Tim Merlier gana entre un caos de continuas caídas

El belga del Alpecin-Fenix se impone en un sprint reducido en el que se cayeron Ewan y Sagan. Antes lo habían hecho otros favoritos, entre ellos Roglic y Miguel Ángel López, que cedieron 1´20", Pogacar (26") o Jack Haig, que ha tenido que abandonar.

Tim Merlier, ganador de la accidentada 3ª etapa. Foto: David Stockman / Bettini Photo
Tim Merlier, ganador de la accidentada 3ª etapa. Foto: David Stockman / Bettini Photo

Los primeros días del Tour de Francia son un ejercicio de supervivencia, una "batalla" feroz por llegar sano a meta cada día. Muchos nervios y tensión acumulada y unas carreteras que no siempre son las más indicadas para el paso de un gran pelotón lanzado. 

Hoy se ha vuelto a vivir un día terrible de caídas, que se ha saldado con algunos favoritos perdiendo tiempo y a la espera de conocer en el "parte de guerra" las posibles consecuencia físicas. De momento Robert Gesink, Caleb Ewan y Jack Haig han tenido que abandonar el Tour. También Geraint Thomas. Miguel Ángel López, Primoz Roglic, Tadej Pogacar, Arnaud Démare o Peter Sagan, entre otros, se han visto afectados en mayor o menor medida por las mismas, en una etapa muy nerviosa que ha transcurrido por carreteras estrechas y reviradas de la Bretaña.

En medio del caos vivido en los kilómetros finales reinó Tim Merlier, el más rápido de un sprint muy reducido -apenas una veintena de ciclistas- y también accidentado, ya que Ewan y Sagan se fueron al suelo, resultando el australiano peor parado. Fue evacuado con fractura de clavícula. Tras el belga del Alpecin-Fenix -es la segunda victoria consectiva del equipo UCI Pro Team- entraron Philipsen, Bouhanni, Ballerini, Colbrelli, Alaphilippe y Mathieu Van der Poel, quien sigue líder por segundo día. 

 

Pero eso ya casi era lo de menos. Porque en los kilómeros previos se habían caído Miguel Ángel López -a 14 km- y Primoz Roglic, -a 10, al hacer el afilador con Colbrelli- y tuvieron que hacer los instantes finales desbocados, el esloveno con el culote roto, intentando no dejarse todas sus opciones en el Tour. Cederían 1´21" en la meta de Pontivy. Y poco después, en una curva de paso estrecho, se formaría otra montonera de la que saldría mal parado Jack Haig (que ha tenido que abandonar) y que también afectó a Tadej Pogacar,  quien cedió 26". Muchos ciclistas quedaron cortados en estas montoneras, en una especie de gran gymkana de la que cada corredor salía como buenamente podía. 

 

En los kilómetros iniclales de la etapa también Geraint Thomas se había dado un buen golpe en el hombro y un calentón para volver a entrar en el pelotón tras verse involucrado en una caída que mandaba para casa al compañero de Roglic Robert Gesink.

El Tour más amargo que se recuerda sigue cobrándose "víctimas". De momento, más caídas que ciclismo en una Grande Boucle 2021 que es más que nunca un ejercicio de supervivencia. 

 

Susto para Thomas

Después de dos jornadas frenéticas el Tour de Francia afrontaba una 3ª etapa (Lorient-Pontivy, de 182,9 km) que suponía la primera oportunidad de brillar para los velocistas. Una jornada de recorrido puramente bretón, con algunos repechos y carreteras estrechas, que concluía en Pontivy tras una larguísima y ancha recta de meta. 

Nada más darse el banderazo de salida se sucedían los ataques que cristalizaban en una fuga de cinco: Cyril Barthe y Maxime Chevalier (B&B Hotels-KTM), Jelle Wallays (Cofidis), Michael Schär (Ag2r-Citröen), e Ide Schelling (Bora-Hansgrohe), portador del maillot de la montaña. Pronto cogerían una ventaja de 3 minutos, aunque Lotto-Soudal y Groupama-FDJ no estaban dispuestos a permitir que se disparase estabilizándola entre los 2 y 3 minutos. Los fugados siempre estarían bajo control.

La lluvia hacía acto de aparición poco antes de que una nueva caída nos pusiera a todos en vilo. En el km 37, al paso por un badén, se iban al suelo dos ciclistas del Jumbo-Visma y dos INEOS… uno de ellos uno de los grandes favoritos en el Tour, Geraint Thomas, quien quedó sentado con gestos de dolor en el hombro y la muñeca. Mientras Robert Gesink se veía forzado a la retirada (una pérdida importante para Primoz Roglic), el ganador del Tour´2018 se volvía a montar en la bicicleta y empezaba a recuperar -con la ayuda de sus compañeros Rowe, Van Barle y Castroviejo- los 3 minutos de desventaja que había acumulado. 20 km después volvía a entrar en el gran grupo, salvando una situación crítica. 

 

Los cinco fugados seguían con su aventura con una ventaja de 2´30”. Tras pasar en cabeza la Cote de Cadoudal –a 90 km de meta- y asegurarse el punto que necesitaba para hacerse con el liderato en solitario de la Montaña, Schelling se descolgaba para dejarse cazar por el pelotón. La amenaza del viento provocaba tensión en el grupo, con una gran lucha de los principales equipos por llevar bien situados a sus líderes en unas carreteras estrechas que acabaron jugando una mala pasada a más de uno. 

Con Deceuninck y Team DSM comendando el pelotón, Barthe, Wallays y Schär –los últimos supervivientes- serían absorbidos dentro de los 10 últimos kilómetros. Para entonces ya se había iniciado el carrusel de caídas que ha desvirtuado el final de la etapa y el propio Tour, convertido en un ejercicio de mera supervivencia. En medio del caos, Tim Merlier ganó y Van der Poel sigue de lider, con Alaphilippe, Carapaz, Van Aert, Kelderman, Pogacar y un gran Enric Mas precediéndole en la general.

Primoz Roglic, cae a la 20ª posición, a 1´35" de Van der Poel, pero al menos se libra de las fracturas y continuará en carrera. 

 

 

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