Durante este 2017, Gianni Moscon se ha destapado como un ciclista tan talentoso como polémico. El ciclista italiano del Team Sky, de tan solo 23 años, ha sido una de las revelaciones del curso con actuaciones portentosas tanto en clásicas, pues fue quinto en la París-Roubaix, como en vueltas por etapas, donde se convirtió en una de las piezas clave del grupo que acercó a Chris Froome a su objetivo de ganar la Vuelta. Pero a su vez, ha protagonizado varios incidentes que le han granjeado una imagen de ciclista irrespetuoso y antideportivo dentro del pelotón.
En menos de medio año, Moscon ha acumulado tres incidentes de sonora repercusión: tuvo que ser suspendido durante seis semanas por el Team Sky tras propinar insultos racistas a Kevin Reza en la tercera etapa del Tour de Romandia; fue descalificado del Mundial de Bergen después de remolcarse con la ayuda del coche de equipo tras una caída; y, por último, ayer fue presunto responsable de un accidente en la Tre Valli Varesine que causó una fractura de codo a Sebastien Reichenbach (FDJ), que requerirá de cirugía.
El suizo de la FDJ, que ya no podrá competir hasta 2018 debido a la lesión, asegura que la actitud de Moscon responde a un ajuste de cuentas debido a que él fue uno de los primeros en denunciar en las redes sociales los insultos racistas que lanzó el italiano contra su compañero Kevin Reza. “Se trataba de resolver las cuentas pendientes tras el tweet que puse durante el Tour de Romandía y que acabó propiciando su suspensión”, ha comentado Reichenbach, que describía de la siguiente manera el incidente. “Se echó sobre mí intencionadamente durante uno de los descensos. El accidente podía haber tenido consecuencias incluso más graves. Varios ciclistas vieron la acción y están listos para dar su testimonio. Por ello, quiero presentar una queja contra Gianni Moscon. Mi equipo, la FDJ, me apoya y me han animado a hacerlo”.