Cara y cruz en una etapa muy esperada, la primera gran jornada de montaña en este Giro, con final en el Gran Sasso d´Italia, que ha coronado a un modesto ciclista italiano, Davide Bais, del EOLO-Kometa, quien estrena su palmarés profesional tras superar en un agónico final al checo Karel Vacek (Corratec-Selle Italia) y Simone Petilli (Intermarché), sus compañeros de cabalgada durante más de 210 km.
¡Se emociona @albertocontador y no es para menos! 😭
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) May 12, 2023
¡𝗩𝗜𝗖𝗧𝗢𝗥𝗜𝗔 𝗔𝗡𝗧𝗢𝗟𝗢́𝗚𝗜𝗖𝗔 𝗗𝗘 𝗗𝗔𝗩𝗜𝗗𝗘 𝗕𝗔𝗜𝗦 𝗘𝗡 𝗘𝗟 𝗚𝗥𝗔𝗡 𝗦𝗔𝗦𝗦𝗢 𝗗'𝗜𝗧𝗔𝗟𝗜𝗔!
Exitazo para @EoloKometaDEV 👏👏👏#Giro2023 🚴🇮🇹 pic.twitter.com/N3Uztj3Hrd
La cruz la hemos tenido en la actuación de los favoritos para la general, que se han fumado la etapa. Con terreno para plantear batalla -bien de lejos,o en los cuatro kilómetros finales, con una pendiente media del 8,2%- nadie lo intentó siquiera. Cero ataques. Máxima conservadurismo. Decepción total para los aficionados. La consigna en este Giro de Italia parece clara: reservar fuerzas para la dura semana final.
El grupo de favoritos, con nada menos que una treintena de ciclistas, llegó a 3´10" de Davide Bais, encabezado por Remco Evenepoel y Primoz Roglic. Sin cambios en los primeros puestos de la clasificación general, el noruego Andreas Leknessund (Team DSM) vestirá la maglia rosa un día más, con el campeón del Mundo a 28".
Fuga temprana y consentida
Con la presencia un día más de la lluvia –que caía con fuerza en Capua, ciudad de la provincia de Caserta- se puso en marcha la 7ª etapa del Giro, de 218 km, que pronto vio como se consolidaba la fuga. Fue en el kilómetro seis cuando un ataque de cuatro corredores dio origen a la misma: Davide Bais (EOLO-Kometa), Henok Mulubrhan (Green Project-Bardiani), Simone Petilli (Intermarché) y Karel Vacek (Corratec-Selle Italia).
El pelotón, tirado por los DSM del líder Leknessund, se lo tomaba con mucha calma, y los fugados cogieron rápidamente más de diez minutos de ventaja, lo que convertía en líder virtual al italiano Petilli, el mejor clasificado, a 7´49”. En la subida a la primera dificultad montañosa, Roccaraso (de 2ª categoría; 7,3 km al 6,1%) se descolgó de la escapada el eritreo Mulubrhan.

Bais, Petrilli y Vacek continuaron con su cabalgada ante un pelotón que no reaccionaba: 13 minutos de renta tenían a falta de 45 km , iniciando la ascensión a Calascio (13,5 km al 6%), aperitivo de la subida final al Gran Sasso. Las opciones del trío de fugados aumentaban cuando la carrera entraba en el momento decisivo. Coronaron este puerto de 1ª con nueve minutos de adelanto sobre un pelotón que seguía de paseo y en el que nadie se movía.
Casi sin solución de continuidad los ciclistas afrontaban el Gran Sasso (26,4 km al 3,4%), muy tendido en su parte inicial, incluso con algún tramo de descenso, pero con cuatro km finales al 8,2%. En el pelotón la subida se hacía a ritmo, con Team DSM, AG2R Citröen y Soudal-Quick Step alternándose en cabeza. El equipo de Evenepoel tomó el mando a falta de 12 km pero con escasa actitud ofensiva.

Con la victoria asegurada –con más de seis minutos de ventaja-, los fugados seguían juntos al entrar en la parte más dura, los cuatro kilómetros finales, pese a que el checo Vacek mostró algunos síntomas de debilidad. Seguirían así hasta llegar a los 200 metros finales donde, al límite de sus fuerzas tras 212 kilómetros de aventura, se jugaron la victoria en un sprint agónico. Honor y reconocimiento para ellos en una etapa decepcionante.
Petilli fue el primero en intentarlo pero iba vacío y explotó pronto. Entonces emergió Davide Bais -de 25 años- mucho más entero, para rematar la victoria de su vida. Esa que se recordará durante muchos años como se sigue recordando la de su compañero Lorenzo Fortunato en el Monte Zoncolan en 2021. El Giro de italia sigue dando alegrías al EOLO-Kometa.
Mañana sábado, 8ª etapa, entre Terni y Fossombrone, de 207 km, con tres altos puntuables -dos de 4ª y uno de 2ª categoría-, en su parte final.

CLASIFICACIONES
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