¿Cómo estas viviendo estos días de maglia rosa?
Muy contento y muy feliz. Es una cosa nueva para mí, siempre había vivido esta experiencia justamente al contrario, siendo un gregario y dejándome la piel por el compañero que es el líder que ahora soy yo. Nunca había llevado encima un liderato de una gran vuelta y ahora mismo estoy encima de una nube de color de rosa
¿Se te hace extraño verte vestido de líder?
Completamente. Siempre soy de los encargados en proteger al líder, de que no le falte de nada y ahora es al revés. Los compañeros me vienen en carrera y me preguntan si necesito algo: agua, la chaqueta...están muy pendientes de mí para protegerme del aire. Me lo dicen a mí y me suena extraño... ¡pero no les digo que no, claro! La sensación es totalmente buena
¿Van a servir los más de tres minutos con Ivan Basso para aguantar la maglia rosa?
No, creo que no. Es una diferencia que no se puede aguantar viendo lo fuerte que está Ivan Basso, o al menos tal y como lo demostró en el Zoncolan, pero vamos a luchar día a día por este liderato y soñar con conseguir hacer un podium. Pasando la cronoescalada podremos empezar a plantearnos si podemos seguir soñando
Cuando cogiste el liderato decías que ibas a pensar en el día a día, ¿ahora ves Verona en el horizonte o aún queda lejos?
Quiero pasar la cronoescalada de Plan de Corones. Va a ser un test muy importante y con los resultados que salgan de ahí, estudiaremos el colchón de tiempo que me queda. Esta semana, de seis etapas que nos quedan, quitando una, todas son de ganar o perder tiempo. Igual que el año pasado el Giro no tenía nada la última semana, este lo tiene todo. En Plan de Corones me exigiré el 100% de mi mismo para perder lo mínimo y a partir de ahí empezaremos a hacer cálculos
Las cronos son tu punto débil, pero al fin y al cabo, Plan de Corones es cuesta arriba
Así es. Eusebio Unzué me dice que peor sería si estuviéramos ante una contrarreloj típica de una gran vuelta con
¿Cuánto esperas perder par salvar el día?
Entre un minuto y minuto y medio con Basso, Sastre y Cadel Evans estaría bien. Si fuera así puedo empezar a soñar con el podium. Con Basso tengo tres minutos y medio y quedan muchas etapas pero si todo va bien, donde más tiempo podría perder es en Plan de Corones y en Verona. Siendo optimistas, el viernes y el sábado son etapas en las que no podría perder más de un minuto porque no son finales tan duros como el Zoncolan. Pasando la cronoescalada con buena nota, podremos empezar a soñar... o a tener que despertar de este sueño y vivir la realidad
Todo esto después de haberte metido en una fuga, ¿pensaste que iba a pasar así?
No. Es cierto que era una etapa que todos teníamos marcada porque nos daba respeto. Era larga, exigente y encima con un tiempo que nos acompañó de maravilla (ríe). De salida hubo guerra porque enseguida teníamos terreno exigente. Los corredores que atacaban conseguían marcharse y pensé que, si por delante nos organizamos y por detrás no se podía montar una buena. Pensé en probar. Si me neutralizaban, al menos lo había intentad pero no fue así. Alguno se ha podido arrepentir de aquello.
Te has convertido en el nuevo Pereiro del equipo
(Ríe) Sí, así es. Son circunstancias de carrera, saber aprovechar el momento. Pero siendo realistas, en un mano a mano con Cadel Evans O Basso Hubiera sido muy complicado, estoy un escalón por debajo de ellos y por eso tenía q ue aprovechar mis oportunidades a base de escapadas. Aquel día no es que cogiera un buen colchón, ¡es que compré un 'Pikolin' de buena marca!
¿Qué sensaciones tuviste al subir el Zoncolan vestido de rosa?
Se me hizo una etapa muy diferente cualquiera que haya corrido. Me miraba a mi mismo y me decía, "pero si siempre voy de negro, y ahora estoy vestido de rosa". Solo con mirarlo me daba respeto. Fue muy diferente a todas las de más, y muy llevadera. En la subida final fui muy conservador pero tenía la experiencia del 2007 que se me atragantó. Este año prefería perder un poco más con los favoritos que quedarme en una rampa.
Antes de empezar el Giro, CAF.es te entrevistó. Entonces decías que, ahora que eres más mayor, tienes menos chispa, pero más experiencia, ¿lo notaste también en el Zoncolan?
Sí, sin duda. Cuando eres joven tienes la chispa, la ilusión. Lo haces todo con el corazón más que con la cabeza. Cuando pasan los años es al revés. Ahora sé como manejarme mejor. En los momentos malos, de crisis, cuando eres joven pierdes los nervios, ahora regulas más. El sábado supe estar tranquilo a pesar de que Nibali, Evans Y Basso nos estaban apretando mucho. Por eso voy con la cabeza fría, con tranquilidad. Yo tengo la maglia rosa y el resto son los que me tienen que atacar. Lo importante es no perder los nervios y que vayan pasando los días y aguantar con los mejores
¿Quién te da más miedo de los rivales?
Hay tres: Basso. Sastre y Cadel Evans. Vinokourov ya está lejos. Esos tres me da mucho respeto, han ganado grandes vueltas y han hecho podiums. Si mantengo esta regularidad estaré por ahí adelante.
¿"Por ahí adelante"?
Sí, estar luchando por el podium. Un cuarto o un quinto, habiendo vestido el rosa es ya de por sí mucho más de lo que esperaba cuando arranqué la carrera.
Entonces solo pensabas en el top-10, fíjate si ha llovido
Y yo diciendo ¡Por lo menos hacer noveno! Ahora se cumple ya ese objetivo y si todo va bien, creo que hasta un quinto se puede hacer y puedo sentirme satisfecho
Entonces, ¿pensar en la maglia rosa de Verona es descabellado?
Soñar, sueño con ello todas las noches pero luego te levantas y eres realista. Hay gente que dí a día va recortando tiempo y queda una semana larga y dura. Hay que pensar en el día a día