Xavier Cañellas: "Mi sueño sería estar en un equipo World Tour durante muchos años"

PISTA O CARRETERA. Me han hecho esta pregunta un montón de veces. Ambas disciplinas me gustan mucho, pero ahora me estoy centrando en la carretera y la pista la tengo aparcada. No sé hasta cuándo; la carretera me da más juego y mayor protagonismo. Y me gusta mucho más. Cada día es diferente, los hay buenos y malos, mientras en la pista las competiciones son siempre iguales. La parte buena es que son cortas y muy estratégicas, pero prefiero la carretera. LA ADRENALINA DEL SPRINT. Es mayor que en la pista, aunque depende, eso sí, de las pruebas. Si es una puntuación, la final es más larga y tienes mayor dolor de piernas, pero adrenalina como tal hay mucha más en un sprint masivo porque debes estar con mil ojos durante bastante tiempo. Se te pone el cuerpo a cien y vas todo el rato muy tenso. En la pista dispones de más tiempo para recuperar. LA PISTA EN EL ADN. Como buen mallorquín, aquí todos pasamos por ella, ¡hasta Enric Mas! Aprendes a saber en qué momento gastar fuerzas y en cuál no; para la carretera va muy bien. Yo empecé con seis años y medio. Me metí en el velódromo de Son Moix por un vecino mío que era ciclista, Félix. Se lo dijo a mis padres y como de pequeño era muy nervioso y no sabían cómo calmarme, probaron con la bici ya que el fútbol no daba resultados. Compaginé ambos deportes dos o tres años, pero llegó un momento que mis padres me pidieron que eligiera. No era factible tener un partido de fútbol y una carrera en el mismo día. Me decidí por la bici, una buena elección. COMPETITIVO DESDE SIEMPRE. He disfrutado con la bici más que con nada. En el fútbol tenía la sensación de que las victorias no eran tan mías, es un deporte más grupal y a veces ni siquiera intervenía. No me sentía partícipe. Desde el primer momento que cogí la bicicleta me picaba con la gente haciendo sprints y carreras, eso me motivaba mucho. Y lo sigue haciendo, cada día siento que me gusta más. Este es un deporte que si se te mete dentro ya no logras sacártelo nunca. UN SPRINTER NACE, NO SE HACE. Es una técnica que debes llevar dentro y cultivarla después. Mucha gente que empieza con edades más avanzadas les cuesta aprender, encontrar los huecos, ver por dónde salir. Con eso tienes que nacer, lo debes traer de serie. De todas formas, ya no soy sprinter; ahora me considero puncheur... MI EVOLUCIÓN. Me considero un corredor hábil en montaña que luego es rápido en las llegadas. Es un cambio que hice el año pasado y que he notado mucho. Ahora subo muy bien y si entro en un grupo que sea el de cabeza, si no gano hago el segundo. Si me meto en carreras de media montaña, los ciclistas que pasan los puertos no suelen ser velocistas y para mí es más fácil un sprint contra escaladores. CAMBIO DE MENTALIDAD. Veo las carreras de otra manera; esa ha sido realmente mi gran revolución. Pensaba que era un sprinter puro pero nunca he tenido un cuerpo como tal, no peso 80 kilos. Por eso empecé a centrarme en pruebas de media montaña al ver que mis datos subiendo eran buenos. Comencé a trabajarlo más y me ha dado resultados, el mayor de todos el podio del año pasado en Ordizia junto a Simon Yates. La tenía apuntada y en todo momento sabía lo que tenía que hacer. También el Campeonato de España en casa, en Mallorca, donde me di cuenta de que podía estar con los mejores. Ahí me dije que este era mi terreno. No ha sido un trabajo físico sino mental, de conocerme mejor. Me ha dado mucha confianza en mí mismo. EL APRENDIZAJE EN EL CAJA RURAL. Fue el equipo que me dio el paso a profesionales y me aportó mucho, sobre todo la gente que me he encontrado, que me han ayudado incluso una vez ya fuera del equipo. Directores, corredores, masajistas... me han enseñado la profesión y me quedo con esas amistades. Aprendí dónde estaba mi trabajo y mi sitio en cada competición. También sé que cometí muchos errores, actuaba en ocasiones sin pensar, a la primera que me venía, y luego me arrepentía de ser demasiado impulsivo. Eso lo he ido corrigiendo y ahora estoy más calmado y con mayor estabilidad emocional. Por mi parte, me gustaría regresar porque al año de salir de allí sentí que me quedé estancado. Mentalmente fue duro, pero me he sabido recomponer. He visto los errores que cometí y creo que he ido subsanándolos. SUEÑOS SOBRE LA BICICLETA. Sería estar en un equipo World Tour durante muchos años. Y el segundo, ganar una carrera de máximo nivel, me da igual cuál. Antes fantaseaba con la Milán-San Remo, pero con este cambio mental que vengo haciendo veo otras carreras: una etapa en Tirreno-Adriático, Romandía, Dauphiné... verme disputando carreras WT con gente de mi perfil, de media montaña, sería mi sueño. Siento que voy dando pasos adelante cada año. Ojalá sea longevo en este deporte como el Bala. Es el ciclista que más me ha impresionado en el pelotón. Es admirable, he corrido con él y se muestra muy respetuoso con todo el mundo. Como él, ninguno. Aparte de por las victorias, me gustaría parecerme a él en esa faceta personal, por la humildad que siempre tiene. Es un tío espectacular. PAREJA CICLISTA. Tengo la suerte de contar a mi lado con Yurani Blanco -corredora del Laboral Kutxa-. En Mallorca somos pocos profesionales y poder salir a entrenar con alguien que rueda a tu nivel es un lujo. Si encima es tu pareja, pues ya resulta ideal. Me aguanta en las buenas y sobre todo en las malas; me entiende como nadie. Depende del entreno que tengamos, a veces debo apretar el culo bien para soltarla. Se ha convertido en una ciclista muy constante y regular, de mucha calidad. Es un gran apoyo.

Xavier Cañellas: "Mi sueño sería estar en un equipo World Tour durante muchos años"

El mallorquín acumula una treintena de Campeonatos de España en pista, aunque ahora la tiene aparcada en su decidida apuesta por la carretera en su evolución hacia algo más que un sprinter, un puncheur como le gusta denominarse.

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