«Mi objetivo es terminar entre los diez primeros y no me echaré atrás para buscar una victoria de etapa»
Fotos: Tim de Waele
Dispuesto a mejorar el décimo tercer puesto que conquistó en 2008, Roman Kreuziger apunta alto sus objetivos para el Tour de Francia. El checo no se arruga y señala sin tapujos que su meta es hacer un 'top-ten' en los Campos Elíseos parisinos y avisa de que, si en la última semana se encuentra con buenas sensaciones no dudará en buscar sus oportunidades para lograr una victoria de etapa. Tras disputar
¿Cómo llegas al Tour de Francia?
Llego en un gran estado de forma después del descanso que disfruté en mayo y
En
Personalmente, no. Dos equipos fueron patrones de la carrera: El Columbia y el Saxo Bank y para el resto de corredores hubo muy poco espacio de movimientos. La espina que s eme queda clavada es la de la antepenúltima etapa, donde estuve muy cerca de ganar pero, de todas formas, lo importante era demostrar que puedo estar delante y ser uno de los mejores de la carrera, y lo conseguí.
Así pues ¿llegas confiado al Tour?
Sí, muy confiado. Estoy andando tal y como quería y pretendía y todo ha marchado tal y como lo habíamos planeado. Llego a esta cita en mejores condiciones que en 2008.
Después del 13º puesto en la general del año, un sexto en una etapa y dos octavos más, ¿Cuál es tu máximo objetivo en esta edición?
El principal, terminar entre los diez primeros de la general final. Si me veo con fuerzas en la última semana de carrera buscaré mi terreno y mis ocasiones para intentar lograr un triunfo de etapa. Si estoy bien, no dudaré en intentarlo y no voy a echarme atrás. Pero, como siempre, la que decide todo es la carretera. Ahí encontraré la respuesta a mi condición física para lograr mis objetivos.
¿Es posible mejorar esa notable participación del año pasado?
Soy un corredor joven y el margen de mejora siempre está presente. Además, de cada carrera hay cosas que aprender, y el Tour de Francia es la mejor escuela de ciclismo posible.
¿Te propones luchar por el maillot blanco de la clasificación de los jóvenes?
Lo veo difícil. Mi objetivo es hacer una buena general y, si después llega con ello el premio al mejor joven me sentiré muy satisfecho pero habrá una gran lucha por ella: Andy Schleck y Robert Gesink, por nombrar solamente a dos de los muchos corredores que entrarán en esa pelea y lucharán muy fuerte por lograr este premio.
Con la ausencia de Ivan Basso ¿los galones del Liquigas los llevarás tú o Vincenzo Nibali?
El Liquigas-Doimo es una escuadra fuerte que se presenta con varios líderes. No veo competencia alguna con Nibali, al igual que tampoco la contemplo con Franco Pellizotti. Trabajaremos todos juntos para atacar a nuestros rivales y haremos de la unión una fuerza. Con la mentalidad de equipo podremos apuntar muy alto. Ése espíritu marcará la diferencia.
¿Qué te parece el recorrido?
Como siempre, el Tour no es una carrera fácil. Los traslados, el calor y la presión son factores externos que condicionan de gran manera las tres semanas de carrera. Acerca de las etapas, lo veo más complicado que el recorrido del año pasado. Para mis dotes de resistencia, puede ser mejor y más adaptado.
¿Quiénes lucharán por el maillot amarillo?
Cadel Evans y Alberto Contador han preparado a conciencia esta cita y estarán seguro en la pelea. Mientras tanto, Denis Menchov y Carlos Sastre vienen de hacer un gran Giro de Italia y la motivación con la que llegan será muy alta. Por otra parte, Armstrong es aún una auténtica incógnita. Personalmente, creo que este año habrá muchos corredores jóvenes emergentes que lucharán por el triunfo final.
Tras tu gran temporada 2008 y la victoria en Romandía y tu buen rendimiento en Suiza, muchos te señalan ya como el relevo generacional del ciclismo especialmente para las grandes vueltas ¿Sientes esa presión?
Eso suelen hacerlo precisamente los mismos que son, seguro, ése relevo ya confirmado. Es difícil juzgarse a uno mismo en esos términos. Ahora tengo en mente el Tour de Francia, donde saldré muy tranquilo y confiado en mis fuerzas, esperando ser lo más competitivo posible. Es obvio que la presión se deja sentir pero hace falta también saber controlarla si se quiere ser uno de los grandes.