Roglic se consagra y desplaza a Froome del podio

El esloveno, tras marcharse en el descenso del Aubisque, gana la 19ª etapa y se coloca 3º de la general. Landa, con un ataque a 100 km, pone contra las cuerdas al Sky. Thomas, virtual ganador del Tour

Fernando Belda. Foto. Bettini Photo.

Roglic se consagra y desplaza a Froome del podio
Roglic se consagra y desplaza a Froome del podio

Que Primoz Roglic es un enorme ciclista lo sabíamos desde hace tiempo. Esta primavera, el esloveno de 28 años -ex saltador de esquí- ya nos maravilló en la Vuelta al País y el Tour de Romandía (carreras que ganó a lo grande, además del Tour de Eslovenia y una etapa de la Tirreno-Adriático) demostrando que es uno de los ciclistas más completos del pelotón.

Pero sus prestaciones y actitud en este Tour le han consagrado como uno de los mejores y más admirados ciclistas del momento. Subiendo, bajando, en la montaña, contrarreloj, siempre dando la cara, siempre al ataque… Sólo Geraint Thomas y quizá Dumoulin se han mostrado tan fuertes como él la última semana de una carrera tremenda. 

Hoy ha ganado a lo grande la 19ª etapa, Lourdes-Laruns, que incluía el ascenso a tres colosos pirenaicos (Aspin, Tourmalet y Aubisque), tras una portentosa bajada al Aubisque. Antes, en el ascenso a este puerto de más de 16 km intentó reventar la carrera con mil y un ataque a Thomas, Dumoulin y Froome, quien ha sufrido como nunca aunque consiguió llegar en el grupo de los mejores, a 18” del esloveno. Con esta diferencia más la bonificación como ganador, Roglic, el más fuete subiendo y también bajando, desplaza del tercer puesto a Froome y tiene a tiro el podio final en París, lo que le consagraría como un ciclista con mayúsculas. Por su forma de correr además es de los que  engrandecen las carreras y a este deporte. Esta semana de Tour el club de fans del esloveno se ha multiplicado por 100.   

Roglic fue saltador de esquí profesional, de los buenos, incluso llegó a ser campeón del mundo junior. Pero una mala caída en 2011 le produjo una grave lesión y, para recuperarse, los médicos le recomendaron que montara en bicicleta. Con unas cualidades excepcionales, no se ha bajado de ella desde entonces, protagonizando una carrera fulgurante desde que se estrenara como profesional en 2013 (en el modesto Adria Mobil). Con 29 años es un ciclista tardío pero aún en evolución, a imagen y semejanza de lo que fue Tony Rominger.  En el Tour 2018, este esloveno que no deja de sorprendernos está protagonizando su gran salto al estrellato.  

El líder, Geraint Thomas, mantuvo el tipo sin problemas toda la etapa, buen arropado por sus compañeros del Sky. Cuando algún rival peligroso atacaba era de los primeros en salir a tapar el hueco. Siempre solvente, hoy ha certificado su victoria en el Tour, a falta de la CRI de 31 km de mañana en la que no debería perder mucho tiempo con Dumoulin y Roglic. El colchón de tiempo que tiene con ellos (2´05” y 2´24” respectivamente) debe ser más que suficiente.

Mike Landa, héroe de la jornada

Gloria y honor también para Mikel Landa, que intentó dinamitar la carrera desde lejos, a 102 kilómetros de meta, en las rampas del temible y mítico Tourmalet. Acompañado de Bardet y Zakarin llegó a tener más de 3 minutos de ventaja con el grupo de favoritos, colocándose virtualmente 2º del Tour durante muchos kilómetros. Y debemos valorar y aplaudir como se merece el enorme trabajo que para él hizo de su compañero Andrey Amador en el terreno de enlace entre el Tourmalet y el Aubisque.

Al final la aventura de Landa no prosperó -en gran medida por el trabajo que hizo Robert Gesink (Lotto NL-Jumbo) en defensa de los intereses de sus líderes Roglic y Kruijswijk-, pero no podemos parar de aplaudir su coraje: intentó en el Tourmalet lo que Froome hizo en Finestre, dinamitar de lejos una gran vuelta. Ni más ni menos. Con grandeza y corazón. El alavés no quería irse del Tour sin haberlo intentado y casi le sale bien el órdago. Se pone sexto de la general y podría acabar el Tour 5º si mañana le saca 3” a Kruijswijk, algo que entra dentro de lo razonable.

Entre los mejores de la general, el único que hoy pegó el petardazo fue Nairo Quintana, que se dejó en meta más de 7 minutos, sin fuerzas y afectado por la dura caída de ayer, y baja del 5º al 9º puesto de la general. El Tour queda casi visto para sentencia en cuanto al ganador se refiere, con las otras dos plazas del podio abiertas de cara a la crono de mañana, con Dumoulin, Roglic y Froome separados por solo 32”. Si no hay sorpresas, el neerlandés y el esloveno deberían ocupar esas dos posiciones. Sería de justicia atendiendo a los méritos de cada uno en este Tour.  

La contrarreloj de mañana (Saint Pée Sur Nivelle – Espelette, de 31 km) será más complicada de lo habitual, ya que discurre por un trazado escarpado, repleto de repechos, e incluso con una dura cota de 900 metros al 10,2% de media, con una rampa de hasta el 21%, a 3 km de meta.

CLASIFICACIÓN GENERAL