La carta a los Reyes Magos de Jaime Rosón

Tras dos años en el Caja Rural-RGA, el zamorano da el salto al Movistar, con el que desea estrenarse corriendo el Giro de Italia en 2018.

Ainara Hernando / Fotos: BettiniPhoto - PhotoGomezSport

La carta a los Reyes Magos de Jaime Rosón
La carta a los Reyes Magos de Jaime Rosón

Hace apenas unas semanas, Jaime Rosón ha hecho las maletas y se ha mudado a vivir a Mungia, una tranquila localidad vizcaína a apenas 20 kilómetros de Bilbao. “Se han juntado varias cosas. Necesitaba un sitio cerca del aeropuerto. Mi novia estaba estudiando un máster en Bilbao y además aquí hay puertos duros”, cuenta. Aún está en la fase de adaptación a su nuevo hogar. Compañeros para entrenar, no le faltan. Omar Fraile, Gotzon Udondo… “solo no voy a estar, eso seguro” y si le entra la nostalgia, dice que no se lo pensará. “Tiro para mi tierra, a Zamora, para ver a la familia. Allí también pasaré tiempo”. 

Lo que no ha cambiado Rosón es la dirección que ha debido tomar para la primera concentración invernal de pretemporada. Pamplona. Pero el hotel, los colores y la gente sí. Del Caja Rural-RGA, donde ha militado las dos últimas campañas, al Movistar. El gran salto. Él es una de las apuestas fuertes de Eusebio Unzue, un fichaje de calidad y sobre todo, de futuro a pesar de haberse visto eclipsado por el huracán que ha supuesto la llegada de Mikel Landa a la escuadra telefónica.

Rosón es una de las grandes apuestas, el valor en alza, una de las grandes perlas que se ha cultivado lentamente pero sin parar en el pelotón español. “Lo que determinó que fichara por este equipo es que querían contar conmigo para crecer en un futuro. Aprender el oficio sobre todo estos primeros años y ser una pieza clave en el futuro”, cuenta él.

Era el momento de dar ese gran salto, que ha venido seguido del de calidad que él mismo ha evidenciado esta última campaña. Rozó el triunfo en la 10º etapa de la Vuelta, donde estuvo escapado hasta el final camino de Alhama de Murcia, fue quinto en la Vuelta a Burgos, segundo en la Vuelta a Castilla y León y segundo también en el Tour de Croacia, que Nibali le ‘levantó’ gracias a un sprint intermedio. Su regularidad ha tenido el premio gordo con el contrato que ha firmado con Movistar. “Mi objetivo del año era pasar a un equipo World Tour y lo he conseguido”.

En su primera toma de contacto, la concentración que el equipo de Unzue realizó en Gorraiz, tuvo la oportunidad de conocer de cerca de los que a partir de ahora serán sus nuevos compañeros. A Rosón, como a todos, le dieron un papel con las carreras más importantes del calendario para que marcase cuáles le gustaría correr. “Como dicen ellos, es la carta a los Reyes Magos. ¡A ver si cumplen mis deseos!”. Ahora que vive en Mungia, también podrá pedírselos al Olentzero.

Él no duda, como los niños que esperan ansiosos a redactar su carta a Sus Majestades de Oriente para pedirles, por lo buenos que han sido, ese juguete que llevan todo el año esperando. El de Rosón es de color rosa. “Puse como objetivo principal el Giro de Italia”, desvela. “Ya he corrido dos veces la Vuelta, algo de experiencia tengo y me hace una ilusión especial el Giro”.

El zamorano cree que “de las tres grandes es la que mejor se me adapta. Son puertos largos, en los que no hay que empezar a tope desde abajo, que es lo que me mata y lo que más me penaliza, por ejemplo en la Vuelta, que los primeros cinco minutos son a tope. Eso ya me revienta. En el Giro creo que no es así. Como los puertos son más largos, se irá más tranquilo y se me puede adaptar a mis características. Ya he corrido la Tirreno-Adriático y me gustó mucho el ambiente. Ojalá que Eusebio decida llevarme”, desea. 

Ante la posibilidad de correrlo junto a Mikel Landa, que todavía no ha desvelado cuál será su calendario a expensas de conocer el recorrido de la ‘corsa rosa’, Rosón no duda en señalar que “iré a ayudarle en todo lo que esté en mi mano. Me gustaría que lo corriera, porque tener a un compañero que esté a ese nivel te motiva para seguir trabajando y cumplir sus deseos de poder reventar la carrera”.

Añade que “cuando fiché por este equipo ya sabía que había tres líderes, no creo que eso me corte la progresión porque la carretera pone a cada uno en su sitio y puede haber circunstancias de carrera que tu líder te diga que puedes arrancar. Mikel también iba de gregario en el giro e hizo tercero y en el Tour, cuarto. Y estaba para más. Nunca se sabe, sobre todo en carreras menores. Esas ya son palabras mayores, pero en carreras de una semana sí me gustaría ser, como cuando estaba en Caja Rural, una pieza clave”. Ahí fija sus metas: “Este año se me han dado bien y ahí enfocaré mi futuro”.

Sabe que “tengo que intentar ganarme el hueco. Es difícil pero con trabajo seguro que lo consigo”. Está ansioso por vestirse de azul: “Tengo ganas de correr ya. Es un nuevo equipo para mi y eso me motiva. Es lo que quería de pequeño y lo he conseguido”. Su debut, seguramente será en Mallorca, “un par de días y luego he pedido la Vuelta a Valencia”. No tardará mucho más en dar sus primeras pedaladas con Mikel Landa, Alejandro Valverde y Nairo Quintana. “Mejor tenerlos de compañeros que de rivales”, señala. “Si arrancan, ¡pues que se marchen! Menos tensión. Ahora tendré que estar pendiente de ellos pero de otra forma y seguro que aprenderé mucho a su lado. Cómo se manejan en carrera, cómo se alimentan y cómo descansan. Eso será muy positivo para mi”.