Una etapa para la batalla por el Macizo Central

La 11ª etapa, de 211 km, presenta un trazado quebrado y una sucesión de subidas cortas pero duras en su parte final, para un total de 4.350m de desnivel. Una jornada ideal para una fuga de nivel a la espera de ver si algún favorito se anima a moverse. Terreno hay para la batalla.

Ciclismoafondo.es / EFE. Foto: Sprint Cycling Agency

Perfil de la etapa 11
Perfil de la etapa 11

Después de la jornada de descanso del lunes y la soporífera etapa de ayer -que algunos han considerado un segundo día de descanso para los ciclistas- el Tour afronta hoy miércoles una larga y exigente etapa de media montaña por el Macizo Central, con 4.350 metros de desnivel acumulado.

Lo más duro se concentra en la parte final, los último 50 km, con nada menos que cuatrro ascensos puntuables, uno de 1ª categoría, dos de 2ª y uno de 3ª. Terreno para la batalla, tanto en la fuga de nivel que a buen seguro se formará como entre los favoritos, si alguno se decidiera a pasar al ataque. 

Entre Évaux-les-Baisn y Le Lioran los ciclistas recorrerán 211 kilómetros, la segunda jornada más larga de la edición, en una etapa sin grandes dificultades en sus primeras tres cuartas partes -aunque siempre se transita por terreno quebrado- pero muy compleja en el tramo final. A partir de la localidad de Le Falgoux (-47 km), la etapa se convierte en una sucesión de ascensos y bajadas que concentra lo esencial de los 4.350 metros de desnivel de la maratón del día.

Se trata de una sucesión de puertos de poca distancia pero fuertes pendientes que puede causar estragos en el pelotón y servir de campo de batalla para aquellos que luchan por la general. 

Lo más duro comenzará con el ascenso al Col de Néronne (2ª categoría) una subida corta (3,8 km) pero intensa, con una pendiente media del 9,1 %, que debe servir de trampolín al Pas de Peyrol, la principal dificultad montañosa, de 1ª categoría, con 5,4 km al 8,1 %, que comienza a ascenderse tras solo seis kilómetros de bajada. Su cima, situada a 31 kilómetros de la meta, abre la perspectiva de un terreno accidentado.

Le siguen once kilómetros de descenso hasta Mandailles-Saint-Julien, desde donde comienza la ascensión hasta el Col de Pertus, un 2ª de 4,4 km al 7,9% en cuya cima se repartirá bonificación de tiempo a los tres primeros (8, 5 y 2"). Casi sin solución de continuidad, tras un rápido descenso de 5 km, los ciclistas atacarán la última subida del día, Le Lioran, un 3ª categoría de 3,3 km al 5,8% cuya cima se sitúa a solo tres de la meta, a la que se llega tras un descenso y un repecho final. 

Los últimos 40 km de la etapa son territorio comanche ideal para la guerra de guerrillas, como reconoce el director del Tour, Christian Prudhomme, quien asegura que la jornada ofrece "multitud de trampolines para preparar emboscadas" lo que obligará a los favoritos a "una atención permanente". Su número 2, Thierry Gouvenou, prefiere hablar de "fuego de artificio" final que puede "hacer saltar por los aíres la general".

En ese tramo final, el control de los equipos se complica con la sucesión de dificultades y los corredores deberán apoyarse en sus propias fuerzas. Un campo de batalla que termina en Le Loiran por tercera vez en la historia del Tour, tras las victorias de los belgas Michel Pollentier en 1975 y Greg van Avermaet 41 años más tarde, lo que le valió también vestirse con el maillot amarillo.

La undécima etapa propone un excelente escenario para la guerra entre los favoritos de la general, que tendrán por delante dos jornadas de transición, prácticamente llanas, antes de afrontar la alta montaña, esta vez en los Pirineos, con dos finales en alto el sábado y el domingo, en Saint-Lary-Soulan Pla d'Adet y Plateau de Beille

Hora de salida: 11:30 h

Hora de llegada: sobre las 17:12 (horario intermedio previsto por la organización).

 

Vingegaard, Evenepoel y Pogacar al finalizar la etapa del "sterrato"

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