Conocido por ser el estandarte del mountain bike español, por ser su bandera, José Antonio Hermida (Puigcerdà, Girona, 1978), campeón del mundo en todas las categorías, subcampeón olímpico en Atenas 2004, extrovertido y alegre, simpático y sincero, recibió a Ciclismo a Fondo en la recepción del hotel Ibertostar Playa de Muro (Mallorca, Islas Baleares) cuando la Challenge de Mallorca -el Multivan-Merida, su equipo, eligió para su presentación las mismas instalaciones que había utilizado la carrera balear como base- ya había dicho adiós. El catalán habló de su pasado, de su presente y de su futuro, repasó la actualidad del ciclismo y regaló frases para analizar y enmarcar.
Hace poco le vimos en el Mundial de Ciclocross de Koksijde. ¿Qué valoración hace de su actuación?
Positiva. Al ciclocross le pongo mucha pasión y hago muchos entrenamientos, pero, entre comillas, no es mi disciplina. Éste ha sido mi sexto Mundial y siempre me encuentro con lo mismo. Salgo muy atrás y tengo que remontar. Los belgas hacen su carrera y yo la mía, que es remontar y pasármelo bien. El hecho de ser en Bélgica, que es la cuna del ciclocross, como ya se vio por televisión, con 80.000 personas, con un ambientazo brutal, es una pasada. La valoración, teniendo en cuenta que ya este mes, el día 26, comienza la temporada de BTT, es muy positiva, porque me da un puntito de competición bueno para pasar ahora estas tres semanas aquí, sin competir, y comenzar bien el año e ir afinando de cara a los grandes objetivos, que serán los Juegos Olímpicos y el Mundial de septiembre.
En el Campeonato de España se quedó con el manillar en la mano. Muchos criticaron el circuito en el que se disputó. ¿Qué opina usted?
Está claro que no era un circuito de ciclocross puro y duro, como los típicos de Bélgica o País Vasco, que tienen más barro, un poco más de chicha. Ha habido muchas críticas y yo fui uno de los que lo criticó. Y critiqué, no a la organización, sino a los organismos que lo supervisaron. Es un circuito que no crea afición. Si tú vas a ver una carrera de Fórmula 1 y el asfalto está levantado, no es atractivo para los fans de Fórmula 1. Será atractivo para los de rallies. Pues aquí lo mismo. La gente se encuentra una carrera sin barro, con poca dificultad, y no se aficionan, aunque, en este caso, fue todo lo contrario. Las carreras fueron súper emocionantes y la gente se fue contenta. El hecho de que fuera un recorrido llano no creó expectativas y al final, mira, se llegó en todas las disciplinas a sprint o casi a sprint y fue un éxito. También es de agradecer que Gandia haya propuesto celebrar un Campeonato de España de ciclocross. La propuesta ha sido valiente. Igual que el día que lo quiera celebrar Sevilla. Son apuestas potentes porque todo el ciclocross se hace en el norte.
«Iré a por las medallas en mis probables últimos Juegos»
2012 es año olímpico. ¿Se conformaría en Londres con otra plata o sólo el oro ocupa su mente?
Si me dan la opción de conformarme, pues me conformo ya sólo con el bronce, que es tocar medalla, pero es que si puedes aspirar a un bronce, estás para luchar por la carrera. Así que hay que ser ambicioso. Quiero luchar por estar en las medallas. Tanto en Sidney, donde acabé cuarto, como en Atenas, donde terminé segundo, fui protagonista. En Pekín, aunque tuve problemas físicos y sólo pude ser décimo, también estuve delante. Los de Londres serían mis cuartos Juegos y me gustaría volver a ser protagonista. ¿Conformarme? Hay que ser ambicioso. Es probable, o quizás no, que sean mis últimos Juegos y tengo que ser ambicioso e ir a por las medallas.
Respecto a otros años, ¿cambia en algún detalle su planificación?
No, hay poco ya que inventar. Unos Juegos Olímpicos son una carrera como otra normal. Tiene la etiqueta de Juegos Olímpicos, pero se podría llamar Copa de España o Campeonato del Mundo, que seguimos siendo los mismos. Somos los que somos. Y es más, en los Juegos Olímpicos somos menos, sólo cincuenta, aunque somos los cincuenta mejores, los elegidos. Por ejemplo, Suiza tiene a diez en el top 20 y tiene que seleccionar sólo a tres. En cierta manera, esta criba favorece. Pero los que están, son los mejores. Ahí estaré yo e intentaré luchar.
¿Cambiaría el Mundial ganado en 2010 por el oro en Londres?
No, no, no. Cada cosa tiene su momento, su periodo. El Mundial fue súper especial porque, sobre todo, pude cerrar el círculo que empecé ganando el Mundial Juvenil en el 96, sub 23 en el 2000 y diez años después, cerré el círculo ganando el de la máxima categoría. Soy de los pocos elegidos que son campeones del mundo en todas las categorías. Una cosa, es el Mundial, y otra, los Juegos. En mi currículum faltan carreras. Me falta ganar la general de la Copa del Mundo, el oro en los Juegos Olímpicos... aunque también he de ser agradecido y ya he tocado la gloria olímpica con el subcampeonato. Si ya no gano el oro olímpico, me retiraría muy tranquilo. Cuando empecé como juvenil, no pensaba llegar a donde he llegado. Tengo que estar muy agradecido a lo que me ha dado el deporte y lo que he conseguido en él.
Sin tener que dar a cambio el Mundial, un oro olímpico no estaría nada mal...
Está claro. Lucharé por el oro.
Ser campeón del mundo es lo que sueña cualquier deportista. ¿Qué recuerdos guarda de aquel día?
Fue un día muy especial. El recuerdo de la carrera es de esas dos horas que vives súper intensas, concentrado en trabajar. Es como el gran pintor que pinta su obra maestra, que está pintando y no sabe hasta el final que es su obra maestra. Pues en una carrera, igual. Haces toda la carrera y es en el último momento cuando haces 'pum' y te das cuenta de todo. Fue un momento muy especial. Lo estuve buscando durante diez años. Llegué a pensar que me iba a retirar sin ganar el Mundial élite. Cuando consigues estas cosas, te invade un vacío, porque al segundo de cruzar la línea de meta, dices, 'vale, he estado luchando diez años y ya lo he conseguido. Ostias, ¿y ahora, qué?'. En ese momento, es todo muy rápido. Ahora ya planteas otros objetivos. Es un momento de vacío y de alegría, de mucha alegría.
«El ciclismo es un deporte muy duro. O lo haces con pasión o estás jodido»
Le hemos escuchado en multitud de ocasiones que su deporte le encanta, pero, ¿nunca le ha picado el gusanillo de probar en carretera?
Pues hoy sí, ¡eh!, porque cuando he visto a todos por aquí cerca, me han dado ganas de dejarles un currículum en cada puertas (risas). Me ha entrado el gusanillo, pero, por desgracia, éste es un deporte muy duro en el que no sólo el gusanillo te hace ir para adelante, sino que es la pasión la que te hace caminar, por lo que meterte en el mundo de la carretera sólo por el hecho de probar, es muy mala mentalidad. Vas a sufrir y a hacer una cosa que no es tu pasión. Evidentemente, a todos nos gusta probar, pero ahí te quedas. Yo siempre he dicho que me gusta el mountain bike, que disfruto con el mountain bike y siempre pongo la misma comparación: ¿Por qué Carlos Sainz hacía rallyes y no Fórmula 1? Pues porque le gustaba el rallye. A mí me gusta el BTT y es lo que hago. Tuve oportunidades. Por ejemplo, Manolo Saiz, en su época de la ONCE, me brindó la oportunidad, igual que Mapei, justo el mismo año de Cadel Evans, que pasó del mountain bike. Los dos tuvimos la oferta. Yo me reuní con ellos en Andorra para ver lo que querían de mí. Al final, nada. Cada uno, en su vida, escoge un camino, y el mío no me ha salido mal. He disfrutado con lo que he hecho. No me arrepiento en absoluto. Tengo muchos amigos en carretera porque el ciclismo es muy pequeño y nos conocemos todos. A ellos también, de vez en cuando, les entra el gusanillo de hacer montaña o ciclocross. Pero es sólo eso, el gusanillo de tocarlo. Al ser un deporte tan duro, o lo haces con pasión o estás jodido.
¿Suele entrenar con algún ciclista de carretera?
Sí, sí. En Puigcerdá tiene (Juan Antonio) Flecha un apartamento y suele pasar temporadas allí. Desde que se fue el jefe de Gerona, que es Lance Armstrong, pues tengo a bastantes Garmin por la zona. Está Vandevelde y también vienen mucho David Millar y Danielson, que tiene un apartamento. El cocinero de Garmin tiene un restaurante a diez kilómetros de mi casa y todas las cenas de homenaje y todas las cenas de la 'grupetta' las hacemos allí. Poco a poco, estamos creando una buena 'grupetta'.
Además de los Juegos Olímpicos de Londres, ¿qué otros objetivos tiene?
Hasta los Juegos, tenemos todas las Copas del Mundo. En marzo, abril y mayo, quiero empezar muy fuerte y en mayo me tomaré unas semanas de descanso. Volveré a tomar el vuelo en Canadá y Estados Unidos. Y a enfrentarme a los Juegos, que será mi objetivo principal. Si puedo ir recolectando por el camino, mejor. La Copa del Mundo se me da muy bien. Espero cerrar la temporada el 12 de agosto con los Juegos, pero si tengo que ir a septiembre, a hacer la recuperación, iré al Mundial con ganas, con muchas ganas. Ya he ganado una vez, sé lo que representa y me ha entrado ahora el gusanillo de repetir. Este año que ya no llevo el maillot de campeón del mundo, lo hecho en falta. Crea adicción.
«El maillot arco iris crea adicción. Te hace limpiar mucha ropa, pero compensa»
Debe ser una pasada ir con el arco iris, ¿no?
Sí, sí, sí. Los Juegos Olímpicos vendrían a ser como el Nobel para un periodista y el Campeonato del Mundo sería el Pulitzer. Tu gremio te reconoce que eres el mejor del mundo. El Nobel es más mediático, pero el Pulitzer, que es el Mundial, es muy especial. Lo has ganado tú y, al mismo tiempo, tu gremio te da el privilegio de poder representarlo durante un año. Está claro que es una responsabilidad, pero te da mucha satisfacción y es muy adictivo. Me gustó mucho ir de blanco, aunque hubo que limpiar mucha ropa. Pero compensa (risas).
Hace unos días, por aquí, en este mismo hotel, estuvo Alberto Contador. ¿Qué opinión te merece la sanción que le han impuesto?
Es complicado opinar. Te puedes poner en las dos vertientes y te puedes equivocar. La sustancia estaba allí, él tenía una manera de justificarlo y los otros tenían una manera de no justificarlo. Lo que está claro es que si uno no lo ha podido demostrar y lo otros tampoco, lo justo sería un termino medio, se quedaría invalidado, te quedas sin caso. Es muy complicado valorarlo. Yo siempre me posiciono al lado del deportista, me solidarizo con un corredor de mi colectivo. La sentencia ha sido muy inesperada y ha tardado mucho en llegar. Por lo que ha durado, creo que la gente ya se esperaba que saliera absuelto. El mazazo ha sido muy duro, bastante decepcionante. Para España, por lo que estoy leyendo, ha sido muy dura la sentencia.
¿Es injusto el tratamiento que recibe su colectivo?
Hubo una época que se nos trataba como se nos tenía que tratar, con mano dura y marcando la línea del trabajo para el futuro. Está claro que el ciclismo ha cambiado muchísimo de diez años a aquí. Ahora estamos viviendo un ciclismo muy diferente. El ciclista, y su mentalidad, han cambiado mucho. Las instituciones y los medios de comunicación tendrían que actualizarse. El ciclista ha cambiado, pero el entorno no, que es el que sigue con la misma teoría de hace diez o veinte años. Positivos habrá siempre, porque si tú haces controles, y más en el ciclismo, que es el deporte en el que más se hacen, pues, por alguna contaminación o intencionado, siempre habrá. Eso está claro. La persecución que estamos teniendo no está justificada. Antes de 2004, no tenía que hacer el ADAMS y ahora lo he tenido que hacer por fax, ahora por ordenador... No tiene justificación.
«Te tratan como a un delincuente y te tienes que defender como un gran delincuente»
Ese sistema se asemeja al de los delincuentes que tienen que ir a firmar cada día al juzgado...
Sí, sí. Te tratan como a un delincuente y te tienes que defender como un gran delincuente. Mira lo que le ha costado a Contador la bromita, que según he leído por ahí, le va a costar casi cinco millones de euros. Ni a uno que mata a otro le cuesta tanto. Se declara insolvente y a tomar por culo. Es caro ser ciclista. Si te metes en un lío como el de Contador, pues imagínate, es arruinarte la vida.
¿Existe alguna solución para que la situación del ciclista mejore?
Nosotros ya hemos movido ficha, ahora falta que las instituciones se actualicen. Yo soy muy crítico con la UCI, porque se creó para defender al colectivo, no para ser el mayor enemigo del colectivo. La UCI, las federaciones, se crearon para organizar nuestro deporte y para gestionar nuestra disciplina, y, a veces, son los que más nos apalean. Tienen la obligación de apalearnos cuando se comete una irregularidad, pero yo entiendo que la UCI es el que tiene que gestionar el ciclismo, el que tiene que promocionarlo, el que tiene que inculcar nuestros valores, pero ahora lo único que está inculcando es que tiene grandes cazadores de ratas. Y no se vive de cazar ratas. Bueno, ellos sí, pero esto es como el cocinero que se promociona diciendo que es muy bueno cazando ratones en su cocina. Pero hay que decirle, 'chico, que es tu cocina, mata las ratas, pero no promociones que eres buen cazador. Si quieres seguir así, deja de ser cocinero'. La UCI se está promocionando a base de doping, cuando su labor, a mi entender, es la de gestionar nuestro deporte, no el de matarle. No darle más palos.
¿Qué le viene a la cabeza si le nombro a Pat McQuaid?
No me viene nada. A mí nunca me ha hecho nada, pero está claro que él, como presidente, es el máximo responsable de que yo sea crítico con la UCI. Es la cabeza. Hace manifestaciones, no racistas, pero sí que el hecho de señalar a países como corruptos, no es lógico. Señor McQuaid, primero, corte su jardín y, luego, encárguese de cortar el de los demás.
«Los franceses que limpien lo suyo, que seguramente tienen mucho que limpiar»
Ayer (la entrevista se realizó al día siguiente del primer polémico vídeo) Canal Francia emitió un vídeo en el que se metía con el deporte español.
No lo he visto. Me ha pillado en el ferry y no he podido verlo. Me han dicho que había movida con Nadal...
Tras contarle el contenido del mismo...
Pues lo mismo. Los franceses que limpien lo suyo, que seguramente tienen mucho que limpiar y, luego, si quieren, que limpien lo de los demás. El señor Noah, que fue muy crítico con nosotros, dijo hace mucho tiempo que salía fumado a los partidos, así que eso es peor. Salir a un partido fumado son dos años de sanción. Primero, que se dedique a lo suyo.
¿Suele seguir el ciclismo de carretera?
Sí, suelo seguirlo, ya sea por televisión, por Internet, por Twitter... el mundo del ciclismo es muy pequeñito y al final, todos le damos vueltas a la misma manivela. Estoy metido en el mundo de la carretera. Me gusta y tengo muchos amigos ahí.
Volviendo a su especialidad, ¿cómo ve las nuevas generaciones?
Estamos muy bien. Tenemos a Coloma, a Mantecón, a Lejarreta, a Ruzafa... Hace muchos años, había uno y ahora estamos cinco o seis tíos entre los 25 primeros. Es un éxito. Cuando empezó el mountain bike en América, los españoles íbamos a que no nos doblaran y ahora vamos a luchar por estar entre los veinte primeros. Estamos gozando de una buena salud. Aunque sí que es verdad que en categorías juveniles nos está costando sacar tanta cantera como hacen Francia o Suiza, pero ahora mismo, en la élite, estamos cuatro o cinco ahí metidos. Si no estoy yo, pues coge Mantecón el relevo. No nos podemos quejar. Gustaría hacer como los belgas en ciclocross, que en el Mundial quedaron el uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete, pero... aunque eso tampoco favorece al deporte. Es malo.
¿Qué titular le gustaría ver en los medios este año?
Me molaría el de 'Hermida, finalmente, oro'. También el de 'Hermida se sale con la suya' estaría bien. Así ese le pueden poner en cualquier carrera que vaya (risas).
Entrevista a José Antonio Hermida
«Tuve la oportunidad de pasar a la carretera con Manolo Saiz, cuando estaba en la ONCE, y con el Mapei, cuando fue a por Cadel Evans, pero rechacé. Mi pasión es el mountain bike»
