Damiano Cunego y Michele Scarponi, dos hombres y tres destinos

Cunego será el cabeza de filas de Lampre en el Tour mientras Scarponi apunta a ganar el Giro de Italia para terminar la temporada corriendo la Vuelta a España

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Damiano Cunego y Michele Scarponi, dos hombres y tres destinos
Damiano Cunego y Michele Scarponi, dos hombres y tres destinos

Fotos: Lampre-ISD

Dos gallos en un mismo corral son sinónimo de pelea asegurada, pugna diaria por alcanzar el respeto del resto de fauna presente en el redil, por ser el más temido, el más adorado. El obedecido por el resto de súbditos que, de rodillas aclaman, veneran y sobre todo trabajan en favor del líder. Sucede a diario en el ciclismo, luchas internas que a menudo no se dan a conocer. Se vende el humo de la buena relación entre los capitanes para esquivar la polémica, para apagar de canto los micrófonos. Si no hay altercado, no interesa. En ocasiones, el polvo generado por ese hollín confunde. Así lo ven en el Lampre-ISD, el equipo de Damiano Cunego hasta que el pasado invierno, Giuseppe Saronni, el manager del equipo, decidió invertir buena parte de sus ingresos en fichar a Michele Scarponi. Desafío abierto para el que fuera ganador del Giro del 2004. "En realidad es lo que la gente puede pensar desde fuera, pero en realidad no hay una rivalidad entre nosotros. Somos profesionales", defiende Scarponi.


Scarponi, a por el Giro

El nuevo en llegar a las órdenes del equipo rosa que esta temporada cuenta también con la presencia de Aitor Pérez Arrieta, Michele Scarponi, ya afina para su gran objetivo, que no es otro que ganar el Giro de Italia después de haber sido cuarto el pasado año. "Para eso me han fichado, y creo que Cunego lo tiene claro". Ha llegado en el momento justo y en el momento preciso para Scarponi. "Tengo una madurez y una forma perfecta y he fichado por un equipo importante". Es el año. Su año. "Aunque también lo pensarán así muchos?. El viejo Scarponi que se lució el pasado año quiere ver incrementados sus valores en la próxima 'corsa rosa' y en ello consagra la primera parte de la temporada.


Nada de pensar en las clásicas de primavera, ni siquiera de exprimirse un poco más de la cuenta aunque, confiesa, no le disgustaría lanzar su primer aviso en la Tirreno-Adriático, donde el año pasado, por las centésimas y el puestómetro quedó relegado al segundo puesto. Todo por y para el Giro de Italia. "La aventura con el Lampre ha empezado bien, he ganado una etapa en Cerdeña y ayudé a Cunego a que venciera otra más así que el equipo ya puede estar contento conmigo", afirma convencido. "En este equipo he encontrado un ambiente más familiar de lo que esperaba y con Cunego mi relación es buena", prosigue.


"No coincidiremos en muchas carreras, quizá la Lieja, pero por el momento nos hemos entendido bien", apunta Cunego, que este año cambiará el chip para centrarse en las clásicas de primavera y el Tour de Francia. A la ronda ala acudirá con las ganas de coronarse como rey de la montaña y de luchar por etapas, "pero de momento no pienso en eso, lo que me gustaría conseguir de verdad es ganar a Gilbert en una de las clásicas de las Árdenas". Anhela combatir con el belga en la Lieja y la Amstel por ser "las dos más prestigiosas, pero si es en Flecha Vallona también me haría ilusión".


Cunego mira a las Árdenas

Inicia Cunego una temporada, la de 2011, que esta llamada a ser la de su reencuentro con las buenas sensaciones. "El año pasado me equivoqué al planear el calendario. Fui a las Árdenas y después al Giro con la idea de estar delante en ambas, pero no puedes hacerlo, son carreras completamente diferentes y que necesitan entrenamientos diversos, por eso este año he preferido dejar el Giro de lado". Para que lo gane Scarponi.


No descarta Cunego llegar más allá en la ronda gala porque, tal y como teoriza, es cuestión de inercia. "Basta que la primera semana la pases sin caídas y sin perder tiempo y cuando viene la montaña, si estas delante, el jersey de la montaña, las victorias de etapa y hacer una general decente llega solo. Tras la ronda gala, volverá a entrar en acción Michele Scarponi. O al menos ésa es la teoría. "En principio mi plan es hacer dos grandes, que serían el Giro y la Vuelta, pero de momento no me planteo nada más allá del Giro". De ganarlo, esconde tras una sonrisa eterna y colmado de bromas Scarponi. Se enfrentará a Nibali, a Menchov, a Igor Anton y Arroyo. Pero sobre todo, deberá luchar frente a Alberto Contador. "Si él viene, la carrera cambiará. Se convertirá en la referencia a seguir. Personalmente, estoy contento de que venga, y me gustaría mucho ganarle", concluye.  




"¿Contador en el Giro? ¡Que coja fiebre y no venga!"

Si algo caracteriza a Michele Scarponi es su sonrisa y su incansable carácter bromista. El italiano ya ha iniciado su camino para ganar el Giro de Italia, una senda en la que se ha encontrado con un participante casi inesperado y que se convertirá en el rival a batir: Alberto Contador. "Me gusta la idea de que corra. Cuando pongo la televisión y le veo correr parece difícil ganarle pero lo intentaré", comenta. Para Scarponi, Contador es ya un viejo conocido, pues coincidieron en el Liberty de Manolo Sáiz en el 2005. "Cuando llegué a la primera concentración en Comillas no conocía a nadie. Al entrar en el hotel, miré en la lista dónde esta mi nombre y me tocaba en la habitación con un tal Alberto Contador. No lo conocía de nada, pero enseguida conseguimos tener una buena relación. Me entendí muy bien con él", recuerda. "Aún así, a pesar de mi buena relación con él?, sonríe Scarponi, avecinando uno de sus comentarios que provocan una carcajada que explota, "si a principios de mayo coge fiebre y tiene que quedarse en casa, sería aún más amigo de él", bromea.