Carlos Sastre ha ido acumulando, como el resto de favoritos, etapas y kilómetros, a la espera de que llegue su hora. La etapa de hoy, la más larga de esta edición, la ha pasado "sin ningún problema, sin ningún percance, siempre arropado por mis compañeros", y ahora es consciente de que ha llegado su hora. "A partir de ahora me toca a mí dar el callo", asegura el líder del Cervélo.
Tras una semana "dura, estresante y de mucho desgaste en los últimos días", finalmente mañana el pelotón va a tocar otro tipo de terreno más duro. "Vamos a tocar la montaña por primera vez en este Tour de Francia y vamos a ver qué sensaciones tenemos", comenta Sastre.
"Hasta el día de hoy han sido etapas de desgaste, en las que ha habido que controlar para los sprinters en las que he tratado de guardar lo máximo posible de almentarme bien pensando en estas etapas de montaña que van a ser duras y que van a empezar a marcar la trascendencia de este nuevo Tour de Francia", concluye el vencedor del Tour 2008.