Un total de 526 personas han participado este domingo en la cuarta edición de la marcha solidaria Sesé Bike Tour. Ese año, la cifra de fondos recaudados conseguida asciende a 19.500 euros, que se destinarán al proyecto “¡S.O.S.! Familias vulnerables, Ucrania!” a través de comedores de la Fundación Sesé, así como a ayuda humanitaria, a transporte en las zonas de conflicto, y a apoyo de traducción e integración para personas sin audición junto a la Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón (ASZA).
Además, este año la carrera también ha ampliado su recorrido para adaptar dos rutas para familias inclusivas con discapacidad intelectual gracias a la asociación Special Olympics Aragón.
La jornada de hoy, domingo, ha comenzado con un emotivo corte de cinta oficial con la presidenta de Fundación Sesé, Ana Sesé junto a una de las familias ucranianas que se han ayudado a transportar hasta España. También han querido estar presentes Narciso Pérez, presidente de la Comarca del Bajo Martín; Joaquín Lafaja, alcalde de Urrea de Gaén; Jose Ramón Morro, subdelegado del Gobierno en Teruel; así como la teniente coronel jefa de la Comandancia de Teruel, Silvia Gil; y en representación de los ciclistas, el pentacampeón Miguel Induráin.

Después, esta gran fiesta del ciclismo ha iniciado su marcha con los 526 aficionados pedaleando junto a algunos de sus ídolos: los hermanos Induráin, Miguel y Prudencio -que visten por segunda vez el maillot solidario de esta marcha- y el ex ciclista profesional aragonés Carlos Hernández.
Diseñada por El Pedal Aragonés y la Fundación Sesé, la cicloturista ha propuesto dos recorridos para que tanto profesionales como aficionados pudieran disfrutar de una jornada única entre parajes como el Bajo Martín, la Sierra de Arcos y el Maestrazgo turolense.
El recorrido, que ha discurrido por un territorio hostil con mucho desnivel y tres puertos de montaña, constaba de 155 kilómetros en velocidad libre y con opción de ruta corta de 78 kilómetros atravesando pueblos como Ariño, Alloza, Andorra, Mas de las Matas, Alcorisa, Seno, Molinos o Albalate, entre otros.

No obstante, la dificultad de la prueba no frenó al medio millar de ciclistas que este año llegaron desde distintos puntos de la geografía española, con una importante presencia de aragoneses dispuestos a pedalear a favor de una vida digna.