Neilson Powless sorprende en San Sebastián para inaugurar su palmarés profesional

El norteamericano del EF-Nippo superó en el sprint 'a tres' de la 'Klasikoa' a Matej Mohoric (Bahrain-Victorious) y Mikkel Honore (Deceuninck-Quickstep), integrantes de una escapada formada a unos 20 km del final, y que los favoritos no pudieron controlar.

Víctor Marcos. Fotos: Photo Gómez Sport

Neilson Powless se impuso en el apretado sprint final.
Neilson Powless se impuso en el apretado sprint final.

Neilson Powless (EF-Nippo) ha estrenado su palmarés como ciclista profesional en la Clásica de San Sebastián celebrada este domingo. Y lo ha hecho ante una pléyade de grandes nombres como Alaphilippe, Mollema, Vingegaard... que se vieron soprendidos por la fuga en la que se insertó el norteamericano, a unos 20 km del final, en compañía de Lorenzo Rota (Intermarche-Wanty), Matej Mohoric (Bahrain-Victorious) y Mikkel Honore (Deceuninck-Quickstep), y con los que se jugó la victoria en unos últimos kilómetros finales de infarto. Ni Trek-Segafredo, ni Ineos-Grenadiers ni UAE Emirates pudieron hacer nada por impedirlo.

El asfalto mojado en el decisivo descenso de Murgil, por la vertiente de Igeldo, a escasos 8 km de la conclusión, provocó el error de Mohoric en una curva. La rectificación del hábil esloveno llevó a sus compañeros de fuga a la confusión... a Honore contra el pretil, sufriendo un fuerte golpe, y a Rota contra el suelo, tras chocar contra el danés. Powless, el único indemne, se marchó en solitario hacia la línea de meta de San Sebastián, a falta de 4 km, siendo alcanzado poco después por Mohoric y Honore, tras una remontada espectacular, y con los que finalmente se jugaría la victoria.

Powless se impuso en el sprint del boulevard donostiarra, por escaso margen, a Mohoric, segundo, y Honore, tercero. 30 segundos después entraría el italiano Lorenzo Rota. Y a poco más de un minuto, el grupo de favoritos donde Gonzalo Serrano (Movistar) encabezó la lista de ciclistas nacionales, en 11ª posición.

 

 

Había ganas de 'Klasikoa' este sábado, tras un año de ausencia, en 2020, debido a la pandemia de Covid-19. Una prueba emblemática de nuestro calendario que, una vez más, congregaba a lo más granado del pelotón internacional para recorrer un exigente trazado de 223 km y seis altos puntuables: dos de tercera categoría, otro de primera (Erlaitz; 3,8 km al 10,6%) y tres de segunda categoría: Urraki (casi 9 km al 6,8%) en la primera mitad de carrera, el emblemático Jaizkibel (7,9 km al 5,5%) y, por último, Murgil, corto -2,1 km- pero con rampas muy exigentes del 10% de pendiente media. Se coronaba, además, a solo 8 km de meta, por lo que debería ser decisivo para decidir el ganador. 

Con lluvia y temperatura fresca como invitadas, arrancaba la 40ª edición de la 'Klasikoa', bajo un clima de calma tensa que pronto acabaría explotando. Transcurridos los primeros 20 kilómetros comenzaban a producirse los primeros ataques, hasta configurarse una numerosa fuga con: Riabushenko (UAD), Romo (APT), Jacobs (MOV), Barrenetxea(CJR), Rojas (MOV), Cabot (TEN), Calmejane (ACT), Chérel (ACT), Bizkarra (EUS), Hardy (ARK), Conti (UAD), Vervloesem (LTS), Cabedo (BBH), Knox (DQS), Murguialday (CJR) y Williams (BAH), que gozarían de una ventaja máxima cercana a los 4 minutos, a 100 km del final.

Sin embargo, a partir de ese momento, Trek-Segafredo, Jumbo-Visma, Deceuninck-Quickstep e Ineos-Grenadiers decidían incrementar el ritmo, en la aproximación al monte Jaizkibel, para ir reduciendo la renta de la fuga a pasos agigantados, al tiempo que la lluvia cesaba durante algunos instantes. 

Jacobs y Rojas dieron protagonismo a Movistar en la primera escapada.
Jacobs y Rojas dieron protagonismo a Movistar en la primera escapada.

Sobre las rampas de la mítica ascensión, Romo tensaba la cuerda, llevándose a rueda a Cabot, Murguialday y Vervloesem. El manchego del Astana-Premier Tech, no osbtante, parecía tener gasolina de sobra y se marchaba en solitario por delante, a falta de 67 km para la conclusión, buscando reeditar su proeza del Campeonato de España Sub23 de hace solo un año.

Pero la 'Klasikoa' son palabras mayores... al igual que las rampas de Erlaitz, donde Romo era finalmente neutralizado por un pelotón lanzado, a 45 km de meta, y donde un valiente Mikel Landa (Bahrain-Victorious) desataba las hostilidades entre los grandes nombres, llevándose consigo al británico Simon Carr (EF-Nippo). Las piernas del alavés, sin embargo, aún no han recuperado su mejor nivel y Mikel se veía obligado a ceder ante el empuje de Carr, que tomaba unos segundos de ventaja al paso por la cima, con la lluvia y la niebla haciendo acto de presencia una vez más.

Un descenso arriesgado del británico le hacía conseguir hasta 45'' de ventaja sobre un pelotón ya muy reducido. Pero camino del primer paso por meta, el grupo volvía a incrementar su velocidad, ya en terreno llano, y la renta de Carr comenzaba a menguar considerablemente. Un pelotón del que se destacaban Powless (EF-Nippo), Rota (Intermarche-Wanty), Mohoric (Bahrain-Victorious) y Mikkel Honore (Deceuninck-Quickstep) con intención de tomar la cabeza de carrera, algo que sucedería a 22 km para la conclusión.

Trek-Segafredo, con Gianluca Brambilla y Juanpe López, tomaban la responsabilidad de la persecución, en colaboración con algún Ineos como Carlos Rodríguez, intentando que la renta del quinteto de cabeza no se fuera más allá del minuto. La carrera, al igual que en su versión femenina, se iba a decidir en gran medida en la última ascensión de Murgil, a cuyas inmediaciones la fuga llegaba con algo más de 60'', gracias al impulso de un voluntarioso Matej Mohoric.

Landa se probó en las exigentes rampas de Erlaitz.
Landa se probó en las exigentes rampas de Erlaitz.

Una caída en el seno del pelotón, además, durante la aproximación a Murgil, desorganizaba la persecución, sembrando las dudas entre los Alaphilippe, Mollema y compañía. Por delante, ya en el repecho, Powless era el primero en intentarlo, abriendo un hueco muy interesante sobre sus compañeros de fuga. En el pelotón, era Ciccone el que lo intentaba, sin demasiado recorrido... el triunfo se alejaba de los hombres del pelotón principal.

Mohoric, a un ritmo más diésel, lograba dar caza a Powless en compañía de Honore, poco antes de coronar. Restaban 8 km por delante, con un rápido descenso por medio, y una ventaja de practicamente un minuto sobre el pelotón principal. La victoria estaba en la fuga, a la que se incorporaba de nuevo el italiano Rota... aunque por poco tiempo. El italiano se iba al suelo, junto a Honore, en la misma curva en la que Van Vleuten a punto estuvo de irse al suelo horas antes, y donde Mohoric salvaba de milagro, tras sacar el pie del pedal.

El principal beneficiado de todo ello, Nelson Powless, se quedaba en solitario al frente de la carrera, a unos 4 km del final. Sin embargo, un correoso Matej Mohoric le volvía a dar caza, a 2.000 metros del final, al igual que un impresionante Mikkel Honore, a pesar de su tremendo golpe contra el muro minutos antes. La gloria estaba entre ellos tres.

Ya en los últimos 1.000 metros, Mohoric lanzaba el sprint en primera persona, respondía Powless, colocándose a la par del esloveno, al igual que Honoré, situándose casi en paralelo los tres. Con las fuerzas igualadísimas, el golpe de riñón final le daría la victoria al norteamericano del EF-Nippo, que inauguraba así su palmarés profesional.

30 segundos después entraría el italiano Lorenzo Rota. Y a poco más de un minuto, el grupo de Alaphilippe, Mollema y Vingegaard, tres de los grandes favoritos del día, que en esta ocasión se vieron sorprendidos por 'outsiders' de innegable calidad.

 

Clasificaciones

 

 

Annemiek van Vleuten

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