Edu Prades: "Quiero ganar, sea donde sea, pero por pedir me gustaría ser campeón de España"

VUELTA A CASA. Cuatro años después de marcharme de aquí, regreso al Caja Rural-Seguros RGA. Sólo estuve tres temporadas, pero es donde empecé a madurar como ciclista. Aquí di un paso más y por eso lo siento como una vuelta a casa. Aunque un hogar como ciclista no es que haya tenido porque he pasado por muchos equipos. De todos te llevas algo, sean grandes o pequeños. En este Caja Rural me he encontrado un equipo que ha evolucionado notablemente. Lo he visto más medido, más profesional y con ganas de hacer bien las cosas. Hay un montón de gente joven que noto me tienen como referente y eso me congratula. Espero poder aportarles y que juntos alcancemos éxitos. ENSEÑAR PARA RECOGER. El Edu Prades que llega aquí en 2022 es muy parecido al que se marchó. Un ciclista con ganas de estar delante y disputando, deseando dar guerra. El año pasado no fue mi mejor temporada como ciclista y quiero encontrar el golpe de pedal que tenía. Después de un 2021 malo me siento aún más motivado para volver a estar en el top y seguir aprendiendo, mejorando y enseñando. Enseñar a mis compañeros más jóvenes para recoger muchos frutos. Sean ellos o yo personalmente. NO LO HE TENIDO FÁCIL. En el ciclismo me ha tocado ir avanzando, cambiando y conociendo cosas nuevas. Siempre me he ido sobreponiendo a todo lo que me pasaba. Tuve que irme hasta Japón para continuar siendo ciclista, sufrí lesiones y roturas duras, pero hay que pedalear siempre aunque las cosas no vayan bien. Seguir dando lo mejor de mí y no comerme la cabeza en los momentos críticos fue la clave. Si me hubiese hundido no estaría ahora aquí. El no ser débil mentalmente y la compañía lo han hecho todo. Tener a mi hermano y a mi mujer, que ha creído en mí incluso mucho más que yo mismo, ha sido fundamental. MASAJISTA. Cuando tuve que irme a Portugal en 2013 lo quise dejar. Estuve mirando para ser masajista, sacarme los cursos y Kris -Cristina Aznar- fue quien me animó a continuar. Sin su apoyo no lo hubiera logrado. Con los palos de la vida aprecias mejor lo bueno que viene después. LO PEOR FUERON LOS INICIOS. Cuando corría en el Andorra-Grandvalira todo parecía que iba para adelante. Era joven y lo veía fácil, pero el equipo desapareció de repente y me quedé en la calle cuando empezaba mi primer año como élite. Aunque hice resultados, no tenía méritos. La gente miraba más al que quedaba 15º, porque era el primer sub-23. Yo era el recalificado. Ganaba todo el calendario español y no servía para nada. Y ves a gente que con menos pasan directos al World Tour. Da rabia, pero las circunstancias te llevan a un sitio y no puedes darle vueltas. Después de aquello, las caídas y lesiones no han sido tan duras. Foto: Caja Rural-Seguros RGA EL MAYOR SUSTO DE MI VIDA. Fue la caída en Polonia, con Groenewegen y Jakobsen. Me rompí la cervical. No quería meterme en el sprint de esa etapa, pero iba bien colocado porque estaba en muy buena forma. Por la izquierda vi que dos corredores se tocaban un poco el hombro y pensé: Uy, aquí hay peligro. Y me fui desplazando a la derecha, sin esprintar, sentado, a 80 por hora. Y de golpe un estruendo delante de mí, vallas volando... Yo me comí a Jakobsen, con la rueda delantera choqué contra él. Toqué el freno, pegué la voltereta y salí volando por los aires. Es de los días que más miedo he pasado. Cuando di contra el suelo me quedé sin respiración y me asusté. Caí de espaldas totalmente y durante un rato pensé que estaba reventado por dentro. Desde entonces toco más el freno cuando hay bandazos y tensión. RECUPERAR AL MEJOR EDU. Mi mejor versión fue en Murias, por resultados y motivación. Éramos un gran grupo, había muy buen ambiente y ganas. Después en Movistar Team tuve otro rol, no se acertó con el calendario y fue difícil. Ahora quiero recuperar esa mejor versión de mí, aunque cada vez es más difícil ganar porque en este ciclismo hay una enorme tensión por todo. Muchas caídas y nerviosismo, además de un gran nivel porque hay más corredores capaces de ganar en cualquier terreno. Necesito que el terreno sea exigente en el final y que los sprinters lleguen desgastados. Ahorrar lo máximo posible para el momento decisivo. Todo esfuerzo de más en la parte inicial es bárbaro y ahora es obligado hacerlo por toda esa tensión. EL SUEÑO DE GANAR. Sea donde sea, lo que quiero es levantar los brazos, pero por pedir me gustaría ser campeón de España. No sólo por poder lucir el maillot durante todo el año, sobre todo por poder vestirlo a la vez que mi hermano Benjamín -es el campeón vigente de la categoría élite-. Ir los dos de campeones el mismo año sería bonito. Y también por dedicárselo a mi hijo recién nacido. SER PADRE. Es mucho menos duro siendo ciclista, quien más lo sufre es Kris. Pero me motiva pensar que él puede verme. Siempre he sido de querer demostrar y hacerlo por él es un aliciente insuperable. Deseo disfrutar de este momento porque disfruto siendo ciclista, aunque no sea un gran apasionado como mi mujer, que fue ciclista y en su familia vivió este deporte desde pequeña. En casa ella sigue las carreras mucho más que yo y me las cuenta. Para mí es un hobby, pero sobre todo mi trabajo. La apasionada de la casa es ella.

Edu Prades: "Quiero ganar, sea donde sea, pero por pedir me gustaría ser campeón de España"

Caerse sólo está permitido si es para volver a levantarse. Edu Prades sabe mucho de eso, lesiones y contratiempos han sido una constante en su carrera, impidiéndole brillar como el gran killer que es y quiere rescatar en su regreso al equipo Caja Rural-Seguros RGA.

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