Mireia Benito: "Me gusta trabajar por el equipo y jugar al ataque mediante escapadas"

MI ÍDOLO ERA MICHAEL JORDAN. No levantaba un palmo del suelo y mis padres ya me llevaban a corretear por el monte junto a mi hermano. No nos dejaban pasar mucho tiempo delante de las pantallas y nos planteaban retos como subir el Aneto con diez años. No sabéis cuánto se lo agradezco. Llegó la adolescencia y me apunté a baloncesto, mi ídolo era Michael Jordan. Disfrutaba de los entrenamientos y partidos, pero no mejorar al ritmo que quería me llevó a una frustración constante. En 2017 el médico me recomendó fortalecer los cuádriceps mediante la bicicleta. Me pareció uno de los deportes más peligrosos, estresantes y aburridos que había probado, pero comencé a ver una progresión notable y llegó un punto que tenía más deseo por esos entrenos de recuperación que por los de basket. LAS FUGAS... ¡QUÉ SENSACIÓN! El primer año apenas terminé una carrera, pero pronto empecé a meterme en escapadas y nunca me había sentido tan viva. Aunque en muchas pasaba de estar en fuga a intentar terminar dentro del control, merecía la pena. No necesité más motivos para dedicarle cada vez mayor esfuerzo a lo que me hacía feliz. UN AÑO PARA INTENTAR LLEGAR A SER PROFESIONAL. Los Campeonatos de España 2019, mi primer podio en una carrera nacional, fueron el punto de inflexión. Hablé con mi entrenador, Marc Vilanova, y le pregunté si creía que podría llegar a profesional. Contestó muy convencido que sí. Mi familia lo veía igual y les pedí soporte económico para perseguir ese objetivo. Hicimos un pacto: cuando finalizara los estudios -Grado de Biotecnología, Máster en Biología Molecular y Biomedicina y Máster en Formación de Profesorado- me darían un año (2022) para centrarme en el ciclismo y ver si lo conseguía. MASSI-TACTIC, SÍMBOLO DE CRECIMIENTO. Es la palabra para resumir estos cuatro años. Con Massi-Tactic he aprendido todo lo que sé de ciclismo, creyeron en mí y me llevaron donde estoy ahora. Directores, staff y compañeras se convirtieron en parte de mi familia. Compartimos momentos increíbles y otros muy complicados que me hicieron más fuerte. Mejoré obedeciendo a los directores y ayudando a las compañeras. Es clave entender que el éxito de una corredora beneficia al equipo y viceversa. Valoro mucho haberme formado en un equipo de casa y que quizá pueda servir de precedente a otras ciclistas. CUATRO PILARES. Estoy agradecida a muchas personas, pero nombraré a cuatro fundamentales. Quim Arroyo dinamitó mi vida ciclista, me inició en la competición cuando yo ni siquiera quería. Marc Vilanova tomó su relevo y me enseñó cómo funciona el rendimiento deportivo, sus parámetros y a trabajar con los datos de potencia. Me creó la ilusión de ser profesional. De Carlos Fernández, que llevó mis entrenos durante el año que intenté dar el salto, destaco su inteligencia, energía y un perfeccionismo contagioso. Y tengo la suerte de haber crecido cuatro años junto a Belén López. Su manera de ver la vida me calmó en momentos donde lo más fácil era dejarlo todo. Me enseñó que la obsesión por estar fina no sirve más que para pasarlo mal. CLIC MENTAL EN 2022. Mejoré físicamente, pero experimenté el mayor cambio a nivel mental. Trabajé con la psicóloga deportiva Carla Alfonso, que con sus palabras me animó a quitarme presión y a disfrutar sobre la bici. Mireia Benito en una imagen de la pasada Volta a la Comunitat Valenciana Femines. Foto: Rafa Gómez (Sprint Cycling Agency) MAVI Y ANE AÚN ESTÁN LEJOS. Son grandísimas ciclistas, han demostrado ser talentos mundiales. Me queda un largo camino, necesito seguir trabajando en los entrenos y aprender de las compañeras de equipo y de selección, donde espero compartir más aventuras y experiencias. UN FICHAJE PECULIAR. Mi padre sufrió una grave caída en bici -se rompió la cadera- que lo dejó un mes y medio postrado en el hospital. Disputé la Vuelta a Andalucía y al acabar me tocó quedarme para cubrir una baja. Mi padre me dijo que allí tampoco le ayudaría y compitiendo podía distraerlo con alguna fuga. Siguiendo las instrucciones de Manel Gonzalo, que supo leer a la perfección la Clásica de Navarra, estuve fugada más de 100 km y terminé 4ª. En la Itzulia conseguí el liderato de la montaña, pisando por primera vez un podio WT. Antes de regresar me llevé la combatividad en la Vuelta a Burgos. Tras este bloque de carreras ya tuve un par de reuniones con equipos que llevaban tiempo siguiéndome. Llamé a mis padres para contarles que su ayuda había merecido la pena y que en 2023 cumpliría el sueño de ser profesional. Aún se me llenan los ojos de lágrimas. ALL-ROUNDER. Me frustraba no poder clasificarme como escaladora o sprinter, pero he perdido la necesidad de etiquetarme. Me gusta trabajar por el equipo y jugar al ataque mediante escapadas, sobre todo en las jornadas de media montaña. Podría encajar como all-rounder o rodadora, aunque más bien me considero una inconformista; estar en el pelotón me aburre. ASHLEIGH MOOLMAN. Hay corredoras a las que me gustaría conocer más, por sus resultados y lo que transmiten. Elisa Longo, Kristen Faulkner, Lizzie Deignan, Marianne Vos, Ashleigh Moolman Pasio... Con Ashleigh ya he compartido unos días en la concentración del equipo AG Insurance-Soudal QuickStep. Tiene un liderazgo potente y positivo que nos servirá para aprender y lidera proyectos muy interesantes para ayudar al ciclismo femenino. Es un referente. CALENDARIO Y LAIA BOSCH. Me pilló desprevenida que en el equipo me preguntaran qué me motivaba correr, pensé que me limitaría a trabajar en las carreras que considerasen. La Vuelta me hace especial ilusión y le tengo mucho cariño a la reVolta; sueño con disputar una Volta a Catalunya por etapas. Laia Bosch corre en el filial y es bonito tener a alguien de tu nacionalidad en el equipo. Dará mucha guerra; tiene el talento, las ganas y la actitud para llegar muy lejos. EL CICLISMO FEMENINO MEJORA. Estamos a las puertas de una profesionalización que disminuirá la cantidad de equipos continentales, aunque los que se mantengan lo harán con unas condiciones más adecuadas. Los últimos dos años he visto un cambio: hay más inversores y equipos masculinos incorporan uno femenino con su infraestructura. Pondría los mismos sueldos, premios y condiciones, pero de momento no es algo realista.

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