La UCI continuará realizando pruebas y test con los frenos de disco en competición durante 2016 con la intención de aprobar definitivamente su uso para 2017. Hasta el momento, únicamente los equipos del World Tour habían podido emplear esta tecnología en carrera mientras que a partir del año próximo todos los equipos profesionales, independientemente de su categoría, podrán probar los discos en lugar de los tradicionales frenos de zapata.
Estos test, que el pasado mes de agosto y septiembre se produjeron de forma muy puntual, aumentaran significativamente en número en el próximo curso hasta el punto de que podríamos ver a todos los integrantes de un mismo equipo competir con discos en determinadas citas.
La UCI continuará siguiendo muy de cerca todas las pruebas y test que se realicen durante el año antes de dar el visto bueno definitivo para su uso en 2017. La principal preocupación ahora de equipos y ciclistas es la posibilidad de que se den pelotones mixtos –unos con zapatas y otros con discos- y puedan sucederse caídas por los distintos tiempos en la frenada que exigen un tipo de sistema y otro. Además, varios ciclistas han mostrado su preocupación a Ciclismo a Fondo por el potencial peligro de los discos en caso de caída dado que, además de convertirse potencialmente en cuchillas, pueden provocar importantes quemaduras si estos se encuentran calientes tras una potente frenada.