Richard Carapaz se ha alzado con la victoria -2ª en este Giro- en la meta de Courmayeur (Monte Bianco), final en alto de la corta y explosiva 14ª etapa del Giro de Italia, obteniendo además el premio de la maglia rosa. A 1’32’’ entró Simon Yates, en su lucha particular por recuperar el tiempo perdido ayer. Y a 1’54’’ el grupo de los favoritos encabezado por Vincenzo Nibali, donde viajaban también Majka, Landa, López, Sivakov, Dombrowski y un Roglic que ha visto como Carapaz le birlaba el liderato de la corsa rosa por 7’’.
Carapaz fraguó su ataque sobre las rampas del Colle San Carlo, el puerto más duro de la jornada, a unos 40 km de meta, tras algunas tentativas inocuas de Nibali y López dentro del grupo de favoritos, donde ya había desaparecido el líder Jan Polanc. La fortaleza de su pedalada, junto a la vigilancia constante entre Nibali y Roglic, con Landa y López como invitados de honor, hizo que la ventaja del ecuatoriano comenzara a crecer rápidamente y coronara con unos 34’’.
Tras un descenso en el que se mantuvieron las diferencias con el grupo de favoritos, y con la tendida ascensión de Courmayeur por delante, la renta de Carapaz comenzó a crecer rápidamente. Nadie quiso asumir la responsabilidad de la persecución por detrás y la ausencia de gregarios -salvo Caruso (Bahrain Merida) en algunos momentos- para realizar el ‘trabajo sucio’ de la persecución, hizo que el de Movistar Team se plantara en la línea de meta con la renta suficiente para adjudicarse, además de la etapa, una maglia rosa que parecía estar destinada a descansar esta noche en la habitación de Roglic.
El pelotón se enfrentaba hoy a una explosiva jornada de montaña: 131 km, encadenando las ascensiones a Verrayes (6,7 km al 7,6%), Verrogne (13,8 km al 7,1%), Truc d´Arbe (7,6 km al 7,4%), Colle San Carlo (10,5 km al 9,8%) y Courmayeur-Monte Bianco (8 km al 3,3%). Se arrancó a mil por hora y ya desde los primeros compases se vieron los primeros movimientos de los hombres importantes de la general, como Yates y Nibali, respondidos inmediatamente por Roglic, Carapaz y demás favoritos.
A poco menos de 100 km de meta, se establece un grupo de 8 en cabeza con ‘segundos espadas’ como Amador (Movistar), Ciccone (Trek Segafredo) o Hamilton (Mitchelton-Scott), y aventureros habituales como Masnada (Androni) o Hugh Carthy (Education First), que al inicio del segundo puerto tienen 2’30’’ de ventaja sobre el pelotón de favoritos y el líder Polanc, guiados por Jumbo-Visma.
En la subida al Truc d’Arbe, Izagirre, Caruso, Gallopin y Dupont se unen a los 8 de cabeza, y la ventaja en la cima sobre el pelotón baja a 1’40’’, a 54 km a meta. Por detrás, Roglic mantiene 3 compañeros marcando el ritmo. Y a su rueda, los Movistar con Landa, Carapaz y Carretero.
En San Carlo, Bahrain toma el mando de la subida en el grupo de los importantes y el líder Polanc comienza a flaquear. Empiezan a moverse los favoritos para la general, como Nibali o Miguel Ángel López, los más activos durante la ascensión, marcados de cerca por Roglic, Carapaz y un Mikel Landa que hoy, posiblemente, no se encontraba tan pletórico. Este grupo de elegidos va neutralizando miembros de la escapada durante la durísima subida a San Carlo, bajo el fuerte ritmo que impone Caruso, que hace descolgarse también a Mollema y Yates. La maglia rosa, Polanc, pierde ya más de 2’. Por delante, sobreviven, Sosa, Ciccone y Cattaneo, aunque no por mucho tiempo…
A 3 km de coronar llega el latigazo de Carapaz. Nibali toma la iniciativa de seguirle, a su rueda Roglic, López y Landa. Pero ‘El Tiburón’ no quiere ser el único responsable de la persecución y le cede el testigo a López y Roglic, que tampoco están por la labor. La escena se repite en la tendida ascensión final a Monte Bianco, lo que unido al firme caminar de un Richard Carapaz desbocado, ha provocado que la maglia rosa descanse sobre la espalda del ecuatoriano de Movistar Team, que ayer ya hizo una demostración de fuerza importante, tapada en cierta medida por la exhibición de su compañero Mikel Landa.
Mañana, turno para una larga jornada de 237 km entre Ivrea y Como, con un final digno de clásica (Madonna del Ghisallo, Sormano…) donde seguro se desatará la batalla entre los hombres importantes de la general.