Haciendo gala de su poderío en este tipo de pruebas, el francés Julian Alaphilippe se ha estrenado de la mejor forma posible en la Strade Bianche celebrada este sábado en la Toscana italiana. El astuto corredor del Deceuninck-Quickstep, en su primera participación en la clásica del sterrato, se ha impuesto en la línea de meta de Siena al combativo danés Jakob Fuglsang (Astana). Tercero fue el belga Wout Van Aert (Jumbo-Visma), que demostró un año más lo bien que se adapta a esta clase de recorridos.
Después de triunfar en la Vuelta a San Juan y en el Tour de Colombia, Alaphilippe sumó su tercera victoria del año al cruzar la línea de meta de Siena en 4 horas, 47 minutos y 15 segundos, y confirmando de esta forma el excelente nivel del Deceuninck-Quickstep en esta primera parte de la temporada.
Alaphilippe participaba por vez primera esta clásica reciente del ciclismo mundial, que destaca por sus ondulados 184 kilómetros, de los cuales 63 discurren por pistas de tierra blanca. Una tierra que en esta ocasión ha permanecido seca, debido a la benigna climatología, lo que ha provocado enormes nubes de polvo al paso de los ciclistas y la caravana. Nada que ver, por tanto, con la lluviosa y fría edición del año pasado.
El italiano Diego Rosa (Sky) fue protagonista de la primera parte de la carrera, primero integrado dentro de una fuga de cuatro hombres –Nico Denz y Alex Geniez (ambos del AG2R), y Leo Vincent (Groupama)- que saltaron del pelotón en el kilómetro 40. Y más tarde en solitario, liderando la carrera hasta llegar a los últimos 40.
En ese punto el del Sky acabaría siendo absorbido por el grupo de los grandes favoritos, cuyo corte se había producido unos kilómetros antes, y donde ya figuraban nombres como Benoot –vencedor del año pasado- y su compañero Wellens (Loto Soudal), Fuglsang y Lutsenko (Astana), Alaphilippe, Stybar y Lampaert (Deceuninck-Quickstep), Van Avermaet (CCC), Simon Clark (Education First), Rafal Majka (Bora) y, un año más, un Wout Van Aert (Jumbo Visma) dispuesto a ser protagonista de la carrera.
La carrera se rompía definitivamente a 20 km del final, cuando Fuglsang, Van Aert y Alaphilippe saltaban del grupo principal, alcanzando rapidamente una ventaja cercana a los 30 segundos, con dos tramos de tierra aún por delante. En el primero de ellos, el francés y el danés soltaban al belga. Mientras, Van Avermaet se desvivía por mantener vivo al grupo de perseguidores, pero la diferencia de los primeros era ya de 43 segundos, lo que llevó a algunos como Simon Clarke a intentar abandonar la disciplina del grupo, sin éxito.
A 15 km de meta, la ventaja de los dos de cabeza supera el minuto, a falta de solo un tramo de sterrato. Van Aert, en tierra de nadie, lucha por cazar a los de cabeza… y no ser cazado. Stybar y Lampaert, compañeros de Alaphilippe en Deceuninck-Quickstep, permanecen expectantes en el grupo perseguidor, confirmando la superioridad del equipo azul en este inicio de temporada sobre el resto de escuadras.
Rampas de hasta el 18% en el último tramo de tierra, a 12 km de meta. 1’32’’ de los dos de cabeza sobre el grupo. El danés aprieta en la parte final, pero no consigue soltar al francés. Parece que la victoria se la van a jugar entre ellos dos, sobre las rampas de la vía Santa Caterina de Siena. Porque por detrás, a pesar de que Van Avermaet lo intenta, no consigue zafarse de Stybar, Lutsenko, Wellens y compañía.
Fuglsang se va quedando sin terreno para soltar a Alaphilippe y evitar así una llegada al sprint con él, por eso lo intenta incluso antes de Santa Caterina, en un repecho a 4 km del final, pero el francés sigue pegado a su rueda. Poco después, unos metros antes del repecho final, un invitado inesperado vuelve a entrar en acción: Van Aert, caza a los dos de cabeza e intenta dejarles. Y, aunque no se encuentra tan fundido como el año pasado a estas alturas de carrera –cuando tuvo que echar pie a tierra producto de los calambres-, sus piernas han dicho todo lo que tenían que decir. Bravo por el belga, en cualquier caso, que tarde o temprano acabará ganando esta prueba.
Llega el momento decisivo. Fuglsang ataca a 500 metros de la llegada, deja clavado a Van Aert… pero no a Alaphilippe, que le aguanta toda la subida de Santa Caterina. Y en cuanto finaliza el repecho, el francés sobrepasa al danés e incrementa el ritmo para adquirir la suficiente ventaja antes de la última curva, donde el combativo hombre de Astana llega ya sin ninguna opción de batir al galo.
Victoria de Alaphilippe en su primera participación en la Strade Bianche, una carrera que le viene como anillo al dedo y que, seguramente, le verá levantar los brazos en más de una ocasión. El hombre de Lefevere es, además, el primer francés en ganar la clásica de las carreteras blancas.
Clasificación final Strade Bianche 2019
