Vincenzo Nibali no ha tomado la salida en la primera etapa de la Vuelta a San Juan. El italiano, una de las grandes figuras de la carrera argentina, se ha visto obligado a no poder tomar la salida por problemas intestinales.
Este mediodía, Nibali se disponía comer –la etapa comenzaba a las cuatro de la tarde- y al salir del ascensor camino del comedor ha notado un fuerte mareo y ganas de vomitar. Inmediatamente el médico del equipo Bahrain-Merida, Emilio Magni le ha subido a su habitación, momento en el que ha comenzado a vomitar. “Tenía 38.5º de fiebre”, detallaba el galeno en la salida.
En similar estado se encuentra su hermano Antonio, compañero de habitación de Vincenzo e Ivan Cortina pero ambos han tomado la salida, “aunque tengo aún ahora ganas de vomitar”, contaba el asturiano instantes antes de partir después de haber pasado una mala noche.
Nibali se ha visto obligado a quedarse en el hotel, acompañado de su masajista de confianza, Michele Pallini. “Se quedará un par de días más en Argentina, hasta que se recupere un poco y después volverá a casa”, contaba apenado su director y preparador Paolo Slongo.