Intensa jornada la vivida hoy en la París-Niza, con una explosiva etapa final de media montaña que ha mostrado la mejor versión de Nairo Quintana y Movistar Team, protagonistas de un ataque lejano, a 47 km de la llegada, en la cote de la Peille. El colombiano dejaba atrás el grupo del líder Bernal y enlazaba con Carretero, Anacona y Soler, incrustados en la fuga del día y con los que rápidamente alcanzaría una ventaja cercana al minuto -la diferencia en la general era de 46 segundos-.
En ese grupo delantero, plagado de nombres ilustres, también se encontraba Ion Izagirre, que lanzaba su ataque en la última subida del día, el col de Quatre Chemins, y lograba hacer un hueco de 20 segundos que ha conseguido mantener hasta el final para llevarse otra prestigiosa victoria de etapa que sumar a su palmarés.
Por detrás, Bernal tuvo que poner a trabajar a todos los hombres disponibles del Sky para comenzar a limar diferencias con Quintana, que en la línea de meta se quedarían en apenas unos segundos. Quintana, por lo menos, obtiene la recompensa del segundo puesto en la general, fruto de su gran trabajo y del desfallecimiento del hasta hoy segundo clasificado, Philippe Gilbert.
Etapa corta y explosiva
Con un recorrido de apenas 110 km alrededor de Niza, cuatro puertos de segunda y dos primeras, Cote de Peille y el emblemático Col d’Èze, la carrera francesa nos ha brindado una gran jornada de ciclismo en su última etapa. Egan Bernal (Sky Team) defiendía su liderato frente a Philippe Gilbert (Deceuninck-Quickstep) y Nairo Quintana (Movistar), a 45 y 46 segundos respectivamente.
Muy pronto comenzaban los escarceos, con Bob Jungels y Thomas de Gendt como primeros protagonistas, dentro de un numerosísimo grupo de corredores con mucha calidad –Simon Yates, Van Garderen, Trentin, Luis León Sánchez, Ion Izagirre, Marc Soler, Anacona...- y que a la postre acabarían siendo muy importantes en el desarrollo de la carrera.
El baile de posiciones a 70 km de meta era constante y la etapa iba completamente lanzada. Trentin lo intentaba, llevándose a rueda a Van Garderen y Julien El Fares, consiguiendo una ventaja de 30 segundos sobre sus perseguidores y casi 2 minutos respecto a un pelotón comandado apaciblemente por los Sky.
Lo que no se imaginaba el equipo británico es que 47 km de la llegada, subiendo la cote de Peille, y con otros dos puertos por delante, Nairo Quintana lanzara de forma decidida su apuesta por la clasificación general. El colombiano rápidamente hace hueco y su compañero Carretero se descuelga para echarle una mano y contactar con el grupo de escapados, donde también está Anacona y Soler que se ponen a tirar, en una maniobra valiente y digna de alabar por parte de Movistar Team.
Van Garderen, que se había quedado solo en cabeza, es neutralizado poco antes de coronar la cote de Peille. Por detrás, Sky comienza a incrementar el ritmo y el segundo de la general, Philippe Gilbert, comienza a descolgarse. Del grupo de cabeza sigue tirando Marc Soler, con Quintana a rueda y corredores importantes como Luis León Sánchez, Ion Izagirre o Simon Yates, Daniel Felipe Martínez que comienzan a colaborar en algunos momentos con el equipo español. Bernal tiene que poner a todos sus hombres disponibles a tirar, pues ya son 51’’ de ventaja los que lleva su compatriota, que además ha pasado en primer lugar por el último sprint bonificado para arañar todos los segundos posibles.
A pesar de lo quebrado del terreno, el equipo británico comienza a reducir distancias a 15 km de meta -46 segundos-, mientras que Quintana se ha quedado ya sin compañeros por delante y tiene que asumir la plena responsabilidad de que la fuga siga adelante; nadie quiere colaborar con él, porque todos tienen la vista puesta en la victoria de etapa y guardan fuerzas para el ataque definitivo.
Un ataque definitivo que llega en las rampas de Quatre Chemins, a cargo de Ion Izagirre, después de una tímida tentativa de Van Garderen. El vasco del Astana rápidamente logra unos 20 segundos de ventaja que, haciendo gala de su destreza en los descensos, le bastarán para adjudicarse otra prestigiosa victoria parcial.
Unos metros por detrás, el duro trabajo de los Sky obtiene su recompensa. Bernal y los suyos alcanzan prácticamente sobre la línea de meta a Nairo Quintana, que durante muchos instantes de la carrera soñó con el maillot amarillo de la París-Niza.