La 105ª edición del Tour de Francia, del 7 al 29 de julio, con inicio en la isla de Noirmoutier y final en París, se presenta como una de las más abiertas de los últimos años, con una amplia nómina de favoritos entre los que destacan Chris Froome, Tom Dumoulin, Richie Porte, Romain Bardet, Vincenzo Nibali, Adam Yates, Geraint Thomas, Primoz Roglic y el tridente del Movistar Team: Nairo Quintana, Mikel Landa y Alejandro Valverde.
La organización ha preparado un trazado muy exigente, indicado a priori para escaladores, ya que hay pocos kilómetros contra el crono y la única contrarreloj individual, de 31 km, presenta un perfil muy sinuoso, repleto de repechos . Pero también hay numerosas trampas en el camino que pueden dejar a algún favorito fuera de juego antes de tiempo, destacando los 15 tramos adoquinados de la 9ª etapa (Arras-Roubaix, con muchos de los tramos de pavés por los que transita la París-Roubaix), la jornada más temida por casi todos. Además, preocupan las rachas de viento –con el consiguiente peligro de abanicos- que pueden aparecer en las primeras seis etapas, que transcurren cerca del mar, en las regiones de País del Loira y Bretaña.
Las 21 etapas del Tour 2018 se dividen en siete etapas llanas, una de pavés, dos contrarreloj (una individual de 31 km y una por equipos de 35 km), cinco de media montaña y seis de montaña, con tres llegadas en alto: La Rosiére (11ª etapa), Alpe d´Huez (12ª) y Col de Portet (17ª etapa).
Como novedad, en las nueve primeras etapas -a excepción de la crono por equipos- se repartirán bonificaciones de tiempo (3, 2 y 1 segundo) a los tres primeros clasificados en puntos cercanos a la meta, a entre 8 y 30 kilómetros del final [en los perfiles de las etapas estos puntos aparecen marcados con una “B” sobre fondo amarillo]. Además, se mantienen en todas las etapas en línea las bonificaciones habituales para los tres primeros clasificados en meta (10, 6 y 4 segundos). Otra novedad de esta edición -quizá más efectista que efectiva- será la salida tipo Fórmula-1, en parrillas, con los favoritos saliendo por delante, en la decisiva 17ª etapa, un continuo sube y baja de 65 km con tres puertos de entidad: Peyreagudes, Val-Louron-Azet y Col de Portet.
1ª Etapa. Noirmoutier-en-L'Île - Fontenay-le-Comte (201 km)
Para empezar, 201 kilómetros por la costa Atlántica, a través de las regiones de Países del Loira y Vendée, pedaleando en paralelo al mar y con el peligro de posibles abanicos, ya que en esta zona las rachas de viento son habituales. Hay una cota puntuable de 4ª categoría (Côte de Vix, 700 metros al 4,2%), a 28 km de meta. Previsible llegada al sprint.
2ª Etapa. Mouilleron Saint-Germain - La Roche-sur-Yon (182,5 km)
Otra etapa a priori nerviosa, de nuevo con la amenaza de abanicos, que será la segunda oportunidad para los sprinters. Una cota de 4ª en el km 28 y la bonificación de tiempo en Saint-Florent-Des-Bois, a 14 km de meta, pequeños alicientes de una etapa que transcurre por la región de País del Loira.
3ª etapa. Cholet - Cholet (CRE, 35,5 km)
Contrarreloj por equipos de 35,5 km que servirá para marcar las primeras diferencias entre los favoritos. La ciudad de Cholet –tres veces final de etapa en el Tour- será el escenario de un recorrido técnico con algunos repechos, entre los que destaca la Côte de la Seguinière, a 9 km del final. Habrá puntos de cronometraje intermedios en los km 13 y 26,5.
4ª etapa. La Baule - Sarzeau (195 km)
La carrera llega a la región de Bretaña en una etapa de transición que será una nueva oportunidad para los hombres rápidos. De perfil llano, los ciclistas solo encontrarán una pequeña cota de 4ª categoría a 60 km de meta (Saint-Jean-la-Poterie, 800 metros al 7,8%).
5ª etapa. Lorient – Quimper (204 km)
El Tour se anima con una etapa con aroma a clásica, por carreteras estrechas por la campiña de Bretaña y decenas de muros cortos y explosivos en los últimos 100 km. Cinco de estas cotas son puntuables: Côte de Kaliforn (de 4ª categoría; 1,7 km al 7,1%), Côte de Trimen (4ª; 1,6 km al 5,6%), Côte de la Roche du Feu (3ª; 1,9 km al 6,6%), Côte de Menez Quelerc'h (3ª; 3 km al 6,2%) y Côte de la Montagne de Locrognan (3ª; 2,2 km al 5,9%), Además, la Côte de la Chapelle de la Lorette, no puntuable, a 12 km de meta, dará bonificaciones de tiempo a los tres primeros. El final también pica hacia arriba.
6ª etapa. Brest - Mûr de Bretagne (181 km)
Primera prueba seria para los favoritos con la doble subida en los kilómetros finales al Muro de Bretaña (2 km al 6,9%, con rampas superiores al 10%). La primera vez se corona a 16 km de meta; la segunda será el final de una jornada que puede marcar pequeñas diferencias. Esta cima ya fue final de etapa en los Tour de 2011 y 2015, con triunfos de Cadel Evans y Alexis Vuillermoz respectivamente. La etapa incluye además otras dos ascensiones en su parte inicial: la Côte de Ploudiry (3ª; 1,5 km al 7%) y la Côte de Roc'h de Trévézel (4ª; 2,5 km al 3,5%).
7ª etapa. Fougères - Chartres (231 km)
El Tour se adentra hacia el interior en una etapa de largo kilometraje y perfil llano -aderezado tan sólo con una cota de 4ª categoría a mitad de recorrido- condenada a resolverse al sprint. Las bonificaciones de tiempo se darán en el km 200, a 31 de meta.
8ª etapa. Dreux - Amiens (181 km)
Última oportunidad para los hombres rápidos antes de que empiece la parte más intensa y decisiva del Tour. Perfil llano, con dos pequeñas cotas de 4ª en su parte inicial, y previsible llegada al sprint en las calles de una ciudad conocida por albergar la catedral gótica Notre-Dame de Amiens, la más grande de Francia.
9ª etapa. Arras - Roubaix (156,5 km)
Eusebio Unzué, manager general del Movistar Team, reconocía hace unos días que esta es la etapa “que más respeto nos da”; una pequeña París-Roubaix dentro del Tour. Con 15 tramos de adoquines de los que se transitan en el “Infierno del Norte”, para un total de 21 km de pavés, puede ser una trampa para alguno de los favoritos. Según Alejandro Valverde, "no ha habido en los pasados Tours una etapa de adoquines como la de este, con terreno duro y lejos de meta; va a ser supervivencia pura, un día que puede marcar el Tour". Entre los favoritos Froome y Nibali son, a priori, los más beneficiados por esta etapa que causa terror entre los escaladores más livianos. Será además la última etapa con bonificación de tiempo en puntos cercanos a la meta, en este caso a 18 km del final.
10ª etapa. Annecy - Le Grand-Bornand (158,5 km)
Tras un largo traslado y jornada de descanso (el lunes 16) llega la primera de las tres etapas de alta montaña en los Alpes, con tres puertos de 1ª y uno de Categoría Especial (HC). Los ciclistas afrontarán de salida una cota de 4ª (Col de Bluffy), a la que le seguirán la Croix Fry (1ª categoría; 11,3 km al 7%), y el novedoso Plateau des Glières (HC), de “sólo” 6 km pero de enorme dureza (11,2% de media) por un camino muy estrecho y sin asfaltar, “en un ascenso en el que se recuperará el espíritu de los antiguos Tours”, según el director de la carrera Christian Prudhomme. Tras un largo tramo llano se encadenarán otros dos colosos, en los que se deberían ver los primeros ataques de los escaladores: el Col de Romme (1ª, 8,8 km al 8,9 %), y la Colombière (7,5 km al 8,5%), todo un clásico en el Tour que se corona a 14,5 km de la meta, en Le Grand-Bornand, a la que se llegará tras un vertiginoso descenso.
11ª etapa. Albertville - La Rosière (108,5 km)
Primera llegada en alto del Tour en una etapa corta pero sin descanso –con cuatro puertos encadenados-, en la que se pueden marcar grandes diferencia si algún equipo se anima a atacar de lejos. En el km 13 comienza la ascensión al Montée de Bisanne (HC, 12,4 km al 8,2%), al que le seguirán el Col du Pré (HC, 12,6 km al 7,7%) y Cormet de Roselend (2ª, 5,7 km al 6,5%), que se corona a 1.968 metros de altitud. La durísima jornada finaliza con la ascensión al inédito La Rosière, puerto muy largo y tendido (17,6 km al 5,8% de media, con varios kilómetros por encima del 9%), que se le puede hacer eterno a quien no vaya con buenas piernas.
12ª etapa. Bourg-Saint-Maurice - Alpe d'Huez (175,5 km)
Tercera etapa alpina consecutiva y segunda llegada en alto, en Alpe d'Huez, en la que será sin duda una de las etapas reinas del Tour 2018, de la que saldrá una clasificación general ya muy definida. La jornada aúna la subida de tres de los grandes clásicos alpinos del Tour, tres colosos de Categoría Especial (HC) como el col de la Madeleine (25,3 km al 6,2%), Croix de Fer (29 km al 5,2%) y el mítico Alpe d'Huez con sus 21 curvas (13,8 km al 8,1%), un puerto muy recordado estos días al cumplirse 30 años de la conquista en su cima por parte de Pedro Delgado del maillot amarillo del Tour´1988, que acabaría ganando. Además, el trazado incluye un puerto de 2ª (Lacets de Montvernier, 3,4 km al 8,2%) entre la Madeleine y Croix de Fer, para redondear una etapa que puede hacer estragos.
13ª etapa. Bourgd'Oisans - Valence (169,5 km)
Tras la tempestad alpina llega la calma con una etapa que, camino del Macizo Central, presenta tan solo dos dificultades montañosas de escasa entidad: la Côte de Brié (3ª; 2,4 km al 6,9%) y la Côte de Saint-Eulalie-en-Royans, de 4ª. Etapa propicia para que los equipos de los sprinters controlen las escapadas en busca de una llegada masiva.
14ª etapa. Saint-Paul-Trois-Chateaux - Mende (188 km)
El Tour tocará brevemente el Macizo Central en una etapa de media montaña, con final clásico en Mende, propicia para una fuga de ciclistas de nivel. Tras 80 km llanos, la Côte de Grand Chatâignier de 4ª categoría (1 km al 7,4%) servirá de aperitivo a un terreno rompepiernas, ideal para buscar la aventura, que incluye un exigente 2ª (Col de la Croix de Berthel, 9,1 km al 5,3%), un 3ª (Col du Pont sans Eau; 3,3 km al 6,3%) y la subida a la corta pero muy dura Croix Neuve, de 2ª (3 km al 10,2%), que se corona a solo 1,5 km de meta por lo que resultará decisiva para el desenlace de la etapa.
15ª etapa. Millau - Carcassonne (181,5 km)
Camino de los Pirineos la carrera presenta otra interesante etapa de media montaña, de dureza creciente, indicada de nuevo para buscar la aventura. Nada más iniciarse los ciclistas afrontarán la subida a la Côte de Lucenzon (3ª; 3,1 km al 5,9%), a la que le seguirán el largo y tendido Col de Sié (2ª; 10,2 km al 4,9%) y el exigente Pic de Nore, de 1ª categoría (12 km al 6,3% de media), que seleccionará la etapa de cara a los kilómetros finales.
16ª etapa. Carcassonne - Bagnères-de-Luchon (218 km)
Tras la segunda jornada de descanso, en Carcassonne, llega la primera de las etapas en los Pirineos –una de las más duras de la ronda gala- con 218 km y unos temibles 70 finales que se adentrarán brevemente en suelo español. El Portet d´Aspet (5,4 km al 7,1%) y el Col de Menté (6,9 km al 8,1%) se suben seguidos, lo que sin duda hará una buena selección en el pelotón principal. Tras una vertiginosa bajada y cerca de 20 kilómetros de falso llano por territorio español, los ciclistas afrontarán la ascensión al Col du Portillon (8,3 km al 7,1%), desde cuya cima tan solo restarán 10 km de rápido descenso hasta la meta situada en Bagnères de Luchon.
17ª etapa. Bagnères-de-Luchon - Saint-Lary-Soulan (65 km)
Una etapa especial, por kilometraje (tan solo 65 km), dureza y por el innovador sistema de salida con parrillas (tipo Fórmula 1) en el que los mejores de la general saldrán por delante, con unos metros de diferencia entre cada fila de ciclistas. Para muchos puede ser la etapa más decisiva; en opinión de Alberto Contador será “una especie de contrarreloj pero con tres puertos de montaña”. Una etapa corta pero frenética, sin un solo metro llano, en la que se empieza ascendiendo el Montée de Peyragudes (14,9 km al 6,7%), para enlazar –en un continuo sube y baja- con el Col de Val Louron-Azet (7,4 km al 8,3%) y el Col du Portet, de Categoría Especial, 16 durísimos kilómetros al 8,7% de media -con varios kilómetros por encima del 10%-, coronando a 2.215 metros de altitud.
18ª etapa. Trie-sur-Baïse - Pau (171 km)
Tras dos días de enorme dureza llega un pequeño respiro para los hombres importantes de la general con esta etapa de transición, con final en Pau, que tan solo presenta como dificultades dos pequeñas cotas de 4ª categoría, la última de ellas a 19 km de meta. Los equipos que aún estén sin victoria de etapa tendrán aquí una de sus últimas oportunidades de buscar sorprender a los sprinters.
19ª etapa. Lourdes - Laruns (200,5 km)
Última oportunidad para que los escaladores intenten marcar diferencias, en otra etapa maratón de gran dureza acumulada que puede causar estragos en algún favorito con las fuerzas ya al límite. Serán 200 kilómetros con dos cotas de 4ª para abrir boca antes de afrontar cuatro colosos, dos de ellos de Categoría Especial: Col de Aspin (1ª; 12 km al 6,5%), el mítico y durísimo Tourmalet (HC; 17,1 km al 7,3%), Col des Bordères (2ª; 8,6 km al 5,8%), y la ascensión final a Soulor Aubisque (HC; 16,6 km al 4,9%). Desde su cima hasta la meta de Laruns, 20 km de descenso.
20ª etapa. Saint-Pée-sur-Nivelle - Espelette (CRI, 31 km)
La única contrarreloj individual del Tour 2018 presenta un trazado escarpado, repleto de repechos (incluso con una dura cota de 900 metros al 10,2% de media, con una rampa de hasta el 21%, a 3 km de meta), lo que permitirá que los escaladores puros puedan minimizar la pérdida de tiempo con los especialistas contra el crono. Si la clasificación general aún no está decidida, estos 31 km terminarán de definir las posiciones de honor.
21ª etapa. Houilles - París (116 km)
Como es habitual, la última etapa será un desfile por las calles de París, con final en la Avenida de los Campos Elíseos, en homenaje a los “supervivientes” de un Tour que se prevé muy duro y disputado. A 60 km de meta la carrera entrará en París para finalizar dando ocho vueltas a un circuito de unos 7 km. Los sprinters buscarán ganar la siempre prestigiosa última etapa. Después, honores a los mejores del Tour 2018 en el espectacular podio que se monta con el Arco del Triunfo de fondo.