Lo hizo con el Festina y bajo la denominación S-Works, lo más de lo más de Specialized. Un año más tarde ganó una Vuelta y en 2002 fue campeón del mundo con Mario Cipollini. Casi veinte años después, el E5 aún está presente en el catálogo de Specialized, sin que ello suponga quedar relegado a la gama más baja, pues con él se han construido cuadros como el Allez S-Works con tecnología DSW, probado en estas páginas con un resultado sobresaliente; y se construye un cuadro capaz de satisfacer al mismísimo Sagan, el Allez Sprint con el que compitió en el critérium Down Under Classic.
De cerca
Así pues, esta Elite viene con unas credenciales que van a marcar su carácter y una estética muy parecida a la de la Tarmac, con sus tirantes bajos y sus tubos de diámetro reducido; siendo el horizontal y el diagonal hidroformados para aportar rigidez y flexión donde se necesiten. Su parte trasera es muy fina, algo de agradecer al ser de aluminio, pues aporta absorción sin perder firmeza; lo mismo que ocurre en el eje de pedalier, que, a pesar de ser de rosca y no contar con grandes tubos, logra unarigidez muy alta. En la parte delantera se encuentran los mayores grosores, con una dirección cónica generosa y una musculosa horquilla FACT construida completamente en carbono.
Esta combinación de tubos y de diámetros hacen que sea una bicicleta rígida, que aporta cierta sensación de ligereza en los cambios de ritmo, aunque hay que aplicarse en ellos, y que se encuentra muy cómoda en ritmos sostenidos ya sea subiendo o llaneando, donde permite mover desarrollos largos. Por esta misma razón, su comodidad es limitada sin que sea incómoda, filtrando correctamente el terreno rugoso pero siendo dura ante los impactos.
La parte trasera resulta mucho más dulce y absorbente que la delantera, a pesar del material de la horquilla. Sin embargo, esta firmeza del tren delantero, junto a su ángulo vertical y larga distancia entre ejes y tren trasero, hace que bajando sea muy manejable a la par que estable, sorprendiendo la facilidad que tiene para colocar la rueda donde se quiera sin pasar miedo por rápido que se vaya. ADN Specialized.
Por otra parte, hay que desatacar la atención al detalle de la marca americana. Así, nos encontramos unas generosas roscas portabultos o para guardabarros y unos amplios pasos de rueda, lo que la hace muy polivalente a la hora de emplearla para otras usos que no sea el de machacarse encima de ella en la carretera. También hay que señalar sus minimalistas punteras, su magnífico trabajo de pintura o el cableado interior, aunque supone la utilización de fundas de cable muy largas al no contar con topes en la entrada del cuadro, lo que resta suavidad a los cambios y frenos y obliga a estar más atentos que de costumbre a su regulación durante los primeros días de uso.
El vestuario
En el montaje más avanzado de la Allez, Specialized ha combinado marcas para ajustar el precio al máximo sin perder calidad. Así, sólo aparece Shimano en manetas, desviadores y casete, utilizando bielas y cazoletas Praxis y frenos Axis. Estos, junto a las magníficas ruedas DT -ligeras, rígidas y confortablesaportan una frenada que no hace añorar la marca nipona y que sólo puede ser mejorada con un cambio de zapatas.
Los periféricos también aportan calidad, aunque tanto la potencia, por su reducido tamaño, como la tija, por escaso retroceso, piden un cambio que puede ser aprovechado, además, para reducir unos cuantos gramos en la báscula.
Estos componentes, junto con su vertical ángulo de sillín, hace que la posición sobre la Allez resulte erguida y recogida, algo fundamental para un neófito, pero poco eficiente si buscas rendimiento. Sin embargo, tiene fácil solución, pues no es corta, y permite un uso variado, como sus amplios desarrollos, una gran elección. Nosotros, acostumbrados a bicis más deportivas, con una tija con retroceso y una potencia de 120 mm nos hemos sentido como en casa.
Esta Allez Elite se muestra como una opción muy polivalente, capaz de agradar tanto al que busque una bicicleta fiable, cómoda y tranquila para explorar carreteras y pistas, incluso con alforjas si es necesario, como al que busque su primera bicicleta sobre la que machacarse en la carretera.