Estandarte hasta el pasado año del proyecto de moda en el ciclismo español, una vez llegado al World Tour de la mano de Red Bull-BORA- hansgrohe, Roger Adrià (Barcelona, 1998) ha necesitado muy poco tiempo para reclamar su espacio entre los nombres más destacados del pelotón nacional.
Hábil en terrenos sinuosos y dotado de una valiosa punta de velocidad, sobre todo en finales en repecho, el catalán aspira a convertirse en una de las referencias principales en grandes clásicas como Lieja, Lombardía, Amstel o Flecha Valona. Aunque prefiere no pensar en generales, su papel en montaña en el final de la pasada Vuelta resultó tan meritorio como valioso en la conquista de la cuarta roja de su jefe de filas, el esloveno Primoz Roglic.

RÁPIDA ADAPTACIÓN
- ¿Qué balance haces de la temporada?
- En general, positivo. Ha sido mi primer año en un equipo extranjero, dentro además del pelotón WT, y he acabado con sensaciones muy positivas, con mucho optimismo de cara a la próxima temporada.
- ¿Qué cambia de una estructura profesional pero más familiar como Kern Pharma a pasar a una de las grandes formaciones del World Tour?
- Muchas cosas, sobre todo el tamaño de todo y la cantidad de gente que hay en cada área. Tenemos un montón de profesionales detrás, mucho control en todo y al final eso marca la diferencia. Se trata de otra forma de correr, otra forma de ver el ciclismo y además con la oportunidad de aprender al lado de grandes nombres como Roglic, Vlasov o Hindley.
- Has completado un año muy regular, incluso desde tus primeras carreras en el equipo.
- Siempre hay que dar tiempo a cualquier cambio, sobre todo al principio. No diría que me ha costado, pero en las últimas carreras, a partir de la segunda mitad de la temporada, me encontré más adaptado a ese cambio y pude empezar a rendir a mi mejor nivel.
- A partir de la segunda mitad de La Vuelta se notó un salto importante en tu rendimiento.
- Sí. Aprovechando ese ritmo que me dio La Vuelta y la forma física que me dejó en las piernas, pude mostrar mi máximo nivel en las siguientes carreras. De esa manera llegó mi victoria en el Gran Premio de Valonia, una prueba con un final duro y que se adapta bien a mis características.

- ¿Qué te paso en esa primera parte de La Vuelta?
- Estuve enfermo durante la primera semana y fue duro, tuve que sufrir para seguir en carrera y pasar el trago lo mejor posible. Fueron momentos bastante difíciles, pero por suerte pude continuar en competición para después mostrarme a buen nivel. Personalmente me quedo con esa parte, con que no me rendí y fui capaz de ser importante dentro del equipo al final, aportando y poniendo mi granito de arena para ganar la general con Roglic.
- ¿Sabéis ya qué sucedió el día de Picón Blanco?
- No lo sabemos a ciencia cierta, pero tenemos claro que fue algún tipo de virus estomacal que entró dentro del equipo y nos acabó afectando a todos. Unos días antes o unos días después, terminamos cayendo. Dentro de carrera estás un poco aislado y no te enteras de todo lo que va sucediendo, pero ya en meta ves la gente que se ha retirado y comprendes que es una situación difícil. Nos quedamos sólo cuatro corredores para defender el liderato de Primoz.
- Un día después del susto en Picón Blanco pudisteis celebrar el triunfo en Madrid.
- Fue impresionante, un sueño llegar al final de La Vuelta dentro del equipo que ha ganado una carrera de tres semanas. Una grandísima experiencia.
- ¿Esperabas estirar ese buen momento hasta citas del máximo nivel como el Mundial o Il Lombardia?
- Sí. De hecho, mi objetivo en ambas carreras era acabar dentro del top 10 y me quedé justo a las puertas; terminé undécimo las dos. Pensaba que tenía el
nivel y la forma, llegaba en muy buenas condiciones y al final depende un poco de las situaciones de carrera. Sabía que podía estar ahí y de cara al futuro me gustaría pelear por subir al podio.

LA TEMPORADA DE LA CONFIRMACIÓN
- ¿Qué espera ahora el equipo de ti? ¿Qué te piden para el año que viene?
- Esperan que continúe en la línea ascendente que he llevado durante toda la temporada 2024 y sobre todo mantener la progresión del último mes. Sólo siguiendo así a ese nivel, con mejorar un poquito puedo hacer cosas importantes.
- ¿Y personalmente qué objetivos te marcas?
- De forma global lo mismo que el equipo: mantener esa buena línea y continuar con la progresión que he ido llevando, sabiendo que de esta manera llegarán los resultados. En cuanto a carreras concretas, de momento es pronto para marcarme objetivos ya que seguimos definiendo el calendario, pero me gustaría llegar lo mejor posible a la semana de las Ardenas y después volver a La Vuelta, que es una carrera que me encanta.
- ¿Se notó la llegada de Red Bull a la estructura una vez iniciada la temporada?
- Sí y no. Ya se trataba de un equipo muy grande antes de la entrada de Red Bull, aunque es cierto que el presupuesto ha crecido y que se van notando los cambios. Lógicamente, si tienes el doble de dinero puedes acceder a más personal y recursos. Durante la temporada el cambio no fue muy, muy grande, tampoco lo puedes hacer en mitad de la misma. Pienso que se notará más en los próximos años.
- Se han fichado corredores muy importantes y además se ha creado un nuevo filial sub-23 con ciclistas como el campeón del mundo júnior. ¿Cómo ves el proyecto de Red Bull-BORA-hansgrohe para el año que viene?
- Se han hecho muy buenos fichajes y tenemos uno de los mejores bloques del World Tour. Además veo a todos, tanto a los corredores como al staff, con la ambición muy alta.
- El año que viene coincidiréis en el equipo Oier Lazkano y tú, dos corredores que habéis seguido una trayectoria muy destacada desde categorías inferiores.
- Nos conocemos desde hace años, hemos coincidido desde juveniles y compartimos muchas carreras durante todo este tiempo. Su perfil viene muy bien al equipo, ya que es un ciclista que puede ayudar en las grandes vueltas y también resultar importante a título personal en el bloque de clásicas.

MADURACIÓN TRADICIONAL
- Has sido un ciclista de maduración clásica en España. Tres años como amateur, paso por un ProTeam y estreno en el WT en 2024. ¿Cómo ves el modelo que se está implantando de subir a los chavales juveniles a equipos Continentales sin pasar por sub-23?
- Ni bien ni mal. Cada uno tiene sus tiempos y me parece perfecto que los corredores que estén preparados para dar ese salto lo hagan. Sin embargo, también hay que entender que no todo el mundo sigue el mismo proceso en su desarrollo. Por eso no hay que descartar a los chavales que con 18 o 20 años todavía no se encuentren disputando carreras con los mejores, ya que pueden explotar más tarde como es mi caso o el de muchos otros. Vamos dando pasos más pequeños, pero al final todos acabamos en el mismo sitio. Me parece importante que se concedan oportunidades a todos y que se confíe en que se puede llegar arriba independientemente de la edad.
- Pasaste siete temporadas dentro de la estructura que hoy patrocina Kern Pharma, cuatro de ellas como profesional. ¿Cómo viviste la gran irrupción del equipo durante La Vuelta?
- Fue impresionante. Aunque Castrillo, Berrade o el propio Pau Miquel son corredores de un gran motor, siempre es difícil plasmarlo con resultados como los que ellos consiguieron. En La Vuelta se les dio todo de cara para sumar tres victorias de etapa, algo casi impensable para un equipo así. Fue superemocionante, sobre todo el día del primer triunfo de Pablo, el de la muerte de Manolo Azcona. Fue una jornada muy emotiva para todos los que hemos formado parte de la familia de Lizarte y Kern Pharma.
- ¿Cómo se convive dentro del pelotón con un ciclista tan dominador como ha sido Tadej Pogacar esta temporada?
- Desde dentro del pelotón esa superioridad que transmite es incluso mayor a lo que se ve en televisión. Pienso que Vingegaard, Primoz o Remco son los únicos que se pueden acercar a su nivel en pruebas por etapas, pero esta temporada ha estado increíble y ha puesto las cosas muy difíciles a todos. Pero hablamos de grandes campeones, tengo la suerte de coincidir con Primoz y ni él ni el resto se van a rendir. Seguirán trabajando para llegar a su nivel e intentar batirle.
- ¿Qué pasó por tu cabeza cuando arrancó a más de cien kilómetros para el final del Mundial?
- En ese momento pensé que se había vuelto loco. Irse solo a 100 kilómetros de la meta en un Mundial es una barbaridad y más viéndolo ahí, en carrera, cuando más te duelen las piernas. Me parece increíble sólo que se le pasara por la cabeza.

Adrià se olvida de las generales
CLÁSICAS Y TRIUNFOS DE ETAPA
Aunque ha dejado patente que si se le necesita es capaz de superar en cabeza la alta montaña, Roger Adrià no mueve su hoja de ruta y seguirá trabajando con la prioridad clara y decidida de disputar la victoria en varias de las grandes clásicas del calendario, sobre todo durante la semana de las Ardenas y a final de año en Il Lombardia y el Campeonato del Mundo, siempre que el trazado se adapte a sus cualidades. Eso no significa que el barcelonés renuncie a las carreras de tres semanas, donde puede cumplir un doble rol de cazador de etapas y gregario de lujo en terrenos duros. "Pienso que mi futuro en grandes vueltas pasa por luchar por las victorias parciales; estoy convencido de que puedo convertirme en un buen cazador".
Consciente de sus virtudes, el catalán conoce mejor que nadie qué puesto puede desempeñar en cada momento del curso. "Al final, cuando tienes mis características para disputar clásicas, puedes ocupar un rol que también se adapta al objetivo de perseguir los triunfos de etapa en cualquier competición. Además, en esas carreras, como ya vimos en la pasada Vuelta a España, puedo desempeñar un papel de soporte en montaña para los líderes de mi equipo".

En ese sentido, aún sin conocer el calendario de la próxima temporada y con un único año más firmado con Red Bull-BORA, confirma sin marcar plazos que le encantaría debutar en la gran ronda gala. "Como todos los ciclistas me gustaría disputar alguna vez el Tour de Francia, la carrera de referencia para la mayoría". Por último, descarta sin titubeos y de forma tajante la posible reconversión para intentar asaltar en el futuro un puesto de honor en cualquier prueba de tres semanas. "Pienso sinceramente que las generales no se adaptan a mí ni a mi estilo de correr".
Futuro candidato a medallas
FIJO EN LOS ÚLTIMOS MUNDIALES
El dato puede pasar desapercibido, incluso valorando que se trata de algo aún más encomiable si añadimos que hasta 2024 había competido para un conjunto ProTeam como Kern Pharma, lo que por calendario y experiencia dificulta en cierta manera el acceso al combinado nacional. Sin embargo, resulta evidente que Roger Adrià se ha convertido en pieza básica y casi imprescindible dentro de la selección española en los Campeonatos del Mundo. Y es que de los 22 ciclistas que han participado con España en la prueba élite de alguno de los cuatro últimos Mundiales, sólo él ha completado el pleno.
Más allá de la confianza del seleccionador o de ciertas vicisitudes como la negativa de algunos equipos a ceder a sus corredores en Australia, el apunte revela tanto la polivalencia del catalán como su disposición a no perderse bajo ningún concepto una prueba en la que ha ido adquiriendo experiencia hasta alcanzar un admirable undécimo lugar en Zúrich, donde cedió del reducido grupo de favoritos en la última vuelta y se mostró como la mejor baza del combinado nacional junto a Enric Mas, a pesar de que de salida parecía uno de los señalados para trabajar en favor de ciclistas de mayor renombre.

Adrià, que también disputó dos Mundiales como sub-23 -Innsbruck y Yorkshire-, afronta ahora tres oportunidades para seguir demostrando su crecimiento en una de las carreras estrella del calendario, ya que Kigali (2025), Montreal (2026) y Alta Saboya (2027) parecen adaptarse bien a sus cualidades. Mundiales duros, de salida perfectos para escaladores, pero en los que un ciclista de su corte es capaz de pelear las medallas si llega a la salida en su mejor estado físico. Si Pogacar lo permite, después de Freire, Valverde o Joaquim Rodríguez, España podría contar de nuevo con un sólido contendiente a las medallas.