Las personas que salen a hacer ejercicio en bicicleta y aquellas que corren están exentas del uso de mascarilla, que será obligatorio desde mañana jueves en espacios cerrados y en la calle cuando no se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros para los mayores de 6 años.
Estas personas no deberán usar la mascarilla si no quieren, han señalado a Efe fuentes del Ministerio de Sanidad, que insisten en la importancia de guardar las medidas de distanciamiento social. En este sentido, recordamos que por el momento solo está permitido salir a montar en bicicleta de manera individual.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica hoy miércoles la orden del Ministerio de Sanidad que regula el uso generalizado de las mascarillas en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier lugar cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad.
Según la instrucción, quedan exentas de esa obligación "actividades incompatibles" con su uso, como la ingesta de alimentos y bebidas, y en circunstancias en las que exista una causa de fuerza mayor o situación de necesidad.
Aunque la orden no especifica todas las "actividades incompatibles", ir en bicicleta y correr se incluirían entre ellas, según las mismas fuentes, que señalan que también están exentas todas aquellas actividades deportivas al aire libre que requieran tal esfuerzo que dificulten la respiración. Asimismo, quedan fuera de la obligación las personas con alguna dificultad respiratoria o en las que esté contraindicado su uso por motivos de salud o discapacidad, en tanto que son recomendables para los niños de entre 3 y 5 años.
El uso generalizado de mascarillas para reducir la transmisión comunitaria de la COVID-19 está justificado, según Sanidad, por su alta transmisibilidad y por la capacidad que han demostrado las mascarillas para bloquear la emisión de gotas infectadas, "muy importante cuando no es posible mantener la distancia de seguridad".
Pese a no ser obligatoria para los ciclistas, la mascarilla -o algún pañuelo o braga de cuello que nos tape nariz y boca- resultan altamente recomendables cuando montamos en bicicleta y no tenemos la seguridad de poder mantener suficiente distancia de seguridad con los ciclistas o personas que nos rodean.