13º etapa. Nicki Terpstra no puede con el astro rey

Foto: Tim de Waele

A Nicki Terpstra le queda pequeño el maillot del Milram. Los riñones del alto corredor holandés se los recubre el culotte. La parte superior de su prenda apenas le llega a la cintura cuando rueda encima de su bicicleta. Ha crecido durante el Tour. Hoy, a punto ha estado de dar el estirón definitivo, pero Mark Cavendish, el astro rey de los sprints del Tour le superó. El británico es el que más ha medrado en la ronda gala. Él si cabe en su maillot del Columbia pero las victorias se le amontonan. Con la de hoy ya suma cuatro. Y las que le quedan.

Cercano a las calles que albergaban el final de la decimotercera etapa está situado el anfiteatro de Nimes. Un coloso recinto de la época romana en el que los habitantes de la ciudad se reúnen para presenciar corridas de toros, teatros y representaciones. Con los más de treinta grados que atizaban a la ciudad francesa, Cavendish trasladó su particular espectáculo del caluroso escenario sobre tierra del anfiteatro a las calles del centro de la ciudad. Protegidas por los árboles. Resguardas por el viento. Su pacto con la tempestad no fraguaba. Debía invocar al sol. El astro rey.

Antes de entrar en Nimes, la carrera estuvo protagonizada por Florent Brard y Nicki Tersptra. El dúo de corredores llegó a contar con una ventaja de 10 minutos pero en los últimos kilómetros el pelotón, de nuevo comandado por el Columbia y Française des Jeux  redujeron rápidamente las diferencias. La escuadra francesa sigue empeñada en romper la racha de Cavendish con la opción de Sebastién Chavanel y se organizaron en bloque para tirar del pelotón. Su apuesta no es segura. La del Columbia sí. Juegan con el caballo ganador.

Ataque de Terpstra

En los últimos 26 kilómetros/>, Terpstra animó la etapa con su duro ataque. Dejó paralizado a Florent Brard y se marchó en solitario en busca de la meta. Llegó a contar con un minuto de ventaja respecto al pelotón. El sol le atizó. Cuando echó la vista atrás, el pelotón le pisaba los talones y a falta de 10 kilómetros/> para el final fue neutralizado. Rayos incandescentes saltaban desde el pelotón. El astro rey impuso su ritmo. "He lanzado el ataque antes que otra vez porque me he dado cuenta de que hoy no soplaba el viento", justificaba Cavendish en meta. Antes de su golpe final, Robbie Mc Ewen había lanzado su aviso. Botella de gas. Pronto se desfondó. Ya no es el que era.

Cuando el australiano cambió de velocidad, Cavendish enchufó su quinta marcha. Entró en meta casi sin tiempo de celebrarla. Después, se abrazó con todos sus compañeros del Columbia. Es el sol naciente. La estrella que no para de crecer en el Tour de Francia. A toda velocidad se dirige ya a por la victoria más emblemática, la de la última etapa en los Campos Elíseos. El mosquetero de los cuatro triunfos. El nuevo astro rey de los sprints.

- Clasificación de la 13º etapa

- Clasificación general