Una vez más, Alberto Contador ha sido el gran motor del espectáculo en una jornada de alta montaña en el Tour de Francia. El ciclista español no pudo cazar la escapada que se formó en los compases iniciales y aprovechó las primeras rampas de la Croix de Fer para lanzarse a la captura de la misma, cuando esta ya le aventajaba en más de tres minutos. “No pille la fuga de primeras y mis opciones de triunfo se vieron totalmente hipotecadas. Tuve que hacer una remontada tremenda. Realicé muchos kilómetros solo, sin ayuda, subí la Croix de Fer a tope y lo acabé pagando”, ha explicado en línea de meta.
El líder del Trek-Segafredo contó con un excelso trabajo de sus compañeros de equipo, que le dieron unos últimos relevos claves antes de contactar con la escapada y posteriormente mantuviera esta con vida asumiendo la responsabilidad de imponer un alto ritmo. “Mandamos por delante a Gogl, Pantano y Mollema y los tres hicieron un gran trabajo. Pagué el haber hecho demasiado kilómetros solo y las cosas no salieron como se había planificado, pero el deporte funciona así. Me di un gustazo y si la gente también ha disfrutado de una aventura de tantísimos kilómetros a mí me vale”, ha puntualizó.
Contador, que no pierde el ánimo, ya piensa en la etapa de mañana con final en el Izoard, donde espera contar con la ocasión de brillar. “Se intentará, por supuesto. Aun así, no creo que nos den mucho margen y ya es la última oportunidad. Espero recuperarme bien para ofrecer lo mejor de mí otra vez”, ha concluido el ciclista español, que es noveno en la general a 7:45.