Foto: David Solera Remón
Fran Vacas tuvo que tomar la difícil decisión de parar y dejar para otra ocasión el intento de récord mundial de 1.000 kms indoor que inició poco después de las 9 de la mañana, cuando el corredor, del Red Ciclista Taymory Team, empezó a rodar a buen ritmo con su bicicleta Kuota sobre la pista del velódromo de Galapagar (Madrid). En la primera hora, el registro fue muy bueno, con una media de velocidad de 41 km/h, mientras que en la segunda hora siguió manteniendo una velocidad similar, pero fue entonces cuando surgió la dificultad que condicionó el resultado final. De repente, Fran comenzó a hacer gestos de dolor poco habituales en la primeras horas, viéndose obligado a parar para comprobar qué estaba ocurriendo en sus cuádriceps de la pierna izquierda, ya que de repente, no podía pedalear medianamente bien. Los especialistas procedieron a realizar una exploración y masaje y de nuevo se subió a la bicicleta. Pero las paradas se repitieron, mucho más de lo previsto inicialmente, y aún así el problema persistía.
Fran siguió rodando en tiempos de récord durante las primeras ocho horas. A partir de ahí, su ritmo decrecía de forma alarmante y aumentaba la frecuencia de sus movimientos, tratando de estirar y hacer desaparecer los continuos y fuertes dolores en sus extremidades inferiores. Debería haber parado definitivamente en ese momento, pero por su carácter luchador, la atención mediática que estaba teniendo su intento de récord, los apoyos del público y su equipo y sus patrocinadores, encontraba razones para seguir.
A las 20:26 horas de haber iniciado el intento de récord, con 2449 vueltas y 612 km, Fran se detuvo definitivamente al comprobar junto a su equipo, que los problemas en su pierna iban a más y los tiempos por vuelta bajaban a niveles totalmente anormales.
Fran Vacas, en este intento de record, ha establecido el récord de España de 100 millas indoor, pero el objetivo de Fran era el récord mundial de 1.000 km para completar sus otros dos récords mundiales anteriores de 1.000 km de los que es poseedor en velódromo abierto y en carretera.
El ciclista quiso agradecer a sus seguidores, a sus patrocinadores, a su equipo, a los medios de comunicación y al Ayuntamiento de Galapagar, su fundamental colaboración para poder afrontar con ilusión y determinación este apasionante reto, que él había reconocido como el más complicado de cuantos había puesto en marcha.