Chente García Acosta: "Me gusta mantener la cercanía con los corredores y aprender de ellos"

ME CONSIDERO UN DIRECTOR A LA ANTIGUA, pero aplicando todos los aspectos novedosos. Como los de antes porque me siento muy cercano al corredor y eso se está perdiendo. A mí me gusta mantener la cercanía y aprender todos los días. Esa es mi filosofía de vida porque alguien que ya lo sepa todo tiene que ser muy aburrido. Lo mejor de la vida es adquirir conocimientos. Tres palabras que me definan sería trabajador, apasionado de su trabajo y alegre. Soy ante todo muy optimista. CADA ÉPOCA TIENE SU MOMENTO. Este mundo del ciclismo es como la vida: naces, maduras y cuando va pasando el tiempo empiezas a envejecer. Llega el momento de dejarlo y entonces comienza otra vida totalmente nueva para ti. Cuando me retiré me llegó la opción de ser director del equipo y, aunque tengas muchos conocimientos del mundillo, todo es completamente rompedor. Ahí comenzó otra vida en la que nací como director y creces, maduras... Me gusta pensar que estoy viviendo dos vidas en una. Y en ambas consiste en ser trabajador, observador. ¡Ahora estoy en la época de maduración! APRENDO DE LOS CORREDORES. Ellos son los que más me enseñan y me ponen al día porque realmente son los que cambian. Esta época del ciclismo no tiene nada que ver con la mía, vienen mucho más precoces y se corre diferente. Me hacen evolucionar dentro de mi nueva profesión. También el resto del grupo de directores y los auxiliares. Yo soy el responsable, porque la palabra jefe no me gusta, pero siempre tengo las orejas y los ojos abiertos. Escuchar a todos me hace evolucionar. ME ENCANTA PREPARAR CARRERAS. Es lo que más disfruto de mi trabajo. Mirar los mapas, ver carreras, cogerme el coche e irme a inspeccionar etapas. También el día a día, el estar en el bus con los corredores antes de salir y echarnos unas risas, lo disfruto mucho. Porque luego en carrera seriedad ante todo, pero fuera nos lo tenemos que pasar bien. EL CANSANCIO SE NOTA EN LOS OJOS. Ya me estoy haciendo mayor, pero es que muchas veces tengo que usar gafas y cuando me sucede es en las carreras. Si estoy en casa tranquilo, al final del día no me pasa; pero en las carreras ya noto esa fatiga en la vista. El cansancio del director es más mental que físico. Hay muchas cosas que tienes que controlar aparte de las carreras, como la logística o los informes que debes rellenar al acabar. Eso es lo que más cansa. La responsabilidad del puesto la llevo bien porque tienes que estar seguro de lo que haces. Y si te equivocas, asumirlo y saber que la próxima vez lo harás mejor. FLANDES Y ROUBAIX ME ENCANTAN. Y son de los mejores momentos que atesoro en mi memoria: cuando Imanol Erviti hizo entre los diez primeros en ambas carreras. Y no ganamos, pero estar en la pomada con él, que nos conocemos desde juveniles y nos chiflan esas pruebas, fue muy emocionante. He ganado un Giro con Carapaz y es también de los mejores recuerdos que tengo, como todas las victorias. Cuando viene Alejandro Valverde conmigo en el coche nos ponemos a recordar sus triunfos y me acuerdo de todos. VALVERDE, EL MÁS IMPRESIONANTE. Ahora se pone más nervioso a mi lado que cuando corría. Recuerdo la primera vez que lo dirigí, al dejar de ser ciclista, que me di cuenta realmente de todo lo que andaba. Cuando era corredor, yo no estaba cuando él arrancaba; ya me había quedado. Pero desde el coche dirigiéndole lo vi por primera vez en una Challenge de Mallorca. Arrancó y se marchó a 50 kilómetros de la meta él solo. Me impresionó. Ha sido un orgullo ser su director. DIRECTOR Y SUPERSTAR DE NETFLIX. Ha sido circunstancial porque me sacaron en la serie tal y como soy, un tío natural con mis frases y mis historias. Y fíjate, una frase del 98, la fuga de la fuga, se hacer viral 23 años después. Ahora la gente me reconoce más por la serie que por mi época de corredor o por lo que ganase entonces. Los que me conocen ya saben que soy así y no les ha sorprendido, pero al resto de la gente sí. Ahora me piden muchas más fotos y hay pintadas en las carreteras con mi nombre; me río mucho. LA SAGA CONTINÚA. Mi hijo compite en bici, pero lo que quiero es que estudie. Le gusta mucho el ciclismo y está en su segundo año de juveniles. Disfruta, hace deporte y eso está muy bien porque prefiero eso a que ande por ahí haciendo otras cosas. Es un deportista nato. A mí me da igual adónde llegue, lo más importante es que sea feliz. Eso sí, ya no salgo con él; lo doy por imposible porque me revienta. Cuando estoy en casa salgo a mi bola y él a la suya y ya nos encontramos a la vuelta. ME CONSIDERO UN AFORTUNADO. Alguna vez lo he pensado, hay muy poca gente que tenga la suerte de trabajar en lo que más le gusta, y yo, desde que empecé a andar en bici en 1982, lo he logrado. Entonces era un chavalillo lleno de ilusiones, empecé a pasar de categorías, tenía un gran ídolo que se llamaba Miguel Induráin y me fijaba en él mientras seguía compitiendo, venciendo alguna carrerica y luego pasé a profesionales con él. Me fui ganando la vida como ciclista y empecé a darme cuenta de lo afortunado que era. Se apagó esa vida y sigo en otra nueva, en lo que me gusta. Eso es un privilegio.

Chente García Acosta: "Me gusta mantener la cercanía con los corredores y aprender de ellos"

Después de una intachable carrera como ciclista, el entregado navarro se subió en 2013 al coche del Movistar Team, que dirige con la misma filosofía de siempre: aprender y escuchar. Su alegría y carácter optimista le han hecho ya carismático.

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