Nadie como él, ni siquiera Alberto Contador, concentraba tanto nerviosismo antes de comenzar la decimotercera etapa del Tour de Francia. Euskaltel- Euskadi preparó los kilómetros previos al determinante ascenso al Angliru para el corredor de Galdakao, con un siempre impresionante Amets Txurruka comandando al pelotón y desfongándose por su líder, al igual que Mikel Astarloza.
El vizcaíno se lanzó al quitamiedos del Alto del Cordal y dijo adios a la Vuelta. Fue trasladado en ambulancia hasta el Hospital de Oviedo, donde los médicos le han diagnosticado una fractura en su clavícula izquierda y otra rotura más en el trocánter en la cadera.
"Se me ha ido la rueda delantera en una curva a izquierda y me he ido al suelo. Ha sido una pena lo que me ha sucedido", se lamentaba. "Estoy triste sobre todo por el equipo. Estábamos completando una Vuelta muy buena y por una desgracia se va todo al garete", continuó.
Admite que "No sé si hubiese estado con Contador o no, ahora eso ya no importa, no tiene sentido. Lo que quiero es enviar un mensaje de ánimo a mis compañeros. Estamos haciendo una gran carrera y tienen que seguir por el mismo camino". Aunque sabe que "ahora cambiará el planteamiento, pero hemos funcionado como un bloque y tenemos que seguir así".
Quiso también agradecer a todos los integrantes del Euskaltel- Euskadi "el apoyo que he tenido en carrera, ese es el mayor premio que me puedo llevar. Estoy convencido de que vamos a seguir siendo protagonistas", concluyó. ainara@ciclismoafondo.es