Hay ciclistas hechos para ciertos lugares. Carreteras en las que sienten como en casa. Ascensiones que les van como anillo al dedo. O como Jebel Hafeet a Adam Yates. Lo suyo ya es una relación duradera. Tercero en 2020, donde no se soltó de Tadej Pogacar y Alexey Lutsenko; segundo en 2021, donde de nuevo se pegó a Pogacar; y segundo en 2022, donde, claro, Pogacar le volvió a arrebatar la gloria. Pero en 2023 no. En 2023 no estaba el esloveno, así que tenía vía libre para, por fin, triunfar en una subida a la que se adapta perfectamente el pequeño escalador británico del equipo de casa, el UAE Team Emirates.
✅ ¡ADAM YATES!
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) February 26, 2023
🚴♂️ El británico se hace con la victoria en la séptima y última etapa del @uae_tour
📊 La general es para Remco Evenepoel, que no pudo con el del UAE en los últimos kilómetros#LaCasaDelCiclismo pic.twitter.com/x6frvLe4Mm
Pero eso sí. Para lograr el objetivo y levantar los brazos en lo más alto de una ascensión de casi 11 kilómetros al 6,6% de pendiente media, tenía que deshacerse de otros de los grandes nombres del pelotón, Remco Evenepoel (Soudal-QuickStep), quien parece haberle cogido cariño al rojo –es el color del maillot de líder del UAE Tour- y que iba a poner cara su derrota en Jebel Hafeet, donde cayó en la pelea parcial, pero no en la general, la más importante para él.

Para hacerle daño al belga, Yates pronto puso a trabajar a los suyos, incluido un buen Marc Soler. Trabajaron hasta que se quedaron los más fuertes –ellos dos, más Sepp Kuss (Jumbo-Visma)-, con Pello Bilbao (Bahrain-Victorious) y Lucas Plapp (INEOS Grenadiers) haciendo la goma, los dos que habían empezado la séptima y última etapa, de 153 kilómetros, en puestos de podio y que poco pudieron hacer cuando Adam Yates decidió saltar a unos 6 km de meta. Kuss cedería, como un rato más tarde también lo haría Evenepoel, incapaz de contestar a la explosividad del hombre del UAE.

Con su habitual soltura, Yates sacó unos metros que Evenepoel amenazó con recortar en la zona más tendida, tan mala para él como buena para el belga, más potente, más rodador. Sin embargo, fue una falsa alarma, ya que enseguida se estabilizó la diferencia, llegando a la pancarta final con 10 segundos de margen, suficientes para ganar por primera vez en su montaña.
Y, ya que estaba, para arrebatar el último cajón del podio a Pello Bilbao, tan diésel él, que sufrió para seguir el alegre ritmo del británico. El vasco, que llegó quinto, perdió 54 segundos, tres más de los que necesitaba para aguantar en los puestos de privilegio. Adam le empujó fuera para ocupar él la tercera posición. Segundo, por los pelos, acabó Lucas Plapp, que terminó la etapa fundido.

CLASIFICACIONES
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