Mathieu van der Poel resalta el gran valor de su triunfo: "Ha sido la Roubaix que más he sufrido"

Tadej Pogacar concluyó la carrera en segunda posición y destacó el talento y la fortaleza de su gran rival y ganador de la clásica francesa por tercera vez consecutiva: "Competir contra él es un gran honor y una gran motivación. Si yo fuera niño, él sería mi ídolo".

Mateo López de Prado. Foto: Luca Bettini/SprintCyclingAgency

Mathieu van der Poel resalta el gran valor de su triunfo: "Ha sido la Roubaix que más he sufrido".
Mathieu van der Poel resalta el gran valor de su triunfo: "Ha sido la Roubaix que más he sufrido".

Mathieu van der Poel ha logrado un hito histórico, ganar tres veces la París - Roubaix de forma consecutiva. Al terminar la carrera, la felicidad sobresalía de su figura y transmitió su alegría de vencer y su resiliencia atravesando los adoquines franceses sobre los micrófonos de los medios de comunicación: «Esta victoria significa mucho para mí. Ha sido una carrera muy dura. Ha sido la Roubaix que más he sufrido en mi carrera. No esperaba escaparme tan pronto. Tadej [Pogacar] se equivocó en una curva y yo fui lo bastante rápido para salvarlo. Así son las carreras. A partir de ahí, he tenido que ir a por todas, aunque he llegado bastante lejos hasta el final. Me costó con el viento en contra en los adoquines, pero di todo lo que tenía hasta el final».

Tras describir la carrera y narrar como se sintió sobre la bicicleta en los más de 250 km de recorrido, el corredor de Alpecin - Deceuninck tuvo tiempo para deshacerse en elogios hacia Pogacar: «Tadej es un campeón increíble. Era su primera vez aquí, pero no me sorprende su actuación porque tiene un talento increíble. En el futuro, cuando termine su carrera, lo recordaremos como hacemos con la de Merckx. Si no hubiera cometido un error, probablemente habríamos llegado juntos al velódromo. No se trata de una revancha tras el Tour de Flandes: estoy contento de volver a encontrar mis buenas piernas». Además, el neerlandés recalcó su asombro y orgullo de lo que ha conseguido en la clásica francesa: «Ganar tres veces la París-Roubaix es súper especial. Es algo que no te esperas cuando empiezas a correr, porque es una carrera en la que las piernas cuentan tanto como la suerte. Es algo excepcional».

En segundo lugar, habló Tadej Pogacar. El esloveno resumió positivamente su primera experiencia sobre los adoquines de la París - Roubaix: «Estaba concentrado en seguir a las motos cuando me caí. No vi venir la curva y no pude frenar a tiempo para evitar la caída. Son cosas que pasan. Creía que podía remontar, pero la diferencia era todo el tiempo de unos 15, y mi freno delantero tocaba la rueda. Eso jugó en mi mente, y como que me quebré un poco. Cuando cambié de bicicleta, ya había explotado y sólo esperaba llegar a la meta lo antes posible». Además, dejó la puerta abierta para furutos años: «Puede que vuelva a la París-Roubaix el año que viene. Todavía quedan muchos objetivos esta temporada, así que no quiero empezar a pensar ya en la siguiente. La de hoy ha sido una gran carrera para nuestro equipo, con 2 chicos en el top-5 final. Me ha gustado el ambiente, con una cantidad increíble de gente en la carretera. Ha sido un gran día de carreras».

Y alabó el talento y las virtudes de un gran campeón como es el neerlandés: «Mathieu [van der Poel] y Alpecin-Deceuninck estuvieron muy fuertes durante toda la carrera. También Lidl-Trek lo estuvo, y si Mads [Pedersen] no hubiera pinchado también habría estado ahí arriba. De todos modos, Mathieu ha sido el más fuerte en los adoquines y hoy ha corrido increíblemente bien. Es un gran campeón y uno de los mejores corredores del mundo. Competir contra él es un gran honor y una gran motivación. Si yo fuera niño, él sería mi ídolo».

Para terminar, el tercer dueño de uno de los cajones del pódium, Mads Pedersen (Lidl - Trek), lamentó haber tenido el pinchazo que le retrasó y le hizo perder la estela del grupo de cabeza de carrera con Pogacar y Van der Poel: «He tenido la mala suerte de pinchar en un mal momento. Me sentía muy bien, aunque no tenía la sensación de ser el más fuerte. El equipo hizo un trabajo impresionante para mantenerme fuera de problemas, colocándome delante en cada sector. Todo fue bien hasta ese momento. Pero es lo que hay».

"Three-peat" de Mathieu van der Poel en la París - Roubaix.

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