A sus 38 años el canadiense Michael Woods (Israel-Premier Tech) ha anunciado su retirada del ciclismo profesional a final de temporada, tras más de una década en el pelotón. "Gracias al apoyo de mucha gente logré convertirme en uno de los mejores ciclistas del mundo, y es un camino del que estoy sumamente orgulloso", dice en un mensaje de despedida -que podéis leer al final de esta noticia- en el que también ha querido destacar la parte más dura de este deporte: "El coste que ha tenido para mi salud ha sido significativo, y el tiempo que he pasado lejos de mi familia ha sido largo", dice.
Mike Woods is many things - a world-class bike rider, a Tour de France stage winner, a valued teammate, a phenomenal runner, but above all, a husband, a father, and a friend.
— Israel – Premier Tech (@IsraelPremTech) August 18, 2025
Having provided fans with unrivaled insight into this year's Tour through his much-loved blogs, it’s… pic.twitter.com/DUVTfJDkfw
Antes de dedicarse al ciclismo Michael Woods fue un destacado atleta de media distancia (estableció récords nacionales en la milla y los 3.000 metros y ganó la medalla de oro de 1.500 metros en el Campeonato Panamericano de Atletismo Júnior de 2005) pero se vio obligado a abandonar este deporte tras una fractura por estrés en su pie izquierdo de la que no se recuperó totalmente.
Esta lesión le hizo cambiar las zapatillas de correr por la bicicleta y desde 2013 se dedicó en exclusiva al ciclismo, deporte en el que pronto destacó, especialmente por sus dotes de escalador. Tras militar en varios equipos Continentales, en 2016 dio el salto al WorldTour con el Cannondale - Drapac Pro Cycling Team (después llamado EF Education First), escuadra en la que militó hasta 2020. Al año siguiente ficharía por el Israel - Premier Tech, donde ha corrido las cinco últimas temporadas.

En su palmarés lucen 16 victorias, casi todas en etapas y carreras de montaña, destacando sus tres triunfos en etapas de la Vuelta a España, una en el Tour de Francia -en la cima del Puy de Dôme-, dos generales de la Ruta de Occitania, la Milán-Turín, y etapas en Tirreno-Adriático, Tour de Romandía, O Gran Camino y Tour de los Alpes Marítimos, entre otros éxitos. Además fue campeón de Canadá en ruta en 2024, 2º en la Lieja-Bastoña-Lieja 2018 y 3º en el Mundial de ruta de ese mismo año en Innsbruck, inolvidable para el ciclismo español por el triunfo de Alejandro Valverde.
Woods se despedirá del pelotón profesional a final de temporada (antes tiene previsto correr en su país los GP Ciclistas de Québec y Miontreal) pero no del mundo del deporte, ya que en su mensaje de despedida anuncia que todavía tiene "grandes ambiciones y planes para los próximos años que incluirán explorar nuevos campos en los deportes de resistencia".

Comunicado de despedida de Michael Woods
"Cada vez que disputo una carrera siento una inmensa suerte de participar. Recorrer Francia en bicicleta, con millones de personas mirándome, es mi trabajo, y eso es una locura. Lo que me da de comer y de tener un techo es recorrer 30.000-35.000 km en bicicleta cada año por todo el mundo, para el entretenimiento de los demás. Aunque he tenido la suerte de hacer este trabajo, también tiene sus inconvenientes. Durante el Tour he destacado que el ciclismo es un deporte extremadamente peligroso.
Una vez pregunté al personal de mi equipo: ¿cuánto tendrían que cobrar por conducir un coche a 50 km/h, 70 días al año, durante 4 o 5 horas al día, en camiseta y pantalones cortos, y que dos veces al año, sin control sobre cuándo ni dónde, los empujaran fuera del coche? Estadísticamente, esa es aproximadamente la cantidad de veces que un ciclista profesional se accidenta por temporada. Ningún miembro del personal dijo menos de 500.000, y cuando pregunté cuántos años lo harían, ninguno dijo más de dos. Ahora llevo 11 años practicando este deporte como profesión y otros dos como aficionado. El coste que ha tenido para mi salud ha sido significativo, y el tiempo que he pasado lejos de mi familia ha sido largo.
Ser padre, en particular, me ha demostrado lo opuesto que es ser uno de los mejores ciclistas del mundo a ser un buen padre. A diferencia de la mayoría de los deportes, el ciclismo profesional, debido a su extenso calendario, es un trabajo que requiere una dedicación inagotable. Durante los últimos cinco años he evitado dar besos a mis hijos al recogerlos del colegio para evitar enfermarme antes de una carrera. Es extraño. La mayoría de las veces, duermo en otra habitación, separado de mi familia, para optimizar mi sueño. He examinado y estudiado cada aspecto de mi vida para maximizar mi capacidad para montar en bicicleta. Esa pasión que lo abarca todo me ha encantado y no me arrepiento de haberla practicado, pero es algo que solo puede mantenerse durante un tiempo.
Esta concentración máxima me ha llevado a ganar una medalla de bronce en el Campeonato Mundial, un segundo puesto en un monumento y una victoria de etapa en la carrera ciclista más importante del mundo. Considerando que empecé en este deporte a los 25 años, con una bicicleta de 1.000 dólares que me regalaron mis padres, es una locura. Pensé: "Una vez fui uno de los mejores atletas del mundo, ¿por qué no puedo ser uno de los mejores ciclistas del mundo?". Gracias al increíble apoyo de muchas personas, entre ellas mi esposa, mis padres, mi entrenador y mentor durante 12 años, Paulo Saldanha; mi equipo, mi jefe y mayor apoyo, Sylvan Adams; mi hombre de confianza, Jon Adams; mis magníficos compañeros de equipo, en particular Guillaume Boivin, quien más sufrió conmigo durante los últimos cinco años; y un personal increíble, la comunidad ciclista de Ottawa; gente como Luc Mahler, quien me convenció para empezar a competir; los numerosos directores, como Juanma Gárate, quien me enseñó a ser un verdadero profesional; y organizaciones, patrocinadores y equipos como B2Ten, Vince Caceres y The Cyclery, Louis Garneau, Bruno Langlois, Jonas Carney y Jonathan Vaughters, quienes pensaron de forma innovadora y se arriesgaron a contratarme; logré alcanzar esa meta. Logré convertirme en uno de los mejores ciclistas del mundo, y es un camino del que estoy sumamente orgulloso.
Como dicen, todo lo bueno se acaba. Todavía tengo grandes ambiciones y planes para los próximos años, que incluirán explorar nuevos campos en los deportes de resistencia (tengo planes épicos, así que estén atentos). Pero, por las razones antes mencionadas, he decidido retirarme del ciclismo profesional al final de esta temporada.
Hubo una época en mi vida en la que, por las noches, me quedaba en la cama mirando al techo y pensando: "¿Qué he hecho? ¿En qué me he equivocado?". Siento una gratitud eterna por haber llegado hasta donde estoy hoy. Así que, a todas las personas que me han ayudado en el camino, ya sea con un simple mensaje de apoyo, animándome desde la cuneta, como Nick Vipond y Kevin Field, que no se rieron a carcajadas cuando les dije que quería ir a los Juegos Olímpicos de 2016, o Paulo y Sylvan, las dos personas que cambiaron el rumbo de mi vida, quiero darles las gracias. Gracias por todo".