Marc Soler, muy activo en la parte final de la segunda etapa del Tour 2020, valoró su actuación al final de la jornada: “Después de un golpe como el de ayer, con esas dos caídas -una en un tramito de bajada y otra, la más dura, a falta de 3 km-, la cabeza sufre y quería quitarme las dudas lo más pronto posible, y qué mejor que probarlo. La verdad es que por la mañana me dolía bastante la rodilla, pero con el paso de los kilómetros me ha ido molestando menos y he acabado el día casi sin molestias. Se ha ido rápido todo el día y esas fuerzas que me han restado las caídas de ayer quizás hayan pasado factura, pero aun con ello y pese a haber cedido ese minuto en meta, estoy contento con las sensaciones".
Una mala colocación en la bajada final justifica su pérdida de tiempo (1'12'') en meta: "He intentado salir al final de la subida, pensando que podría estar cerca de Hirschi, Alaphilippe y Yates y luego conectar, pero todo iba muy rápido, tanto delante como en el pelotón, y no he podido conectar. Luego en la bajada me he quedado mal colocado, he perdido algún metro y una vez que hemos llegado a zona de carretera más ancha no he podido reconectar con el grupo de Alejandro y Enric".
Respecto al incidente mecánico de Valverde, el catalán ha comentado: "La verdad es que los compañeros, con Nelson ahí junto a Alejandro, han sabido gestionar muy bien ese pinchazo de Alejandro y estamos contentos con las sensaciones de hoy, aunque yo particularmente estoy muerto. Vamos a ver cómo evolucionamos con el paso de los días. Rojas el que más molestias tiene tras los golpes de ayer; Imanol, Nelson y Carlos van un poco mejor. Creo que con el paso de los días iremos recuperando y estaremos bien para el tramo clave de la carrera”.