Un año más, Estella acogerá el próximo sábado el GP Miguel Indurain. La carrera navarra servirá además, como suele ser habitual como pistoletazo de salida de la gran semana de ciclismo vasco, que seguirá el domingo con el Memorial Valenciaga, la mejor prueba del campo amateur española, la Vuelta al País Vasco y la Klasika de Amorebieta. Gracias a ello, el GP Miguel indurain contará con una destacada participación de muchos equipos y estrellas que aprovechan la cercanía de la Itzulia para añadir un día más de competición a su calendario en una de las pruebas de un día más vistosas e interesantes de la temporada.
La exigente rampa de la Basílica del Puy volverá a albergar un final que, desde su inclusión ha hecho al GP Miguel Indurain ganar en intensidad y emoción. En total, 186 kilómetros con tres dificultades montañosas por el camino, el alto de Guirguillano de primera categoría a 65 kilómetros de meta, el de Lezaun de segunda a 46 km del final y la subida a Eraul, a tan solo diez kilómetros de la llegada donde en los últimos años se ha roto la carrera.
Todo para llegar de la forma más selectiva posible a la ascensión final a la Basílica del Puy donde espera el premio del triunfo para suceder en el palmarés a Ion Izagirre, este año ausente igual que su equipo, el Bahrain-Merida, que reservan fuerzas para la Vuelta al País Vasco que comenzará dos días después.
Pero aún sin el vencedor saliente, el elenco de candidatos en realmente notorio. Los cinco equipos World Tour presentes con están llamados a brillar: El Sky, el Orica-Scott, el Cannondale-Drapac, el Katusha y , por supuesto, el Movistar en el que a buen seguro recaerá todo el peso de la carrera. Alejandro Valverde será pues, el gran favorito. El murciano ya ganó el GP Miguel Indurain en el 2014 y con la excelente temporada que viene haciendo se postula como la rueda a seguir. Simon Yates será la gran baza del Orica-Scott y frente a ellos, un potentísimo Sky con Sergio Henao, que viene de ganar la París-Niza y Michal Kwiatkowski triunfador de la Milán-San Remo y la Strade Bianche