Mikel Landa comenzará su temporada competitiva en las carreteras blancas de la Toscana, en una Strade Bianche que en su 19ª edición (este sábado 8) presentará un cartel estelar, con figuras como Tadej Pogacar (ganador en 2024 y 2022), Tom Pidcock (en 2023), Toms Skujins y Maxim van Gils (segundo y tercero el año pasado), Michał Kwiatkowski, Marc Hirschi, Tim Wellens, Isaac del Toro, Matej Mohoric, Ben Healy, David Gaudu, Mathias Vacek, Lennert Van Eetvelt, el propio Mikel Landa...
El ciclista alavés del Soudal Quick-Step, que terminó entre los diez primeros el año pasado tanto en el Tour (5º) como en La Vuelta (8º), estará acompañado por Mattia Cattaneo, Gianmarco Garofoli, Pepijn Reinderink, Pieter Serry, Mauri Vansevenant -que recientemente concluyó noveno en la general en O Gran Camiño- y Louis Vervaeke, ganador este año de la segunda etapa del Tour de Omán.
Aquí podéis consultar el stratlist provisional de la Strade Bianche 2025, anunciado ayer por la organizadora RCS Sport.
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Será la primera vez que Mikel Landa dispute la Strade Bianche y el alavés se muestra ilusionado por su dopble debuit (en esta clásica y en la temporada). "Es una carrera nueva para mí y estoy emocionado, porque siempre me ha gustado verla por televisión. Sé que será completamente diferente estar allí, en medio de la acción, pero intentaré hacerlo lo mejor posible a medida que empiezo mi temporada y espero disfrutar de esta experiencia", dice Landa en declaraciones facilitadas por su equipo.
Después de Strade Bianche, Landa tiene previsto correr Tirreno-Adriático (del 10 al 16 de marzo), Volta a Catalunya (del 24 al 30 de marzo), Giro de Italia (del 9 de mayo al 1 de junio) y Tour de Francia (del 5 al 27 de julio).
Para Davide Bramati, director deportivo del Soudal Quick-Step, la Strade Bianche "es una de las carreras más bonitas, pero también una de las más duras de la temporada, y estamos motivados para dar lo mejor de nosotros mismos. No será fácil y no partimos como favoritos, pero tenemos un equipo sólido que llega a la salida después de algunas actuaciones sólidas la semana pasada, por lo que confiamos en nuestras posibilidades de luchar por un buen resultado".
Por segundo año consecutivo, la Strade Bianche superará la barrera de los 200 km (213, con salida y llegada en Siena), lo que puede hacer que la carrera sea de mucho desgaste. En total, habrá 16 sectores de carreteras blancas (caminos de tierra) en una clásica que una vez más se pone en marcha desde la Fortezza Medicea de Siena, y lleva al pelotón por segmentos de sterrato clásicos como Monte Sante Marie, Colle Pinzuto y Le Toffe, por nombrar solo algunos, viejos conocidos que se espera que jueguen un papel clave en el desenlace de la prueba.
La novedad este año es que la organización ha decidido aumentar el número de kilómetros de tierra que afrontará el pelotón, por lo que los corredores se enfrentarán a un total de 81,7 kilómetros de carreteras blancas. Una vez superados todos estos sectores, un obstáculo más se interpondrá en el camino de aquellos que esperan llevarse la gloria: la empinada subida de Via Santa Caterina, con sus pendientes máximas del 16% a solo 500 metros de la meta en la Piazza del Campo de Siena.
