¿Cómo se presenta tu futuro?
Incierto todavía. Estamos barajando un par de posibilidades a pesar de que el mercado está ya completamente cerrado y ahora sólo hay que esperar a tomar una decisión que en breve ya será tomada.
¿Tienes alguna oferta?
Hay algunas cosillas que aún no puedo decir porque no son seguras al 100%, pero, como ya te he dicho antes, se están barajando varias opciones y ya la semana que viene, como muy tarde, se decidirá mi futuro.
¿Cuál fue el motivo que te dieron desde el Andalucía para comunicarte que tu contrato no sería renovado?
No me dieron ninguno, pero sus motivos tendrían. El rendimiento que he tenido, ni mucho menos, es para echar cohetes. Siempre he estado rodeado de la mala suerte, con el virus que nos afectó a casi todo el equipo en País Vasco o con la caída que tuve justo antes de empezar la Vuelta a Burgos, que me tuvo hospitalizado y ya me hizo empezar tocado, con molestias en la rodilla. Lógicamente, Antonio Cabello ha tomado su decisión. Y bien tomada está, porque él tiene sus pensamientos y ante eso, no hay nada que objetar.
¿Qué sacas de este fugaz paso por el equipo andaluz?
Siempre intento sacar lo bueno, porque si sacas lo malo, mal vamos. La gente con la que he convivido todo el año, mis compañeros, han sido como una familia. Me esperaba integrar con todos, pero no con la facilidad y la rapidez que lo he hecho. Dejo bastantes conocidos y algún amigo que otro. El staff técnico está formado por grandes personas. Es un equipo que me ha recordado a mis inicios, ya que muchos de la plantilla ya estaban en mi etapa en el Paternina. Ha sido de buen agrado coincidir con Luengo, con Romes… Ha sido muy bonito.
En tu misma situación, entre otros, se encuentran Xavi Florencio, Iñigo Cuesta, Gustavo César Veloso o Serafín Martínez. ¿Te asusta pensar que igual el año que viene no puedes competir?
Asusta porque tenemos todavía bastante ciclismo dentro de nosotros. Amo este deporte por encima de todo y ojalá que me quede mucho tiempo. Yo ya tengo una edad, estoy de vuelta de todo, pero lo que asusta ver es cómo está el ciclismo en sí, la situación que hay. Por ejemplo, Marcos García, un chaval de 24 años que ha hecho una temporada bastante buena, y ahora está en la situación en la que está. Es para que la gente de arriba del ciclismo se replantee pensar en cosas.
Como bien dices, alguien debe pensar en soluciones para arreglar un deporte en el que, para colmo, casos como los de Contador, Mosquera o David García tampoco ayudan para que nuevos patrocinadores entren y así amplíen o, al menos, mantengan el número de huecos a ocupar en los equipos existentes o nuevos. ¿Qué opinión te merece la demora que siempre existe en dar una resolución a estos temas?
Se debían reunir los dirigentes de la UCI, representantes… y replantearse un poquito todo. Ahora todo el mundo mira para un lado cuando no es su caso. Hay que solucionar todo antes de que llegue. En el caso de Contador, todo el mundo sabe que esa mínima cantidad es imposible que aumente el rendimiento y que es posible que sea un caso de contaminación alimentaria, por lo que se debería crear una norma que ponga el límite de cantidad para no crear tanta alarma si vuelve a pasar. Hay que reestructurar todo muy bien, porque no se le puede engañar a nadie, el ciclismo está mal. Parecía que venían horas buenas y hemos vuelto a tropezar con la misma piedra. Tengo amigos con empresas y siempre les he dicho que no porque haya una oveja negra, todos tenemos que pagar. Tanto bombo que se les da a estas noticias, al final, asustan al patrocinador.
Un corredor que hasta hace muy poco tiempo estaba en tu misma situación, es Juanjo Cobo, compañero tuyo en la época de Saunier Duval, que ahora ha encontrado cobijo bajo los brazos de Matxin en el Geox. ¿Hay alguna posibilidad de que esta situación se repita con tu nombre? ¿Se ha puesto Matxin o alguien del equipo en contacto contigo?
No lo sé a ciencia cierta. Matxin sí que me ha llamado porque tengo una gran amistad con él. Mi representante lleva todo y tampoco me ha dicho qué ofertas está barajando. Él me dice que los ciclistas somos muy ‘bocas’ y que es mejor no decirnos nada porque empezamos a decirlo y al final no llega a buen puerto. Me ha dicho que esté tranquilo. Yo estoy entrenando como si tuviera equipo y estoy a la espera de que me diga algo definitivo.
Precisamente, tras tu paso por Saunier y antes de recalar en las filas del Andalucía, luciste durante 2009 los colores del Cervélo, equipo condenado a unirse en 2011 con el Garmín por su complicada situación. Carlos Sastre dijo hace unas semanas que muchas cosas se hicieron mal. ¿Qué opinión tienes tú como ex-corredor del Cervélo?
Sastre puede hablar mejor porque se involucró demasiado en el proyecto. Se implicó más que deportivamente e igual fue malo para él por eso. Le puso mucho tiempo y muchas ganas y a un corredor de su grandísimo nivel, todo lo que no sea estar al 100% en lo deportivo, te resta. Supongo que habrá habido acuerdos que no han cumplido y el trato no ha sido el que esperaba, e igual va por ahí la cosa. En mi caso, al igual que del Andalucía, guardo un gran recuerdo. Coincidí con ciclistas de la talla de Sastre, Cuesta, Thor Hushovd, que es una gran persona, siempre está bromeando a pesar de que parece serio a primera vista, o Haussler. Ha sido un paso bonito.
Si finalmente se da la situación de que no encuentras hueco en alguna plantilla, ¿te planteas la retirada o seguirás entrenando y peleando para conseguir un contrato durante 2010 o de cara a la siguiente temporada?
Yo lo que tenía que decir, ya lo he dicho sobre la carretera. Desgraciadamente, estos últimos años, por mala suerte, el rendimiento no me ha acompañado algunas veces. En caso de que no encuentre equipo, intentaré hacer mi vida normal. Si es posible, que esté ligada con el ciclismo, que es lo que me gusta. Pero no sobre la bicicleta, ya que si no encuentro cabida en algún equipo con lo que he demostrado, seguiré montando, pero como todos soñamos, que es saliendo 60 o 70 kilómetros y a por el pincho de tortilla (risas). No me quiero hacer la idea de dejarlo así. Por ejemplo, está el caso de Cuesta, que él quiere seguir y tiene aún ciclismo en sus piernas, y no encuentra equipo. Parece que es una despedida por la puerta de atrás. Pero si te viene así, hay que aceptar la situación, tampoco se acaba el mundo.
Has dicho que sigues entrenando con total normalidad. ¿Llevas la pretemporada de la misma manera que siempre?
Sí, totalmente igual. Lo único que con la incertidumbre, pero a ver si ya me dicen si recalo en alguna escuadra, y según el calendario, pues ya planteas los entrenamientos un poco más rápidos, un poco más lentos… De momento, creo que no es ningún problema para entrenar con normalidad el no saber si tendré o no equipo.
La última vez que te entrevisté fue durante el Tour de Francia, a pocos minutos de que tomases la salida en una nueva etapa de la carrera más importante del mundo. Ahora, casi 2 años y medio después, vuelvo a entrevistarte en una situación muy diferente. Cómo cambia la vida en tan poco tiempo. A pesar de todo, ¿eres optimista?
Siempre lo soy. La gente me lo dice. Intento ver las cosas buenas, lo positivo. Si tienes un problema y miras primero lo malo y luego lo bueno, ya son dos problemas. Si al final tengo que retirarme de una manera que a mí no me gusta, hay que mirar que por algo se ha producido. No hay que ser pesimista, hay que mirar el lado bueno de las cosas. Con todo lo malo, entre comillas, que me ha pasado, podía haberlo sido, pero siempre hay gente que está mejor y que está peor, que tendría que quejarse más, por lo que no creo que por esta situación tenga que quejarme yo.