La que iba a ser la etapa reina del Giro 2020 -la 20ª de este sábado, con el paso por el Colle dell´Agnello, Izoard, Montgenevre y Sestrière- ha quedado completamente modificada, y reducida en dureza, a raíz del decreto 2020-1262 del Prefecto de los Altos Alpes, en relación con la normativa anti-Covid, que hará imposible que la corsa rosa pase por suelo francés.
Así, la carrera no podrá transitar por los tres primeros colosos pevistos en esa etapa: Colle dell´Agnello (posiblemente el puerto más duro que tenía este Giro, de 31 km al 5,5% de media con los 9 finales al 9,7%), Izoard (13 km al 7,3%), Montgenevre (7,2 km al 6,5%), por lo que la organización se ha visto obligada a modificar por completo la 20ª etapa (Alba-Sestriere, de 190 km), cuya dureza se concentrará, en suelo italiano, en una triple subida a Sestriere (11,3 km al 6,1%) en los últimos 60 km.
La renovada etapa tendrá más de 3.500 metros de desnivel, aunque pierde notablemente en dureza. Algo que en principio beneficiaría al actual líder, Joao Almeida, en su intento de mantener la maglia rosa. La etapa de montaña de mañana jueves será, por tanto, aún más decisiva.
