Markel Irizar: "Se están ofreciendo contratos a júniors que antes eran impensables"

El vasco, responsable del equipo de desarrollo del Lidl-Trek, nos concedió una interesante entrevista en la que arroja luz sobre el modo en el que en la actualidad se captan los cada vez más jóvenes talentos.

Luis Ortega (Ciclored).

Markel Irizar en una imagen de archivo. Foto: Rafa Gómez (Sprint Cycling Agency)
Markel Irizar en una imagen de archivo. Foto: Rafa Gómez (Sprint Cycling Agency)

El ciclismo se ha profesionalizado tanto que la labor de scouting que antes hacía Markel Irizar para el Lidl-Trek ya es común en todas las estructuras del World Tour. Por eso cada vez se mira más abajo en las categorías inferiores y se ficha a ciclistas más jóvenes para dar el salto al profesionalismo.

Irizar reconoce que hay una guerra por encontrar a los mejores júniors, pero que a ello contribuyen todas las estructuras. "Somos parte del problema. Pero si no estás ahí, no fichas". Por ese motivo nace en 2024 el equipo continental del Lidl-Trek, para hacer hueco a los corredores que todavía están verdes para pasar al WT.

Luis Ortega y Markel Irizar durante la entrevista
Luis Ortega y Markel Irizar en un momento de la entrevista. Foto: Antonio Alix

- ¿De qué se encarga Markel Irizar en el equipo de desarrollo del Lidl-Trek?

- El equipo Devo, que es de categoría continental, sirve para dar forma al scouting que llevábamos haciendo durante años con las categorías inferiores. Se estaba haciendo cada vez más complicado conseguir a chavales jóvenes porque todos pedían un equipo donde correr antes de dar el salto al World Tour. Con este equipo intentamos asegurarnos los ciclistas del futuro. Mi misión será coordinarlo todo. Desde la captación de talentos en júnior a la categoría sub-23 y ver quiénes pueden pasar al World Tour. De la dirección se va a encargar el hijo de Kim Andersen y el entrenador será Xabier Zabalo.

- ¿Por qué resulta tan complicado para un equipo profesional fichar a un ciclista de cantera? Ya no solo en júnior, sino que hay equipos que se aseguran los fichajes de corredores en su último año como cadete.

- Me ha pasado y nosotros ya estamos hablando con cadetes. Creo que es el efecto del fútbol. El ciclismo está de moda. Ha entrado dinero, las estructuras han crecido y se han profesionalizado. Antes no había gente suficiente para dedicarse a esta labor de scouting. Ahora la gran mayoría de los equipos tienen. Todo eso ha acelerado mucho el proceso y es casi una guerra el conseguir los fichajes de talentos jóvenes. Se están ofreciendo cantidades, condiciones y contratos de varias temporadas que antes eran impensables. Siempre digo que nosotros formamos parte del problema. Pero si no estás ahí, no fichas a nadie.

- ¿En qué datos os fijáis para contratar a los ciclistas jóvenes?

- En los datos físicos, claro. Los resultados. Y ver cómo manejan la bicicleta. Ahora mismo la técnica es muy importante. Por eso hemos fichado a Óscar Sáiz, que es un entrenador de técnica, y lo tenemos en exclusiva para nosotros. Creemos que ahora mismo es fundamental porque somos una marca de bicis. También cuentan la personalidad y el entorno del ciclista. Que si un chaval vuela pues lo tienes que coger, pero no sólo queremos que sean buenos atletas, sino además embajadores de las marcas que representan.

- Pero en toda esa lista de cualidades que buscáis en un ciclista, ¿en qué medida cuenta el vatio/kilo?

- Es fundamental. Si no hay vatio, no hay resultado. Hay muchas cosas, pero siempre valoramos la capacidad de mejora y de optimización del ciclista. En qué momento se encuentra. Y la capacidad psicológica para asumir todo lo que se le viene encima como ciclista profesional. Mi labor va a ser ayudarles y guiarles en ese camino hacia la élite.

- Estos ciclistas que llegan tan jóvenes al profesionalismo, ¿con qué margen de progresión cuentan en los próximos años? 

- Si me haces esta entrevista hace cinco años te digo que Remco no iba a andar nunca, que Ayuso iba a reventar el segundo año y que Carlos Rodríguez había pasado demasiado pronto. Me toca comerme las palabras y lo que dije hace cinco años no vale para nada. Me he equivocado en todo. Está cambiando tanto el ciclismo que lo que digamos hoy no va a valer para dentro de unos años. A nivel físico, aunque parezca extraño, siguen progresando. Ayuso fue con Matxin en júnior y ahora es una estrella. Participó en el Giro sub-23 muy joven y arrasó; el primer año de profesional acabó tercero en la Vuelta. Yo decía que estaba demasiado optimizado y mira. Me equivoqué de lleno. Creo que psicológicamente aguantarán 10 ó 12 años porque por detrás también vienen fuerte y cuando sean mayores dirán, ahora tengo que hacer el doble que cuando tenía 18 años para conseguir lo mismo. Cuando consigan sus objetivos se saciarán y lo dejarán pronto como Sagan, que debutó joven y se ha retirado joven. Casos como el de Valverde no creo que se repitan. Él es una excepción en todo.

- ¿Tu labor en el equipo Devo es decir a los chavales de 18/20 años que todavía no andan con Ayuso, tranquilos, tenéis tiempo para madurar?

- A ver. Yo voy a seguir dirigiendo al World Tour, pero seré más un filtro para ver fichajes y quién sube al WT. Luego serán Luca Guercilena, Josu Larrazabal y el resto del equipo técnico los que tomen la decisión final. Mi experiencia de 17 años en el World Tour debe servir a los chavales para diseñarles un timing adecuado para cada uno. Quiero que tengan éxito en el Lidl-Trek, pero si no es así y salen del equipo pretendo que cuando acaben su carrera deportiva pueda ir a visitarles, tomar un café y ver que han invertido bien el dinero y están sanos. Y que no son unos juguetes rotos, lo que me haría sentir responsable.

- ¿Ese interés por la formación del ciclista joven como persona es parte de la filosofía del Lidl-Trek?

- Sí, claro. Es parte de la filosofía empresarial. Estamos patrocinados por dos familias. Los dueños de Lidl y Trek son personas, no fondos de inversión, y eso tiene mucho que ver en nuestra forma de hacer las cosas. Es un ambiente familiar que transmite la marca y se traslada al equipo. Somos una familia y por eso me siento responsable. Ahora intento diferenciar y cuando algún corredor te dice que no quiere estar con nosotros no me lo tomo de forma personal. Prefiero acabar bien con el joven ciclista y quizás en el futuro pueda fichar con nosotros. Los valores que Luca Guercilena nos ha transmitido los estamos empleando. Se ha hecho una transición de Trek-Segafredo a Lidl-Trek. Ahora somos más grandes y tenemos más dinero y recursos, pero queremos seguir siendo humildes. Sin renunciar a lo más alto, pero sin perder la ética. Ganar sí, pero no a cualquier precio.

- ¿Han complicado mucho los fichajes la entrada de los representantes de ciclistas?

- Cuando yo era ciclista había equipos que no querían que los corredores tuvieran mánager. Eso ya es imposible. Hacen su labor; con unos tengo mejor relación personal que con otros. Hace poco, con la misma agencia fichamos a un corredor joven muy interesante y el mismo día otro de esa misma agencia nos respondió que no. Y le dije, mira, ha sido un día duro porque habíamos puesto mucha ilusión en ese fichaje, pero hay que estar a la altura y te agradezco tu labor. Porque haya un mánager representando a un ciclista no le voy a ofrecer mejor contrato que si no lo tiene. Existen unas reglas del juego y una ética. A veces se piensa que los equipos sólo trabajan con un mánager y fichan a corredores de su cartera. Eso con nosotros no va a pasar.