Kiko Galván: "Peter Sagan era mi ídolo ciclista; siempre ha sido un ejemplo para mí"

- ¿Por qué el ciclismo? Empecé antes a ir en bici casi que a andar. Se me dio bien y como no tenía mucho donde elegir, porque estudiar se me ha dado muy mal siempre, pues me tocó tirar por aquí. Comencé a competir con cinco años, porque no le veo sentido a entrenar sin hacerlo, y hasta ahora. - De no haber sido ciclista profesional, ¿cuál era el plan B? No lo he tenido nunca, aposté por el ciclismo porque no me quedaba otra. Aunque no vi claro que podía ser profesional hasta sub-23 de tercer año. - Tres palabras que te definan como ciclista. Agresivo y ya está. En realidad es una, bueno, ¡cuatro! - ¿Tienes alguna manía encima de la bici? Ninguna. A mí como me den la bici tiro para adelante. Confío bastante en los mecánicos. - ¿Es cierto que has llegado a tener físico de culturista? Sí. Cuando era juvenil y sub-23 me gustaban mucho el culturismo y las pesas, pero como no tenía en casa, usaba una bombona de butano. Llegué a pesar 75 kg, me puse muy fuerte. Lo combinaba con la bicicleta: salía a entrenar por las mañanas y por las tardes, sesión de gimnasio. Aún mantengo mucha espalda, y tengo más brazo que pierna casi. - ¿Quién era tu ídolo ciclista? Peter Sagan, que siempre ha sido un ejemplo para mí. No sólo en la bici, también como persona por su carácter desenfadado. - ¿Qué lección te ha dado este deporte? No sé si lecciones, pero lo que tengo claro es que el ciclismo te proporciona una disciplina alucinante. De cara al futuro, si con la bici no me va bien lo puedo aplicar a otros trabajos. El esfuerzo y el sacrificio que hay que hacer constantemente y tantos días fuera de casa, te vuelven más maduro. - Un sueño como ciclista. Antes era ser el primer español en ganar la París-Roubaix, pero se me ha ido perdiendo. Ahora te diría ser feliz, que últimamente me está costando, con varias caídas y golpes que he sufrido. - ¿Cuál es el próximo tatuaje? Porque seguro que hay un próximo... ¡Claro! En la cabeza; quiero hacerme la parte trasera completa, raparme entero y tatuarme todo. Ya lo intenté y me dolió muchísimo. Hasta anulé la cita y todo, pero tengo que volver. - ¿Cuál fue el primero? En la nuca, para que no lo viesen mis padres. A ellos no les gusta nada. - ¿Siempre habrá uno próximo por hacer? Es imposible pararlo; siempre ves huecos en blanco. Me queda la barriga, cuando me miro en el espejo me digo que tengo que taparlo pero ya. Y si veo que en el futuro me va bien con el ciclismo, me haré en la cara. Aunque ya llevo uno en el pómulo, que es pequeño y está debajo del ojo, quiero más. - ¿Hay algún hueco reservado en tu cuerpo para un tatuaje especial cuando llegue tu primera victoria como profesional? No tengo nada relacionado con el ciclismo en el cuerpo, no me gusta el típico tatuaje de bicicleta. La verdad que todo lo que llevo tatuado no tiene mucho sentido. Confío mucho en el tatuador, yo le digo que haga lo que quiera. - ¿Nunca te has planteado hacértelos tú? Lo he pensado, he estado a punto de comprarme una máquina y probar, pero no quiero cagarla. Mejor alguien que sepa. - ¿Y al colgar la bicicleta te gustaría montar tu propio negocio? Me gustaría montarme un estudio y tatuar a la gente. La verdad es que me encanta dibujar, aunque todavía no lo he llevado más allá. - ¿Dónde te ves dentro de diez años? Con la bici no creo que esté por entonces. Seguro que completamente fuera del ciclismo; una vez lo deje no quiero ser masajista, mecánico ni nada relacionado. Sólo me gusta ser ciclista. - ¿Quién te ha impresionado más dentro del pelotón? Además de Peter Sagan, que cuando lo vi de cerca no me salían las palabras, André Greipel. Me impactó lo grande que es, parece culturista. - ¿Qué titular te gustaría leer contigo como protagonista? Kiko Galván hace historia ganando la París-Roubaix. Me imagino en las duchas del velódromo, con los tatuajes al aire y todos haciéndome fotos. - ¿Cuál ha sido tu mejor día encima de la bici? Cuando acabé La Vuelta, al cruzar la última línea de meta en Madrid. Pensé que sería un sprint fácil y una etapa sencilla; fue todo lo contrario y se fue a muerte todo el día. - ¿Y el peor? Una etapa del Tour de Alemania del año pasado, que terminé quinto pero llovió muchísimo. Iba todo el rato pensando que al próximo repecho me iba a quedar y no me descolgaba, pero lo pasé muy mal. - ¿Cuál es la carrera en la que más has aprendido? La Vuelta a España, por ser tres semanas de competición y por todo lo que nos pasó con el COVID. Se fueron no sólo compañeros, sino mis mejores amigos. Era una carrera que tenía la ilusión de disputarla con todos y estuve una semana y pico yendo en una caravana yo solo muchas etapas. Únicamente pensaba en que se iba a acabar pronto.

Kiko Galván: "Peter Sagan era mi ídolo ciclista; siempre ha sido un ejemplo para mí"

Ante todo es "un ciclista diferente". En realidad, es mucho más que un ciclista. El catalán del Equipo Kern Pharma tiene tantos sueños aún por cumplir como tatuajes que dibujarse en la piel.

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