo necesario para permitirnos pedalear sin problema sobre las irregularidades. El pero que vemos es que, siendo la parte frontal tan rígida, se produce una descompensación entre la limitada capacidad de absorción del tren delantero y la notable del trasero.
Máxima integración
Los llamativos puentes de tiro central, desarrollados en exclusiva para esta bici, son sin duda uno de los puntos más logrados, consiguiendo ocultarlos completamente del viento y obteniendo unas líneas limpias. El delantero queda oculto en el interior de la pipa, contando esta con un par de aletas -Vector Wings- que se abren para permitir el giro del manillar. Sin embargo, nuestra experiencia con las soluciones aerodinámicas nos causan recelo. Es importante la reducción de resistencia, pero más que cumplan su trabajo. Los de la Madone frenan razonablemente bien, no como unos buenos Dura-Ace, pero más que suficiente. Eso sí, resultan complejos de ajustar correctamente y los tornillos para hacerlo son muy delicados. En marcha no permiten ningún tipo de regulación que no sea accionar la palanca que los abre para sacar la rueda. Se agradecería contar al menos con un tensor de cable, aunque al ir las fundas por el interior del cuadro en todo su recorrido, no se nos ocurre dónde se podría ubicar.
Corta el viento
En la anterior Madone, Trek decidió abandonar el concepto de bici polivalente y enfocar este modelo hacia la aerodinámica. Lo que en aquella eran meros guiños, en la actual es una apuesta decidida. Los tubos de perfil truncado KVF son herencia directa del modelo de crono y las ruedas Aeolus de 50 mm, con su sección ancha, siguen la misma línea. También se tienen en cuenta detalles que permiten afinar el coeficiente aerodinámico, como la colocación de los portabidones o el antisalida de cadena integrado en la estructura, que se unen a los mencionados frenos. Más allá del cuadro, nuestros ojos se fijan en el espectacular conjunto manillar/potencia integrados que Trek ha desarrollado para esta bici. De él hay que destacar el guiado completamente interno de los cables hasta la pipa de dirección, de forma que ninguno queda expuesto al aire. Nos ha gustado su gran rigidez, que refuerza la precisión de la dirección, y cómo combina en sus cotas un gran avance con una caída contenida.
Centro de control
Entre la multitud de detalles que esconde esta Madone nos ha gustado como se ha ocultado la centralita del Di2 en el tubo diagonal. Una caja diseñada con las medidas de este elemento que deja a la vista el botón que facilita llegar al modo de ajuste del cambio, además de forma mucho más accesible que en la colocación convencional bajo la potencia. A la hora de cargarlo, un pequeño pulsador nos permite extraer la caja y acceder al conector de la centralita. Esto lo tendremos que hacer igual si queremos comprobar el nivel de batería, ya que, evidentemente, el LED que nos informa de su estado también queda en el interior del tubo. En las versiones con grupo mecánico esta caja se utiliza para colocar un tensor de cable con el que poder regular el desviador delantero sobre la marcha. Medidas 100% de carreras las que nos presenta esta Madone. Muy larga en el puesto de conducción, corta entre ejes y, sobre todo, con un ángulo de dirección que la convierte en un juguete a la hora de enlazar curvas. La versión probada es exactamente como la que utilizan los corredores de Trek Factory Racing con geometría H1, es decir, con una pipa de dirección muy bajita. Para hacerla accesible al resto de mortales, Trek fabrica esta bici también en geometría H2, lo que implica una ganancia de altura de casi tres centímetros. Como referencia, para nuestra altura de sillín llevábamos una radical diferencia entre este y el manillar de 11 cm. Con ese extra de la versión H2 iríamos en nuestra posición ideal.
Juicio
Resulta llamativo que las dos grandes firmas estadounidenses hayan optado por similar camino. Diferenciarse en el mundo de la bici cada vez es más complicado al adoptar las marcas menores con rapidez las soluciones que unos crean y que se comprueba que funcionan. Una señal de que se va por el camino bueno por una parte, pero un fastidio para empresas que invierten mucho presupuesto en I D. La respuesta es crear algo con personalidad, que no sea posible copiar sin incumplir patentes, ofreciendo la bici como un conjunto y no un mero bastidor sobre el que montar elementos. Esto hace de la Madone una bicicleta inconfundible con marcada personalidad, de esas que la gente se queda mirando cuando la aparcas en la parada a mitad de ruta. Además, no sólo es postureo. Esa imagen rompedora se corresponde con unas prestaciones acordes, una bici que suma al rendimiento del ciclista.
Trek Madone Race Shop Limited
Cuadro
Cuadro Carbono OCLV Serie 700
Horquilla Madone KVF
Tallas 50, 52, 54, 56, 58, 60, 62
Colores Viper red
Transmisión
Bielas Shimano Dura-Ace 53/39
Desviador Shimano Dura-Ace Di2
Cambio Shimano Dura-Ace Di2
Mandos Shimano Dura-Ace Di2
Cadena Shimano Dura-Ace
Ruedas
Ruedas Bontrager Aeolus 5 D3 TLR
Casete Shimano Dura-Ace 11-28
Cubiertas Bontrager R4 320 700x25
Frenos Madone aerodinámicos
Componentes
Manillar/
Potencia Madone XXX
Tija Madone integrada
Sillín Bontrager Paradigm XXX
Cifras
Peso total 7,040 kg (sin pedales)
Precio 12.999 €
Distribuidor Trek Bicycle Spain, 91 848 95610