Vingegaard resiste la ofensiva de Pogacar y sentencia el Tour ganando en solitario en Hautacam

En otra etapa para el recuerdo el esloveno intentó soltar al líder subiendo y bajando, pero éste resistió y con la ayuda de un espectacular Van Aert remató al del UAE para dejar la carrera vista para sentencia.

Vingegaard remata el Tour ganando en solitario en Hautacam. Foto Sprint Cycling Agency
Vingegaard remata el Tour ganando en solitario en Hautacam. Foto Sprint Cycling Agency

Lourdes es una ciudad del suroeste de Francia famosa por sus supuestos milagros. Desde allí partía una 18ª etapa –la jornada reina de los Pirineos, con tres colosos encadenados- que suponía la última oportunidad de Tadej Pogacar para recortar tiempo a un inexpugnable Jonas Vingegaard antes de la contrarreloj del sábado.

No hubo milagro para el esloveno en la última batalla pirenaica, y en otra etapa para el recuerdo el danés del Jumbo-Visma deja el Tour visto para sentencia tras ganar en solitario en la cima de Hautacam, donde aventajó en 1´04" a Pogacar, ciclista admirable que en las rampas de Spandelles y en el posterior descenso lo intentó todo, una y otra vez, incluso arriesgando su integridad (se cayó en la bajada poco después de que casi besara el suelo Vingegaard), en una oda al ciclismo de ataque.

Estos dos jóvenes nos están brindando un duelo para la historia, en el mejor Tour de Francia de los últimos tiempos. 

Vingegaard daría el golpe de gracia a la etapa, y al Tour, en las rampas más duras de Hautacam, atravesando un kilómetro que superaba los dos dígitos de pendiente. Y lo haría con la ayuda de un extraordinario Wout van Aert, quien un día más ha firmado una exhibición de ciclismo total. Hoy en "modo escalador". Atacó nada más darse la salida y se metió en la fuga del día, en la que fue eliminando rivales (los últimos, escaladores de la talla de Pinot y Daniel Martínez) antes de hacer un último servicio para su líder.

Cuando Kuss, Pogacar y Vingegaard le atraparon (rodaba en cabeza en solitario a falta de 5 km), se retiró el norteamericano y el belga puso un ritmo infernal que terminó de reventar a Pogacar. Poco después se paró y Vingegaard voló en solitario a por la victoria de etapa y la confirmación de que, si no media accidente, será el ganador del Tour 2022 el domingo. El del Jumbo-Visma aventaja en 3´26" a Pogacar, una distancia insalvable en la contrarreloj de Rocamadour de 40 km.  Además, se ha hecho con el liderato en la clasificación de la Montaña. 

Teecero en la meta de Hautacam,a  2´10", entró Van Aert,agitando el puño cerrado, celebrando como propio el éxito de su jefe de filas.

Wout van Aert
Espectacular trabajo durante toda la etapa de Wout van Aert. Foto: Sprint Cycling Agency

La etapa nos dejó además la confirmación de un sólido Geraint Thomas en el tercer puesto de la general, y al francés David Gaudu escalando a la cuarta en detrimento de Nairo Quintana, que cedió más de 5 minutos. Y una preocupante imagen para el ciclismo español, la de Enric Mas con serios problemas de confianza en el descenso del Col d’Aubisque, cuadrado en cada curva. El balear del Movistar Team se metió en la fuga buena del día, de la que quedó descolgado con una bajada que va a dar mucho que hablar.

 

Van Aert, de principio a fin

Un día más la etapa salió lanzada (49,6 km se recorrieron en la primera hora) aunque costó mucho que se consolidara la fuga. Una treintena de ciclistas (con el omnipresente Van Aert y Bennot como representantes del Jumbo, y ciclistas de nivel como Dani Martinez, Ciccone, Woods, Bettiol, Urán, Schachmann, Madouas…) formaron una primera avanzadilla que afrontó con apenas 30” el primer coloso del día, el Col d’Aubisque (16,4 km al 7,1%).

El grupo de cabeza fue perdiendo unidades al tiempo que desde el pelotón llegaban otros como Enric Mas (hoy por fin en la fuga buena), su compañero Verona, Pinot, Lutsenko o Mollema. Se conformó un grupo muy selecto de 22 corredores que coronaban el Aubisque con más de tres minutos de ventaja sobre el pelotón de los favoritos, con Louis Meintjes y Chris Hamilton intercalados. 

En el descenso del Aubisque Enric Mas se quedaba rezagado, bloqueado en cada una de las curvas de una bajada vertiginosa. Ni siquiera pudo seguir el ritmo de Meintjes y Hamilton, que le adelantaron viniendo desde atrás. El líder del Movistar Team –sin piernas y hundido psicológicamente- quedó en tierra de nadie, acompañado de Gorka Izagirre.

El novedoso y muy duro Col de Spandelles (10,3 km al 8,3%) trajo un cambio importante en el pelotón. Brandon McNulty (UAE), tras su exhibición de ayer, cogía el mando y ponía su marcheta, que dejaba el grupo del maillot amarillo reducido a una decena de ciclistas. Preludio del ataque que llegaría poco después.

Pogacar
Pogacar intentó soltar en repetidas ocasiones a Vingegaard, sin éxito. Foto. Sprint Cycling Agency

Mientras en la fuga Van Aert también ponía una marcha más –con un ritmo a lo Induráin que solo podían seguir dos escaladores de primera, Dani Martínez y Pinot-, Tadej Pogacar pasaba a la acción. Una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces lo intentó el esloveno, con ataques secos a los que siempre respondió de inmediato el maillot amarillo, sólido como una roca. Precioso duelo, a palos, entre los dos grandes dominadores de este Tour.

Coronaron el belga, el colombiano y el francés con 35” de adelanto sobre Lutsenko y Verona, y 1´35” respecto al dúo maravilla, que se lanzaban a un vertiginoso descenso en el que el esloveno tensaba y ninguno escatimaba riesgos. Vingegaard tuvo un importante susto en una curva, salvando in extremis una caida que no pudo evitar segundos después Pogacar.

Iban al límite hasta el punto de poner en riesgo su continuidad en el Tour. Entonces, vimos una de las imágenes del día y de este Tour. El esloveno le extendía la mano al danés en señal de agradecimiento por esperarle e interesarse por él tras su caída.

Con el susto en el cuerpo bajaron el ritmo y por detrás entraron Kuss, Benoot, Geraint Thomas, Madouas, Meintjes y Houle. Este parón provocó además que el trío de cabeza aumentara su ventaja, iniciando la definitiva subida a Hautacam con más de dos minutos de adelanto, mientras Verona y Lutsenko aguantaban intercalados.

Pero en el grupo de favoritos el ritmo volvió a aumentar merced al trabajo de Sepp Kuss y las esperanzas de los fugados menguaban: solo un minuto a falta de 9 km. Sendos acelerones de Van Aert –en modo escalador- cortaban a Pinot mientras Dani Martínez aguantaba a rueda del belga. Pero Kuss, Pogacar y Vingegaard, ya sin Geraint Thomas, se les echaron encima antes de entrar en la parte más dura de Hautacam, un kilómetro entero al 11,5%.

El colombiano del INEOS reventó, Kuss se apartó, y Van Aeert tomó el relevo poniéndose a trabajar para su líder. Quedaba la guinda a la exhibición total del Jumbo-Visma. Una nueva aceleración del belga reventó a un exhausto Pogacar. Unos segundos después, Vingegaard volaba en solitario hacia una victoria en Hautacam que confirmaba su dominio en un Tour que no olvidaremos nunca. Gloria y honor a estos colosos. 

 

CLASIFICACIONES

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