Lluvia de estrellas en el cartel de participantes de la 116ª edición de la Milán-San Remo, el primer monumento de la temporada ciclista, que se disputará este sábado 22 sobre un recorrido de 289 km entre Pavia y la Via Roma de San Remo.
La organizadora RCS Sport ha dado a conocer la lista de inscritos para la Classicissima 2025, y al frente de la misma, con la vitola de máximos favoritos, estarán el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck) -ganador de esta prueba en 2023 y que viene de estrenar a lo grande su temporada en la clásica belga Le Samyn- y el esloveno Tadej Pogacar (UAE), campeón del Mundo que este año ya ha dominado en el UAE Tour y Strade Bianche, pero al que se le resiste este monumento, el más difícil para él por sus características, y en el que ha sido 5º (2022), 4º (2023) y 3º (2024) en las tres últimas ediciones. Pogacar ha expresado en repetidas ocasiones su deseo de ganar la Classicissima, uno de los dos monumentos que faltan en su impresionante palmarés (el otro es la París-Roubaix, en la que aún no ha debutado).

Pero habrá muchos más aspirantes al triunfo en esta Milán-San Remo, como Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck), brillante ganador en 2024 y que, por ello, correrá con el dorsal nº 1; Mads Pedersen (LidlTrek), quien ya ha firmado tres victorias este año y fue 4º en la pasada edición; un Filippo Ganna (INEOS Grenadiers) que ha deslumbrado en la reciente Tirreno-Adriático, que acabó segundo; Tom Pidcock, a un altísimo nivel en los primeros meses con el Q36.5 Pro Cycling Team; el potente velocista Jonathan Milan (Lidl-Trek); Matej Mohoric (Bahrain Victorious), ganador en 2022 y sexto el año pasado; Biniam Girmay (Intermarché-Wanty); Michael Matthews (Jayco AlUla), segundo en 2024; Olav Kooij (Visma Lease a Bike); o Jasper Stuyven (Lidl-Trek), que también sabe lo que es ganar la Classicissima -lo hizo en 2021- y que ha sido cuatro veces top-10.

Magnus Cort, Tim Wellens, Julian Alaphilippe, Jhonatan Narvaez, Alberto Bettiol, Vincenzo Albanese, Stefan Küng, Axel Zingle, Tobias Foss, Michal Kwiatkowski, Brandon McNulty, Maxim Van Gils, Paul Magnier, Alex Aranburu y Kaden Groves, entre otros, completan un cartel de lujo para la Milán-San Remo 2025, que contará con la participación de 25 equipos, los 18 WorldTeams más siete UCI ProTeams: Lotto, Israel-Premier Tech, Uno-X Mobility, Tudor Pro Cycling Team, Q36.5 Pro Cycling Team, Solution Teach-Vini Fantini y VF Group - Bardiani CSF - Faizanè.
El Movistar Team, único equipo español participante, correrá con Iván García Cortina, Orluis Aular, Jon Barrenetxea, Carlos Canal, Lorenzo Milesi, Gonzalo Serrano y Natnael Tesfazion.
Aquí podéis consultar la startlist provisional de la 116ª Milán-San Remo.
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Recorrido
La Milán-San Remo 2025 presenta un recorrido de 289 km con los habituales ingredientes en esta clásica centenaria, con los dos ascensos que han definido la carrera en las últimas décadas -la Cipressa y el Poggio di Sanremo- como escenarios clave para intentar seleccionar la carrera antes del sprint en la icónica Via Roma de San Remo. La prueba arrancará en Pavía a las 10:25 h y se dirigirá hacia el norte antes de enlazar con el trazado clásico en Certosa. La primera dificultad llegará para los ciclistas pasado el km 110 con la subida larga pero muy suave al Passo del Turchino (25 km al 1,4% de media, con los dos últimos km al 5,7%), al que seguirá la bajada hacia la Riviera Ligure y los ‘Capi’, las clásicas subidas al Capo Mele, Capo Cervo y Capo Berta.
Será el aperitivo de la Cipressa (5,6 km al 4,1%), donde se empieza a seleccionar el grupo, y el Poggio, una subida de "plato grande" (3,7 km al 4,1%, pero con rampas que alcanzan el 8% antes de la cima) convertida en un muro al llevar los ciclistas 280 km en sus piernas. Es aquí donde habitualmente se suceden los ataques en busca de la victoria. El Poggio se corona a solo 5,5 km de meta para dar paso a un descenso vertigonoso y técnico, por carreteras en zigzag y con curvas peligrosas. La parte final del descenso se adentra en la zona urbana de San Remo, y la última curva desemboca en la larga recta de meta -de 750 metros- en la icónica Via Roma, donde se resolverá la prueba. Esa parte final verá la habitual lucha entre sprinters y clasicómanos por llevarse el primer monumento del año.
